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dimecres, 6 de desembre del 2023

Ressenya: No te veré morir

 



Una vegada més, Muñoz Molina, demostra el seu mestratge en aquesta novel•la minimalista on l’amor i el temps, també, la distància mostrant els estranys que l’acompanyen. Un llibre on és perfila com el temps esborra allò que una vegada semblava indestructible. Els essers humans, tenen contra el temps, un arma molt potent, la memòria. Cert, aquesta no és sempre molt fiable, perquè és selectiva. Recorda allò que vol. Uns protagonistes que és tornen a retrobar desprès d’una vida de separació. Gabriel Aristu i Adriana Zuber són els protagonistes d’aquesta història trista. Retrobar aquell amor de joventut, quan ha passat massa temps, què queda d’aquell foc de passió? La causalitat vol que el nom de Adriana sonia a l’oïda de Aristu mitjançant Julio Máiquez el confident accidental de Gabriel Aristu, el nom resulta ser el de la filla, però Aristu no sap que te una filla, de fet, no sap res d’ella des de que va marxar als Estats Units. 

Aristu i Adriana Zuber, tenen un altra cita, però el temps no ho arregla tot, com diu Julio Máiquez: “Pero el tiempo no cura nada. El tiempo mata. El tiempo empeora y destruye.” (pág.132)

Cal llegir el llibre, una escriptura precisa, fluida, sense eufemismes, cap sentimentalisme, cap concessió al melodrama, en aquest cas, seria molt fàcil. Tot va començar: “empezaba en un aula del Instituto Británico de Madrid hacia 1956 y pareció haber terminado con un viaje a América en 1967: pero se reanudaba de pronto, cuarenta y tantos años después, por puro azar, por intervención mía, solo unos meses atrás, en Madrid, (...)” (pág.230) 

Adriana en la seva entrevista amb Aristu: “Acerco los labios a los de Adriana y estaban ásperos, a pesar del carmín, y ella los apartó. Tardó un poco en darse cuenta de que lla le estaba hablando al oído, y le costó al principio entender sus palabras,porque sonaban muy fuerte su respiración. Temió que ella le estuviera diciendo algo muy valioso y no podía oírla, no entender lo que le decía, como le había pasado en algún sueño.

-Ayúdame-dijo-, ayúdame- Y él al principio no compredía.

-A qué quieres que te ayude.

-Ayúdame a morir. No puede ayudarme nadie más que tú.” (pág.209)

Deixo al lector la finalització d’aquesta novel•la on els somnis son un altra recurs per reviure el passat. Records que marquen, com li va passar al seu pare, els records de Pau Casals, de la Residència d’Estudiants, de la Guerra Civil, dels seus estralls, del perquè marxar d’una Espanya fosca i sense futur. Un llibre imprescindible.

dijous, 7 de setembre del 2023

Reseña/Ressenya: Volver a dónde (IV)

Reseña/Ressenya 





64

“Me he sentado en el balcón y he llamado a mi madre. (…) Los recuerdos de mi madre están inscritos en un idioma perdido y fragmentario que ya no entiende nadie más que yo: es ese núcleo de su vida, cuando ella era muy joven, antes de que mi hermana naciera, cuando tuvo su propia casa, por primera vez en su vida (…). Ha vivido confinada siempre en el círculo de la familia inmediata, hermanos, cuñadas, tíos, sus primos que emigraron a Barcelona, los que mandaban por Navidad paquetes con regalos, una botella de champán, un kilo de café molido, un salchichón de Vic, regalos alimenticios como de la época del hambre. (…) Sentado en el balcón, en la noche cálida de julio, me doy cuenta de que ahora mismo estoy habitando en la memoria de mi madre, en la casa de la infancia en la que se confunden mi memoria y la suya, en la que solo vivimos ella y yo” (pág.95-97) 


66

14 de abril.

En esta contemplación estética que ni un parado, ni un enfermo, ni un sanitario puede permitirse, hay también una raíz política, una confirmación de que el mundo no puede seguir basando su prosperidad, poca o mucha, en un sistema económico que destruye la naturaleza y envenena el aire. Yo quiero que pare esto, que acaben los muertos, que los enfermos se curen y la gente pueda volver a ganarse la vida –pero también quiero que haya silencio y sosiego en las ciudades, y que la vida conserve algo de esta fraternidad que nos exalta a todos cuando salimos al balcón cada tarde a las ocho.” (pág.100-101) 


dimarts, 29 d’agost del 2023

Reseña/Ressenya: Volver a dónde (III)

 Reseña/Ressenya





54

9 de abril. 

Hoy es el día más gris desde que comenzó el encierro; fuera de la ventana, en el interior de la casa y dentro de mi alma. La soledad en la calle a las diez de la mañana era opresiva. (…) La bronca política en España es de una agresividad autodestructiva. Ni siquiera en medio de una desgracia colectiva como esta existe la menor posibilidad de concordia. Cada día está más claro que las cifras de muertos son muy superiores a las que dicen las autoridades, y la descoordinación y la incompetencia de las administraciones –también la simple voluntad de engañar- hace imposible un cálculo preciso de lo que está pasando. Lo que se sabe con seguridad es que la epidemia se está cebando en las residencias de ancianos, agujeros negros de contagio y de muerte. La Guardia Civil y el ejército montan hospitales de urgencia en Cataluña y el gobierno secesionista los sabotea para que no puedan usarse. 

Esta gangrena política es una desgracia española, un maleficio que se ceba e nosotros más que en cualquier otro país de Europa: una afrenta a tantas personas inocentes y desvalidas que están muriendo en una espantosa soledad, y a tanta gente heroica que se deja la vida trabajando en los hospitales, o que pone en práctica cada día su talento y su coraje personal para que se mantenga el funcionamiento de todas las cosas. (…) y mientras tanto esa chusma de políticos venenoso que tanto se odian entre sí se confabulan sin embargo en una sola cosa: hacer imposible que nuestro país tenga un sistema de convivencia y de buen gobierno que nos proteja a todos y que pueda ayudarnos a salir del foso en el que nos vemos ahora, y a investigar y corregir en lo posible todos los muchos errores por culpa de los cuales hemos llegado a este desastre. El cainismo político prevalece sobre el sentido común y el acuerdo, ni tregua ni respeto para el sufrimiento de las víctimas, igual que después de los atentados del 11 de marzo en Madrid y del 17 de agosto en Cataluña. A cada cual le corresponde su parte de culpa. La derecha españolista que clama por la unidad de la patria es tan destructiva como los independentistas que no paran de conspirar para romperla. Con saña impúdica la derecha se ha lanzado a competir con la extrema derecha.” (pág.80-1) 


61

[Muñoz Molina habla de Galdós] Galdós es siempre mejor de lo que uno recordaba. Mas variado, más inventivo, más humorístico, más radical en sus convicciones políticas, en su sentido profundo de la libertad personal: la de los hombres, y también la de las mujeres. (…) Los personajes tienen arrebatos de una elocuencia visionaria, sobre todo cuando denuncian la corrupción y la injusticia de la vida española. Dice uno de ellos, una mujer joven, inteligente y apasionada, Lucilla Ansúarez: 

“Yo quiero que haya cataclismo, padre, mucho cataclismo; que los injustos caigan y sean pisoteados por los sedientos de justicia; que los que cometieron tropelías sean hechos polvo, y que los buenos se alegren. Justicia quiero, y en habiendo justicia habrá paz*”. (pág.91-2) 


dijous, 24 d’agost del 2023

Reseña/Ressenya: Volver a dónde (II)

 Reseña/ Ressenya




Muñoz Molina, es deixa portar per un rampell, barreja de impotència i ràbia per la situació que estàvem passant i carrega, contra l'estat autonòmic -Catalunya-: 


32

26 de marzo. La situación es tan extrema que un descenso mínimo, no en el número diario de muertos sino en el ritmo de su aumento, nos concede un atisbo de esperanza. Ayer los muertos crecieron un 24%; hoy, solo un 14%. Las pruebas que compró el gobierno para diagnóstico rápido resulta que no sirven. La impresión que da el gobierno en todo esto es de incompetencia y también de impotencia.  El Estado central se fue desmantelando atolondradamente, de acuerdo con los trapicheos políticos de cada momento y ahora no es capaz de hacer frente a una calamidad que necesitaría una acción ejecutiva enérgica y una coordinación que ya no imposibles. Los nacionalistas periféricos y sus aliados y sus imitadores en cada comunidad –el propio Partido Socialista entre ellos- han desguazado la estructura administrativa del Estado. (…) El estado de alarma le confiere unos poderes teóricos que no puede ejercer porque su ministerio está desmantelado.  Un país de tan poco poderío económico como España se permite el lujo de sostener 17 sistemas de salud distintos, con 17 marañas distintas de cargos políticos, con 17 redes informáticas distintas e incompatibles entre sí, lo cual hace casi imposible la cuantificación rápida y fehaciente de datos. (…) La derecha corrupta y desleal que ha hecho todo lo posible por socavar la sanidad pública ahora se lanza sin ningún escrúpulo a desgastar al gobierno. Los separatistas están alerta para aprovechar este nuevo momento de debilidad del Estado. (…) 

No sé si se va a aprender alguna lección política de este tiempo. Las divisiones son demasiado profundas, no porque la gente común se haya vuelto más sectaria, sino porque la parte nociva de la clase política se ha dedicado a alimentarla y ahondarlas, y hasta a inventarlas cuando no existían. Ahora nos damos cuenta del daño que hemos sufrido por pasar varios años sin tener un gobierno estable, firme, resolutivo, por culpa de extremismo y la frivolidad de unos y otros.” (pág.51-52) 


Un moment brillant i emotiu es la descripció de com vàrem sortir els balcons i finestres com un acte de solidaritat i comunitat:  


34

El 14 de marzo, el primer día del confinamiento, fue sábado. (…) Uno tenía irreflexivamente la sensación profunda de estar de vacaciones. A la caída de esa tarde, en la pureza del silencio, hubo una particular delicadeza en la luz y el aire: templado, limpio, por la ausencia de tráfico, con olor a savia y no de gasolina, un hondo perfume vegetal insólito en estas calles. (…) 

En el interior de la calma había una médula de congoja. Después de un día más prolongado aún por su rareza, porque no podíamos imaginar cómo íbamos a adaptarnos a la nueva vida recién empezada, llegó la noche del primer aplauso. Toda la tensión y el miedo y el vértigo de lo inaudito que de pronto era cotidiano se desbordaban en el pecho, en la garganta, en las lágrimas. A las diez de la noche por primera vez se iluminaron uno por uno los balcones y las ventanas de toda la calle. La gente salía, salíamos, para aplaudir el heroísmo cívico y verdadero de los trabajadores de la sanidad pública. El aislamiento temeroso de cada uno se volcaba en la emoción común: las calles a oscuras, el asfalto sin tráfico, las ventanas iluminadas, las siluetas de las personas que aplaudían, un gran rumor de oleaje que atravesaba toda la ciudad y rompía la claustrofobia del primer día del estado de alarma.” (pág.54-55) 



dilluns, 21 d’agost del 2023

Ressenya/Reseña: Volver a dónde (I)

Ressenya 


Antonio Muñoz Molina, Volver a dónde (Seix Barral. Barcelona, 2021).




Un llibre íntim que reflexa el temps passat, present i futur. Una escriptura lluminosa on hi ha també ombres, on la memòria juga un paper fonamental. El nexe principal és una crònica en temps de pandemia. On reflexiona sobre la vida i la mort, sobre la família i els records de temps llunyans què gràcies a la memòria tornen per evocar el que som. Tothom te una història –biografia- i un context social què permet fer-se una idea del món que ens ha tocat viure. Per l’edat del escriptor moltes de les seves reflexions i experiències son contemporànies a les que he viscut. Això fa que la seva escriptura tingui la qualitat d’ajustar comptes amb el passat, però també amb un present carregat d’incerteses i dubtes. 


La seva família, el món passat que vist amb els ull d’avui sembla un passat inconcebible, però el cert és que els canvis socials han estat profunds i malgrat tot, les nostres ombres com a societat segueixen en el fons d’armari com si no poguéssim passar full. Les seves descripcions barreja ironia i també un exercici de realisme brutal que fa pensar que pot ser hi ha més maquillatge del que voldríem admetre.   


Un llibre que cal llegir per comprendre com som i d’on venim. On el futur encara està per escriure, però que si no canviem els nostres fill i nets es veuran abocats a viure situacions que difícilment nosaltres podrem entendre com el canvi climàtic, o l’aparició d’altre pandemia que com l’anterior va estar a punt de canviar-ho tot, però que malauradament, res ha canviat, perquè amb aquest neoliberalisme sense rostre humà que preferirà l’extinció de la gent abans de canviar de model econòmic i polític.

1

Junio, 2020. Ahora es cuando no tengo ganas de salir a la calle. El estado de alarma que acaba de ser abolido continúa vigente en mi espíritu. El mundo de después, sobre el que tanto se especulaba, ha resultado ser muy parecido al de antes, salvo que el incordio añadido de las mascarillas.” (pág.11)

5

“A principios de febrero parecía aún que lo propio de las calamidades era que les sucedieran a otros, que fueran muy lejanaas. Ese era entonces el orden natural del mundo. En otros continentes había epidemias mortales, huracanes, tsunamis, terremotos. El virus se extendía por una ciudad china con nombre exótico que la hacía aún más remota, Wuhan. Era como una fantasía de futurismo asiático que se hubiera podido clausurar una ciudad de diez millones de habitantes. En el Cuerno de África, en Kenia, en Somalia, en Etiopía, oscurecían el cierlo y arrasaban luego la tierra nubes de miles de millones de langostas como no se habían visto nunca antes, favorecidas por los trastornos del clima. Todo tenía una resonancia de plaga biblica: primera una sequía devastadora, después inundaciones causadas por ciclones tropicales. (...) En Kenia no se habían visto nubes así desde hacía 75 años. Un enjambre con un frente de un kilómetro de ancho puede comer en un día lo mismo que 35.000 personas.” (pág. 18).


dimarts, 14 de març del 2023

Fa tres anys: Covid-19

 







16*

"Ahora que parece que todo ha pasado, o casi, es cuando tengo miedo, cuando solo me siento seguro de verdad quedándome en mi casa, sentado en esta silla de jardín, a la caída de la noche, (...). Ahora hemos aprendido muchas palabras específicas. Al principio, en vísperas del confinamiento, el miedo me lo vedaba la pura inconsciencia, la parte que me correspondía de la ceguera colectiva. Después, ya encerrados, en ningún momento me sentí de verdad vulnerable. No tenía contacto físico con casi nadie.A las tiendas entraba con mascarilla y con guantes y en la puerta había siempre alguien que echaba gel hidroalcohólico en las manos. En el interior del supermercado el control estricto de la gente que entraba permitía mantener la distancia. (...) Si veia a alguien acercarse al fondo de la calle uno de los dos cambiaba de acera.

Pero anoche doblé una esquina y me vi de golpe en medio de un grupo de gente joven que ocupaba la acera e invadía la calzada, sin mascarillas, sin precaución ninguna, bebiendo y dejando por el suelo un rastro de botellas vacías, vasos de plástico, bolsas de plástico con comida. Había un ensañamiento nervioso en las carcajadas, en la alegría de pisar ruidosamente un vaso de plástico o de tirar una botella contra una pared." (pág.31-2)


dijous, 2 de setembre del 2021

Reseña: Tus pasos en la escalera

 Reseña: Antonio Muñoz Molina, Tus pasos en la escalera. 




Una novela con elementos collage y pinceladas de Esperando a Godot. Lisboa vuelve a ocupar el escenario de esta novela. Se espera a la protagonista ausente, Cecilia. El narrador, explica con todo lujo de detalles, el traslado desde Nueva York, a Lisboa. Cambio de ciudad después de los atentados del 11-S. El fin del mundo, en horario de prime time! 

 La novela recrea la espera de la esperada. Su ausencia, a medida que transcurre la novela, empieza a ser inquietante. Lo mejor viene al final. No lo desvelaré. Pero, en el mientras tanto, el protagonista, Bruno, intenta por todos los medios a su alcance, reproducir fielmente la casa de Nueva York, en su nuevo hogar de Lisboa. 

Sus peripecias, obsesivas, son observadas con atención y en otras ocasiones con desdén, por Luria. Es el nombre del perro, fiel acompañante de Bruno. Luria, es un guiño a uno de los investigadores más sobresalientes del siglo XX, en el campo de la neuropsicología soviética. Cecilia, es el nombre que más se repite a lo largo de la novela. Ella es investigadora, su campo es el cerebro, y sus sujetos, son sobre todo ratas y sus laberintos. Investiga las funciones de la memoria y todas las variantes de desajustes que conlleva la pérdida de memoria. “Las ratas sí que sueñan, dice, como todos nosotros, y como la conozco ya sé que con ese plural se refiere a los mamíferos, como sueña Luria, o a esos gatos a los que han vuelto sonámbulos manipulándoles el cerebelo y cazan y se pelean dormidos.”. Dormir y soñar como mecanismo de asentamiento de los recuerdos. 

El arranque del libro es sin duda espectacular: “ Me he instalado en esta ciudad para esperar en ella el fin del mundo”. El miedo provocado por los atentados del 11-S en Nueva York, marca la decisión de huir a otro lugar más seguro. La novela es una cartografía precisa de los pasos que se dan, para poner en marcha una vivienda. Desde poner en su sitio todo aquello que nos traemos de la anterior vivienda, hasta las adquisiciones de todo tipo para hacer de la vivienda eso que llamamos hogar. En todo hogar hay un momento de némesis, las obras. Alexis, es quien lidera esa función con aplomo y profesionalidad. Una multitud de personas pueblan la estancia, y Bruno se siente literalmente, un extraño en el trajín de las obras. 

Las disquisiciones de todo orden, aparecen a lo largo de la novela, sea hablando de Antony Beevor –historiador-, los “cincuenta mil subsaharianos en el norte de Marruecos”, esperando saltar al paraíso. Dice Beevor al hilo de los flujos de inmigrantes: . «Los europeos votarán cada vez más a partidos racistas y preferirán la demagogia de la seguridad y las fronteras al espejismo desacreditado de la democracia».

Un capítulo interesante y extravagante, nos lo ofrece a una visita a un castillo de un antiguo cantante pop.  Su invitación causal, le permite conocer a Ana Paula. La descripción del castillo, sus extravagantes invitados, el ex cantante pop, y la charla amena para el selecto público que da el ex cantante, son un momento brillante y paródico. Ana Paula, se parece a Cecilia, en general, para Bruno, todas las mujeres se parecen en algún aspecto a Cecilia. Bruno sólo quiere a Cecilia. La espera se larga, cuenta las horas para el reencuentro. Situado cerca del balcón, puede observar con atención y discreción la llegada de los taxis o cualquier otro vehículo, dado el poco tránsito que atraviesa su calle. He dicho que no hablaré del final. Si alguien quiere saber como acaba esta historia nada mejor que leer la novela. Un lenguaje aparentemente sencillo, pero de una precisión implacable, nos revela, la capacidad de crear historias, llenas de emociones, pasiones, intrigas y reflexiones de todo orden, todo ello, medido con mano maestra.


Antonio Muñoz Molina, Tus pasos en la escalera, Seix Barral, Barcelona, 2019.


dilluns, 16 de març del 2020

Reseña: Antonio Muñoz Molina, Un andar solitario entre la gente

Reseña: 

Antonio Muñoz Molina, Un andar solitario entre la gente. Ed. Booket.



¿Qué decir de una obra incalificable? Una obra total, donde el callejeo se eleva a categoría de arte. Caminar, deambular, permite conocer el territorio que pisas. Caminar es un arte, y Muñoz Molina, nos da las claves para recorrer esas calles. 

Utiliza para ello, caminantes ilustres, personajes que hoy gozan de reconocimiento literario, pero que en su momento, vivieron en la marginación. Nombres míticos, también caminaron por las calles del Nueva York de finales del siglo XIX, como Poe, Melville, Whitman, del París de Baudelaire, del Londres de Quincey, del Dublín de Joyce, del Berlín de Benjamín, del Lisboa de Pesoa.

Hilvanar sus correrías al límite de las costumbres de la sociedad, les permitía captar lo que solo se puede vivir pateando las calles. Muñoz Molina, utiliza una collage, para pintar nuestra sociedad. Callejear por las calles, perderse en ellas, ver lo que nos rodea, tomar conciencia que vivimos en un permanente escaparate, donde los eslóganes de todo tipo te asaltan como en la película de Minority Report, o la mítica Blade Runner y sus pantallas gigantes anunciándote el paraíso.

Literatura preciosa y precisa, alterna la ironía, la denuncia social, una imaginación desbordante y por encima de todo, el amor a esa manera de creación que es la literatura. Sus páginas están llenas de eslóganes que encabezan los diferentes partes de una obra imprescindible para comprendernos a nosotros mismos. Sería una temeridad por mi parte intentar dar cabida a la riqueza de informaciones, muchas de ellas, que tienen una vida efímera, porque se reparte a los viandantes que atraviesan una determinada calle. En otros casos, reflexiones sobre nosotros, lo que somos, y lo que querríamos ser.

Nada escapa al ojo escrutador de un narrador que domina el lenguaje, un lenguaje aparentemente sencillo, pero que esconde una capacidad de expresar lo que quiere para que todos nosotros podamos disfrutar de sus elucubraciones. La conexión de lenguaje y vida se dan la mano para explicarnos lo que sucede en nuestro hábitat natural que es la ciudad. Unas ciudades que han ido creciendo de manera desmesurada, perdiendo los límites de lo habitable para transformarse en espacios donde impera lo inhumano.

¿Cómo no resistirse a transcribir algunos fragmentos de este collage literario?

Un retrato irónico de la sociedad que ha descubierto que viajar es reencontrarse con una mismo:

 Es excusable ser unos años mayor y tener el pelo canoso si se van a conducir coches de alta gama por ciudades con rascacielos y avenidas desiertas o por paisajes de montaña o desierto, o de acantilados sobre el mar. También se puede estar por encima de los cuarenta, incluso de los cuarenta y cinco, si se mantiene una piel atezada y una forma perfecta, y se ha de llevar un reloj de gran lujo. Por encima de esa edad, el campo de posibilidades se estrecha: se puede tener en torno a los sesenta, los sesenta y tantos, y el pelo blanco, él y ella, para participar en los cruceros de invierno, o para caminar por playas al atardecer con los pies descalzos y los pantalones remangados, con la tranquilidad de un buen plan de pensiones.” (pág.265)


O bien, unas elucubraciones imaginativas al borde la ciencia ficción que sueñan las neurociencias actuales:

 “Conjetura la posibilidad de inventar una cámara que tome fotos de los sueños, con la instantaneidad de los colores virados y ligeramente desleídos que tenían las polaroids. Se da cuenta de que la belleza hipnótica de las polaroids residía en que retrataban el momento presente como su propio recuerdo anticipado, ya con un principio de lejanía y desvanecimiento.” (pág.272)

Un surtido de anuncios que inundan los periódicos o cartels enganchados en las farolas:

“Cuando la Sed Te Llama. Las farolas y los postes de los semáforos se desbordan de avisos pegados a ellos con pegamento o con cinta adhesiva, incluso con esparadrapo. Compro tu coche. Chica boliviana se ofrece para cuidar ancianos y todo tipo de trabajos domésticos. Portes y Mudanzas. Compro Oro. Compro Plata. Cerrajeros toda confianza. Ventanista. Pintor Español. En los coches que llevan días aparcados se desbordan las hojas de propaganda insertadas bajo los limpiaparabrisas o en los intersticios de las ventanillas. Masajes. Asiáticas. Caribeña Tremenda. Un Volcán en la Cama. Maestro Doma gran Vidente Africano.” (pág.284)

O bien un ejemplo de lo que hoy es un clásico de la literatura, pero que en su momento fue ignorada:

“De los tres mil ejemplares de la primera edición de Moby-Dick, la única, dos mil cuatrocientos, permanecieron olvidados durante años en el almacén de la imprenta. Ardieron en un incendio que consumió el edificio. Las llamas se propagarían muy rápido en aquella acumulación de papel, el purgatorio de los libros que no quiere nadie, la repetición idéntica de las mismas páginas y las mismas palabras. Las ventas brutas de Moby-Dick en Estados Unidos ascendieron a 556,37 dólares.” (pág.301)

Una reflexión sobre que significa ser extranjero en un mundo que es irremediablemente multicultural:

“Cada extranjería es distinta de la de al lado y no disoluble en ella. Lazos de religión o de identidad patriótica la remedian o la amortiguan en algunos casos; la remedian no porque favorezcan la adaptación de las personas a este mundo de aquí, sino porque les ahorran la necesidad de hacerlo. Viven físicamente aquí pero donde viven de verdad es en el mundo que dejaron atrás y han podido reconstruir hasta cierto punto con la ayuda de sus correligionarios o de sus compatriotas.”(pág.376)

O bien, una descripción descarnada de los homeless en la opulenta NY:

“Han tenido que llegar aquí andando, porque con esos cargamentos no pueden ir en el metro. Vienen de todo el Bronx, tal vez de Harlem, de más al sur todavía. Tienen algo de esquimales, de inuits: forrados en sus chaquetones y abrigos, las cabezas ocultas bajo las capuchas, con botas recias y guantes, las caras quemadas y oscurecidas por el frío, enrojecidas por el alcohol, ojos diminutos y húmedos tras las bufandas y los verdugos de lana, cuerpos encorvados por el hábito del merodeo en los cestos de basura de las esquinas.”(pág.411)

Una explicación del porqué fracasaron esos autores que hoy reconocemos como imprescindibles:

 Poe era un desclasado, como Baudelaire y De Quincey, como Melville y Benjamin: los golpes de la fortuna y sus propios caracteres turbulentos los dejaron sin un lugar estable en el orden social, en la clase propietaria y comerciante a la que pertenecían, a la que Poe pudo haber pertenecido, si su tutor hubiera sido más generoso o más paciente con él, y él mismo, menos indomable.(pág.429)

O nos explica en que mundo vivimos, a pesar de lo que digan nuestro gobernantes:

“A cada momento suceden cosas terribles en el mundo. La desgracia de que a un escritor o un artista no le hagan caso es irrisoria. A la gente la torturan y la ahorcan en los sótanos de las cárceles de Siria. Los emigrantes centroamericanos son despojados y asesinados por los bandidos que asaltan ese tren terrible que llaman La Bestia. La gente se ahoga en el Mediterráneo queriendo cruzar desde África a las costas del sur de Europa.(pag.459-60)




dimarts, 26 de desembre del 2017

Reseñas: Como la sombra que se va


Antonio Muñoz Molina, Como la sombra que se va. Ed.Seix Barral, Barcelona, 2014.

Tengo una hoja en blanco y, como  no soy Muñoz Molina, no podré nunca escribir “Como la sombra que se va”. ¿Qué hace que un lector se convierta en escritor? Las páginas de este libro indagan sobre el papel de la creatividad literaria. La dificultad de explicar historias. ¿Cómo construir un hilo narrativo? 

Desgraciadamente, la lectura del libro sólo sirve para Muñoz Molina, que nos explica su proceso literario. No es un libro de autoayuda para el escritor en ciernes. A lo largo de la novela explica cómo vivió y sintió en Lisboa la construcción de dos obras literarias. Pasado y presente se dan la mano. Hay un hilo conductor, el propio escritor. 



Sin embargo, la novela trata, además del misterio de la creación literaria, de una historia real y  a la vez inventada. James Earl Ray el asesino de Martin Luther King, paso diez días deambulando por Lisboa en busca de un paraíso perdido. 

Recrear con la imaginación las vivencias de Ramon George Sneyd con pasaporte canadiense, su estancia en Lisboa, requiere de maestría e imaginación. Lo inverosímil, el escritor no es Ramon George Sneyd, se hace creíble, gracias a la magia de la literatura. A través de la lectura de los expedientes policiales –entrevistas a testigos, objetos encontrados en los registros, el testimonio de Sneyd-, Muñoz Molina reelabora la estancia en una ciudad desconocida -Lisboa- del autor del magnicidio ocurrido en Memphis.



Las últimas ciento veinte páginas son soberbias. La historia cambia en un segundo. Un disparo desde  la habitación 5B de la calle South Main Street, en una casa de huéspedes, llega como una exhalación a la puerta del 306 del Lorraine Motel. Las páginas dedicadas al segundo de vida que le quedan a King, son excepcionales. La política americana ha tenido la mala costumbre de matar a sus presidentes y políticos a tiro limpio. La historia del King, y su reivindicación por los derechos civiles, son una página de la historia que debería ser de obligada lectura –algunos dirán que estoy adoctrinando-. Que en EE.UU desde el 2009 al 2017, su Presidente fuera Barack Obama, significa que tal vez, King no murió en balde.

dimecres, 1 de maig del 2013

Reseña: Todo lo que era sólido (Antonio Muñoz Molina)


Todos nuestros problemas actuales tienen un origen. El libro de Antonio Muñoz Molina, “Todo lo que era sólido” (ed. Seix Barral) explica desde su personal e intransferible óptica lo que nos ha sucedido. Rastrea en la memoria del papel de las hemerotecas para descifrar que nos ha sucedido desde 2006-2012 en España. El libro que refresca una memoria inmediata que, sin embargo, nos parece ya lejana e incomprensible.

 El título es ya una declaración de intenciones. A lo largo de los 104 apartados que componen sus reflexiones, el libro desgrana de manera personal e implacable ese recorrido que va desde la euforia a la depresión actual. En los diferentes apartados se desgranan vivencias pasadas y actuales. Honestidad, autocrítica, crítica implacable contra nuestra clase política, contra todos aquellos que miraron a otro lado, esfuerzo por pensar lo que nos ha sucedido. Quisiera enumerar las palabras, las metáforas y los conceptos que aparecen en este texto que muy bien podría ser un texto para la reflexión ética de todos nosotros.




Burbuja; nosotros y ellos; pasado, Guerra Civil; “Todo lo que era sólido se desvanece en el aire” (5, 17); nuevos ricos; Merrill Lynch;  Alan Greenspan; FMI;  “Entre 1997 y 2007 el suelo se había revalorizado un 500%” (10,29); país de Champions;  ZP:“ (...) Tendremos superávit” (12,31); pelotazo; Carlos Solchaga (1988) : “el país donde uno se puede hacer rico más rápidamente” (15,35); “Los dirigentes de cada partido son reelegidos una y otra vez con unanimidades norcoreanas” (15,37), “ruido de sables”; la diputación y la caja de ahorros; “incapacidad de crear una administración pública profesional” (18,43); la gestión del agua recibía en el Ayuntamiento el acrónimo “EMASAGRASA” (19,45); “el secretario general, el interventor, el depositario” (21,47); comunicación; conmemoraciones; fiestas y celebraciones religiosas; retórica de lo autóctono; “ En un recital de Lluís Llac en Granada en 1977, se agitaban muchas más banderas catalanas que andaluzas “ (32,75); película sobre Puig Antich, Salvador (2006) (...) Las víctimas, los buenos, eran catalanes y hablaban en catalán. Los policías, los militares, los ejecutores, hablaban en español. No era una historia de fascismo y antifascismo, sino de españoles contra catalanes (...)” (33,78); nacionalismo; “victimismo y narcisismo” (35,86); eslóganes: “Somos Extremadura”, “Som sis millons”, “Espejo de lo que somos” (36, 88-89); (...) El pueblo de Cataluña ha mantenido a lo largo de los siglos una vocación constante de autogobierno “ (Estatut de Catalunya, 2006) (37,91); pueblo vs ciudadanía; “La niebla de lo legendario y de lo autóctono ha servido de envoltorio perfecto para el abuso y de garantía de la impunidad” (40,97); espejismo vs realidad; la metáfora del desembarco; triunfalismo;¡Dales caña!; aguafiestas y traidor; los apartados 58 (143-147) y 59 (147-149) se desgranan en apretada síntesis las maravillas realizadas en este tiempo ahora casi olvidado y que parecía no poder acabar jamás; ceguera; en el apartado 62, se siguen dando datos que nos muestran una economía en caída libre; El Roto y sus viñetas proféticas; “En el periódico del 2 de febrero de 1007 había veintiocho páginas de anuncios de venta de viviendas. En el de hoy no se anuncian” (63,154); expolio; en el apartado 65 se anotan las sinvergonzonerías de nuestros políticos; “vileza ética y estética” (68,162); “Cuando la barbarie triunfa no es gracias a la fuerza de los bárbaros sino a la capitulación de los civilizados” (69,166); “sedentarismo satisfecho” (70,168); Charlottesville; comparaciones entre EE.UU y España;   virtudes estadounidenses” (74,185); Recuérdalo tú y recuérdalo a otros, Luis Cernuda (76,189); 23F; No está el mañana ni el ayer escrito, dice  Antonio Machado” (79,195); “No estamos condenados a lo peor, ni el pasado nos ata a un porvenir inevitable; pero tampoco hay ninguna garantía de que durará lo bueno que hemos logrado (...)” (80,199); antifranquistas vs tradición democrática (84,209); “Lo que es impensable se vuelve común; lo que es tan común que nadie se fija, un poco después se ha vuelto inaceptable” (86,215);realidad poliédrica; “derechos irrenunciables: la educación, la salud, la seguridad jurídica que ampara el ejercicio de las libertades y de la iniciativa personal” (90, 222-3); “La clase política ha dedicado más de treinta años a exagerar diferencias ya ahondar heridas, y a inventarlas cuando no existían. Ahora necesitamos llegar a acuerdos que nos ahorren el desgaste de la confrontación inútil y nos permitan unir fuerzas en los empeños necesarios” (91, 225); “Quizás sería útil, para empezar, una rebaja general y limitada de las identidades, un tránsito de las firmezas rocosas a la ductilidad de los fluidos, de la pureza a la mezcla, del monolitismo al pluralismo” (92,226); “Es urgente medir nuestras apalabras para que lo que digamos no añada ni una brizna más a la confusión ni agrave innecesariamente el clima turbio de la discordia (94,231); “No hay sitio ya para la autoindulgencia, la conformidad, el halago” (95,233); diferencias entre Ámsterdam, NY y Madrid; ¿Se puede aprender de esta crisis? “Dice Antonio Machado: Qué difícil es/ cuando todo baja/ no bajar también” (104, 249); “Ha terminado el simulacro. (...) Después de tantas alucinaciones, quizás sólo ahora hemos llegado o deberíamos haber llegado a la edad de la razón “ (104,252-3).

Un libro donde la clase política es expuesta en lo que han sido y lo que son, pero no necesariamente ha de seguir siendo y haciendo , también pueden cambiar, como todos. Los dardos contra los excesos identitarios dará alas para sentirse agraviados. Cataluña está en esa deriva. Este libro no será bien recibido por el establishment catalán. Precisamente porque un ataque a los políticos catalanes, tan nefastos como los otros, será reinterpretado en clave nacional, no es un ataque a un partido, sino a Cataluña, y por extensión al pueblo catalán.

dissabte, 23 d’octubre del 2010

Tiempos difíciles: La novela de la Guerra Civil

“La noche de los tiempos” es la última novela de Antonio Muñoz Molina. La novela es muchas cosas, para empezar, una novela soberbia. Una historia intensa y extensa. Unos personajes que se muestran como son a lo largo de la historia. Una historia que nos refleja como españoles. El inicio de la guerra civil. Es la historia de un adulterio, pero también una historia de amor y desamor, de odios y mezquindades, de actos generosos y heroicos.

La intensidad del lenguaje impresiona. Cada palabra parece que está buscada para ser esa palabra y no otra la que tiene que estar ahí. Los personajes y sus circunstancias marcan sus destinos. La novela no es un panfleto político. Hay descripciones de los protagonistas históricos, especialmente, la figura de Juan Negrín que murió en el exilio.



La historia es simple, no como está estructurada y escrita, el protagonista de la historia es Ignacio Abel arquitecto, se enamora de Judith Biely, norteamericana que lo conoce en una charla sobre arquitectura popular en la Residencia de Estudiantes. La mujer de Ignacio Abel es Adela una mujer que cumple con el papel asignado a una condición subalterna, propia de la época. Adela descubrirá la infidelidad. Adela e Ignacio Abel tienen dos hijos, Lita y Miguel.

El proyecto de Ignacio Abel se llama “Ciudad Universitaria”, la aparición de Judith trastorna completamente la vida de Ignacio Abel. Éste había huido a Alemania para ampliar estudios, dejando a Adela al cuidado de su hijo pequeño. Allí tuvo una aventura. No esperaba volver a encontrar el amor y el deseo a estas alturas de su vida acomodada a la rutina.



Las circunstancias van creando las condiciones que acabarán por imponerse a todos. La guerra se va imponiendo lentamente, casi filtrándose en las vidas de todos los ciudadanos de Madrid. Ignacio Abel ajeno a los acontecimientos que tiene delante sólo piensa en su amor ciego y culpable.

Hay un recuerdo que aparece a lo largo de la novela una frase que taladra la memoria de Ignacio Abel: “ Ignacio, por lo que más quieras, ábreme, no dejes que me maten”. La trama de esa frase y el porque de lo que sucede es uno de los cabo bien atados de la novela.

Abel habla con Negrín sobre la situación y éste le dice: “bastarán dos generaciones para mejorar la raza, y nada de eugenesia, ni de planes quinquenales. Reforma agraria y alimentación saludable. Leche fresca, pan blanco, naranjas, agua corriente, ropa interior limpia; si nos dejaran tiempo, los otros y los nuestros...”(pág.585). He aquí sin duda un plan auténticamente revolucionario.

Negrín insiste: “ [hablando de los políticos]. Y para poner en práctica su delirio particular cada partido y cada sindicato lo primero que ha hecho ha sido inventarse su propia policía, sus propias cárceles y sus propios verdugos. Pero me niego a creer que todo esté perdido” (pág.704). Abel no es que se haya rendido es que simplemente aún no sabe lo que está pasando. El destino le tiene preparada una carta. La posibilidad de ir a EE.UU para construir un edificio en una universidad americana. Negrín se quedará, mientras que Ignacio Abel deja a su familia en la Sierra, no sabe si está en zona republicano o ha caído en el otro bando. No lo sabe, y no quiere saberlo, porque lo único que busca desesperadamente es a Judith. Finalmente, Abel llega a su destino....

Tengo la secreta convicción que una segunda parte de la novela no sería nada descabellado. El arte literario que derrocha Muñoz Molina es impresionante. Pocas novelas provocan el sentimiento de estar delante de una obra total. No es una novela de historia, pero retrata perfiles grises de una época que aspiraba a otra cosa de lo que acabo sucediendo. Ese legado envenenado del que aún cuesta desprenderse. Esta novela no es moralistas, no marca quienes son buenos y malos, los muestra como son, y al hacerlo, los deja sin coartadas de ningún tipo. Somos los lectores quienes podemos redimirlos o condenarlos, pero eso ya no es asunto del escritor.