dissabte, 25 d’abril del 2020

El Covid-19 no lo puede todo


“Toda muerte deja una herencia, lo que en vida fue del que se ha ido y que aparecía ante los ojos de los que le amaban en diversas formas como algo cierto – casi “una cosa”-, al desaparecer el soporte personal, se traspasa a las vidas de quien lo lloran. Y le sigue la aparición de algo del que murió en los consanguíneos, que toca a lo más íntimo y sustancial de la vida, algo que nos lleva a sentir, en la persona viviente, algo así como una sustancia*. (…)” (pág.269)



María Zambrano, El hombre y lo divino, LB, Alianza Editorial, Madrid, 2020

divendres, 24 d’abril del 2020

dilluns, 13 d’abril del 2020

El pasado es también futuro: Makbara

El gobierno apuesta que este lunes, el virus se comportará para dar paso a la economía. ¡Todos a trabajar!, excepto lo que no tengan trabajo y las clases pasivas, así como docentes y menores. La salud es un bien que a pesar de todo puede ser puesto en cuarentena. Inevitablemente, me ha hecho recordar un texto que en su momento utilizaba para las clases de ética. ¡Hoy sería incomprensible para nuestro adolescentes que se creen, todos ellos, estrellas potenciales de Instagram, o cualquier plataforma social. Veo con asombro que todos los "espontáneos artistas" son capaces sin ningún rubor, cantar lo que primero les pasa por la cabeza y creer además, que es una auténtica genialidad. Además, un coro de millones de adictos a esas redes los encumbrar, al menos hasta mañana. Seguramente, las medidas que el gobierno ha decretado pasarán factura a esa tercera edad que con tanto  esfuerzo y sacrificio,dio lugar a este estado del bienestar que está amenazado por la frivolidad de los gobiernos.

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“una evidencia: las conquistas sociales de nuestra época resultan cada día más onerosas para el bolsillo de un contribuyente abrumado ya de impuestos y cargas en estos difíciles tiempos de crisis: significa ello que debamos tirar por la borda lo que constituye sin duda un paso gigante hacia la seguridad y el progreso de la especie humana? : podemos acaso dar marcha atrás sin desdecirnos abiertamente de nuestros dogmas y renunciar a nuestras creencias optimistas en cuanto al avance de la historia? : la respuesta es a todas luces negativa y cualquier decisión en este sentido conculcaría nuestros principios de libre juego y sentido de responsabilidad : estimamos indispensable, al revés, tomar al toro por los cuernos y afrontar el dilema con arrojo e imaginación: nuestra propuesta? : muy simple: reducir espectacularmente el presupuesto del Welfare State mediante una forma superior de concienciación: infundir en minusválidos, enfermos, lisiados y, en general, todas aquellas personas que componen lo que los medios informativos eufemísticamente designan la tercera edad, una visión clara y objetiva de su triste condición de parásitos: elementos inútiles que no producen lo que consumen y que, en buena lógica, deberían abstenerse de consumir : establecer cursillo radiotelevisados sobre el tema y abocarlos suave, pero firmemente a la única solución racional : su desaparición espontánea por motivos de dignidad: aconsejamos por ello a nuestros espectadores y radioescuchas: retírense a tiempo! : no impongan innecesariamente a los suyos la imagen execrable de su decadencia física y espiritual!: nosotros nos ocuparemos en facilitarles el tránsito a un estado de reposo perfecto: los gastos de la operación correrán naturalmente a cuenta del erario público y nos honraremos de ofrecerles en prima, a usted y a su familia, un inolvidable, magnifico funeral!"


Juan Goytisolo, Makbara, Biblioteca breve, Seix Barral, Barcelona, 2ª 1980.

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Impresionante (Awesome)



Una versión sublime (a sublime version)




dissabte, 11 d’abril del 2020

Covid-19: Contradicciones e incertezas

Sigue el confinamiento. Sin embargo, a partir del lunes, el gobierno central ha decidido que el virus, puede esperar, mientras la economía no. Así que ha decretado que se puede volver al trabajo. Adiós al virus. Por Decreto se hace inocuo. ¡Enhorabuena!.

¿Es un chiste malo y peligroso? Han dicho que se repartirán mascarillas, pero, ¿dónde?. En Cataluña, no han acogido con entusiasmo la medida, pues, no está avalada por las “Comisiones Científicas”. Puedo entender que la economía se ha venido abajo, pero, la salud ciudadana ha de ser la prioridad, más de 16356 personas fallecidas, son más que un argumento de peso para mantener el confinamiento. Nuestro problema es que la situación económica es desesperada. Hemos gastado lo que no tenemos, pero los socios europeos, nos dicen que es necesario devolver los préstamos que el BCE emite. No son de gratis. 

“A Holanda i Espanya els governs gasten una part molt semblant de la producció del país: el 2018 el 42% del producte interior brut (per ser precisos, unes dècimes més a Holanda). No passa el mateix amb els impostos i contribucions cobrats pels governs: a Espanya, el 2018, els ingressos dels governs van ser el 39,2% del PIB; en canvi, a Holanda la pressió fiscal imposada sobre els ciutadans va ser el 43,5% del PIB. Per tant, a Espanya va haver-hi un dèficit fiscal del 2,5% del PIB, mentre que a Holanda va haver-hi un superàvit fiscal de l’1,5% del PIB. I si comparem Alemanya amb Itàlia, tots dos més grans, trobem que a Itàlia els governs van gastar més que a Alemanya, però que van cobrar menys impostos als ciutadans. El resultat, semblant: a Itàlia, dèficit fiscal, i a Alemanya, superàvit. Per això, en els anys d’expansió del 2014 al 2019, Alemanya i Holanda van reduir molt el seu deute públic, mentre que a Itàlia i Espanya es va mantenir pràcticament igual, i molt per sobre del centre i nord d’Europa.” (Germà Bell, Menys ‘coronabons’ i més reformes, Ara.cat, 9-d’abril 2020)




["En Holanda y España los gobiernos gastan una parte muy parecida de la producción del país: en 2018 el 42% del producto interior bruto (para ser precisos, unas décimas más en Holanda). No ocurre lo mismo con los impuestos y contribuciones cobrados por los gobiernos: en España, en 2018, los ingresos de los gobiernos fueron el 39,2% del PIB; en cambio, en Holanda la presión fiscal impuesta sobre los ciudadanos fue el 43,5% del PIB. Por tanto, en España hubo un déficit fiscal del 2,5% del PIB, mientras que en Holanda hubo un superávit fiscal del 1,5% del PIB. Y si comparamos Alemania con Italia, ambos mayores, encontramos que en Italia los gobiernos gastaron más que en Alemania, pero que cobraron menos impuestos a los ciudadanos. El resultado, similar: en Italia, déficit fiscal, y en Alemania, superávit. Por eso, en los años de expansión del 2014 al 2019, Alemania y Holanda redujeron mucho su deuda pública, mientras que en Italia y España se mantuvo prácticamente igual, y muy por encima del centro y norte de Europa. " (Germà Bell, Menos 'coronabons' y más reformas, Ara.cat, 9-abril 2020)]


Gracias a los gobiernos del PP, la presión fiscal fue menor, especialmente  para las grandes fortunas, no así para las clases medias. ¿Cómo esperan que Holanda o Alemania se solidaricen con España o Italia? No es un problema de solidaridad, sino de esfuerzos fiscales. La idea de reducción fiscal ha sido uno de los caballos de batalla. El PP ofreciéndose como  el adalid de la bajada de impuesto frente a una izquierda que solo piensa en subirlos. Un problema añadido es que en España hay una enorme bolsa de fraude fiscal, que aún hoy, no se ha combatido.

El gobierno central ha decidido, pues, que la normalidad se haga realidad a partir del lunes. Tenemos gobiernos ineficaces e inoperantes. Esta crisis ha puesto de manifiesto los déficits en la toma de decisiones, a pesar que contábamos con lo que sucedía en Italia. Pero no lo hemos hecho mucho mejor. A estas alturas de la pandemia, los test para determinar si una persona tiene o no tiene el Covid-19, se han hecho a cuentagotas. La centralización en las compras no parece que haya sido una idea muy acertada, pero el afán de protagonismo del gobierno central, ha hecho que el caos y la incertidumbre se convirtieran en normalidad. ¿Es posible que el ejecutivo pueda volver a suspender las actividades no esenciales? Si fuera así, su descrédito sería enorme. Se asume un gravísimo riesgo al dejar que la ciudadanía vuelva al trabajo. Sin embargo, para cuestiones menores, se sigue en modo confinamiento. ¿Se puede ir al trabajo, con los medios de transporte públicos, pero no se puede ir a correr en solitario? Es difícil explicar porque si en un caso y no en el otro. Si lo que se trata es de evitar la propagación del virus, parece que la opción de ir todos al trabajo –aquellos que aún sus empresas no estén afectadas por los ERTOS- resulta infinitamente más peligrosa que ir a correr en solitario.


Se hablaba de cataratas de dinero para la ciudadanía, pero me temo, como siempre, que los gobernantes salen en la TV declara tranquilamente que nos ahogaremos en millones de €, para después, esos millones sólo eran humo. El gobierno central ha tenido la oportunidad de romper con la cultura del dinero negro. Sólo hacía falta que los autónomos pudieran demostrar –declaraciones de IVA- o IRPF, lo que han dejado de facturar, para que el gobierno pudiera subvencionar en esas cifras. De esta manera, muy probablemente, muchos de ellos hubieran cambiado su manera declarar. No se ha hecho, porque probablemente, el dinero negro es uno de los lubricantes de nuestra economía informal.

La incertidumbre es muy difícil de prever. Nuestros expertos, existe un auténtico batallón de ellos, explican recetas contradictorias. Nadie sabe muy bien cómo será el futuro próximo. Una de las razones es que nos atenemos al pasado. El futuro no es la reedición de lo pasado, pues, el pasado también se traslada al futuro, cambiando la faz de lo que ha de suceder. Explicar lo que nos ha sucedido, es la manera que tenemos de hacernos la ilusión que lo controlamos todo, incluso lo que no hemos podido controlar. La historia nos explicará lo que ha sucedido. Incluso, habrá quien pueda decir, “os lo dije”, pero lo cierto, que en lo tocante a este auténtico cisne negro que ha sido el Covid-19, nada ha salido como esperábamos. La realidad ha superado todas las expectativas que la imaginación hubiera podido crear. Todos los ciudadanos de nuestro planeta han sido afectados en mayor o menor medida. El sistema productivo se ha visto alterado, incluso paralizado. La cifra de muertos supera los cien mil muertos. https://www.worldometers.info/world-population/ ahora mismo, según la página Worldometers, desde inicios de año han muerto 16.355.697 personas. Visto en perspectiva, el Covid-19, no parece muy preocupante. No es una afirmación cínica. Lo que sucede es que nos afecta, especialmente, a Occidente y en concreto, a Europa. Y ¡eso lo cambia todo!

dijous, 9 d’abril del 2020

Fragmentos (in)actuales

“La deificación parece ser un proceso “natural” en el hombre. Las religiones no lo inventan, lo suponen. Ninguna podría haberlo hecho valer si no fuese “un supuesto” de la vida humana. Por el contrario, el papel de algunas parece haber sido el de contener esta tendencia espontánea del corazón humano; este apetito de hacerse divino que el hombre tiene y que una y otra vez surge, aún de los desengaños más atroces, como un fuego inextinguible.

Anhelo de deificación que llega, como todos los anhelos profundos, a ser delirios. (pág. 184)




Nota: 

María Zambrano, El hombre y lo divino, LB, Alianza Editorial, Madrid, 2020

divendres, 3 d’abril del 2020

El Covid-19: Un cisne negro en nuestras vidas

El Covid-19 se ha convertido en un Cisne Negro. Es decir, en un suceso imprevisible que por sus dimensiones y alcance nos hace quedar a todos en el desamparo cognoscitivo. Lo imprevisible, el azar son fenómenos que nos incomodan extraordinariamente. Nos dejan sin reflejos, y sólo posteriormente, empezamos a elucubrar explicaciones racionales para domesticar lo imprevisible.

Ahora, es fácil ver lo que ha sucedido, podemos seguir siendo sorprendidos por el fenómeno viral. Oír que a miles de kilómetros hay una enfermedad que ha empezado a colapsar una ciudad, no parece nada del otro mundo. Imaginamos, gracias a nuestra tendencia a explicarlo todo, que no hay nada que pueda sorprendernos, pero lo cierto es que sí nos sorprenden. Estamos muy mal preparados para la incertidumbre, el azar, el caos. No nos gusta reconocer que no controlamos lo que acontece.


El Covid-19 es un Cisne Negro, como lo fue el 11-S o el caos económico de 2008. Sucesos altamente improbables que debido a una multitud de factores acaban convirtiendo lo imposible en posible. El conocimiento científico supone que la experiencia acumulada nos da un plus de previsión sobre los hechos, pero resulta que no es así. Los cisnes negros expresan lo inesperado. El clásico “Todos los cisnes son blancos” era un hecho absolutamente evidente, hasta que se descubrió en Australia que habían cisnes negros. ¿Cómo queda aquella afirmación que tenía la fuerza de un teorema? El Covid-19 nos ha vuelto a recordar que no nos podemos dormir en los laureles de lo que ya sabemos. Es aún más importante lo que no sabemos. 

La experiencia humana, lo que nos sucede, es producto de una multiplicidad de concausas. Siguiendo a Taleb, “la mente humana padece tres trastornos cuando entra en contacto con la historia, lo que yo llamo el terceto de la opacidad. Son los siguientes:

1.- la ilusión de comprender, o cómo todos pensamos que sabemos lo que pasa en un mundo que es más complicado (o aleatorio) de lo que creemos;
2.- la distorsión retrospectiva, o cómo podemos evaluar las cosas sólo después del hecho (…); y
3.- la valoración exagerada de la información factual y la desventaja de las personas eruditas y con autoridad, en particular cuando crean categorías, cuando “platonifican””. (pág.49)

Por supuesto, después del Covid-19, la ciencia médica nos podrá decir muchas cosas, incluso, conseguirá una vacuna. El problema es lo que nos espera, el futuro incierto e inesperado. El mundo en el que vivimos es tan complejo e interactúan tantos factores, que sólo nos queda prepararnos para el siguiente “cisne negro”. No estamos equipados en nuestro cerebro para gestionar el futuro, a pesar de que seamos fértiles en imaginación, pero aún así, hay límites, somos hijos de un determinado contexto histórico y cultural. Nos gustaría controlarlo todo, pero el Covid-19 nos ha demostrado que no es así.

Nota:

Nassim Nicholas Taleb, Cisne Negro. El impacto de lo altamente improbable. Ed. Booket, Barcelona 2015.

dimecres, 1 d’abril del 2020

El Covid-19: Momento para la reflexión


Estem empotrats dins de casa. Hi ha ordres per fer-ho, i com som tots plegats bons ciutadans, qui remei toca, ens quedem a casa. Però hi ha molta gent que casa seva no es ben bé casa seva, perquè estan de lloguer. Tenen un habitatge provisional. La vivenda passa per ser un dret constitucional, però per aquest món en que vivim, no es fonamental. Però com potser això? Viure a casa sense sortir al carrer. Si tens coses a fer, el temps anirà passant, però i si no tens res a fer? Hi ha gent que no sap entretenir-se, llegir, escoltar música, no fer rés de rés, pensar, jugar amb els fills si entens, jugar amb els animals de companyia si tens, deixar el mòbil una estona. Parla amb els de casa.

[Estamos empotrados dentro de casa. Hay órdenes para hacerlo, y como somos todos buenos ciudadanos, que remedio toca, nos quedamos en casa. Pero hay mucha gente que su casa no se bien bien su casa, porque están de alquiler. Tienen una vivienda provisional. La vivienda pasa por ser un derecho constitucional, pero para este mundo en que vivimos, no es fundamental. Pero ¿como tal esto? Vivir en casa sin salir a la calle. Si tienes cosas que hacer, el tiempo irá pasando, pero y si no tienes nada que hacer? Hay gente que no sabe entretenerse, leer, escuchar música, no hacer nada de nada, pensar, jugar con los hijos si tienes, jugar con los animales de compañía si tienes, dejar el móvil un rato. Habla con los de casa.]


Ara tenim temps per nosaltres, i de cop, comença la tasca de pensar amb el que fem o no fem. Pensar el després de tot això. La meva empresa tancarà i amb dirà adéu? Si sóc autònom podré mantenir els clients? Podré sobreviure a aquest desastre? No tothom sortirà de la mateixa manera aquesta crisi. Amb les noticies que ens donen, pensar que no tinc aquest virus, semblarà una sort, tenint en compte el numero de morts que cada vegada es més alt. Pensar la mort. Què difícil es fa de pensar-hi. Sembla que la mort està feta per els altres. Ens creiem invulnerables, però això no és real. La gent mort, cada dia. Ara la mort té la disfressa del Covid-19. Com el trànsit està paralitzat, no hi ha accidents de cotxe. Encara hi ha infarts, o donant males noticies a persones que se li diagnòstica un càncer. La mort es la nostra companya inseparable. Ningú pensa en ella, es clar, però existeix. A partir de una certa edat, comença a fer-se visible. Tots tenim amic o coneguts que moren, i tu, comences a pensar que això també et tocarà. Vivim amb una societat que l’esperança de vida es de les més altes del món, però amb aquesta pandèmia, el avis moren sols i abandonats, com si fossin trastos que van directa cap a l'oblit, destí tots nosaltres.


[Ahora tenemos tiempo para nosotros, y de golpe, comienza la tarea de pensar con lo que hacemos o no hacemos. Pensar el después de todo esto. Mi empresa cerrará y me dirá adiós? Si soy autónomo podré mantener a los clientes? ¿Podré sobrevivir a este desastre? No todo el mundo saldrá de la misma manera esta crisis. Con las noticias que nos dan, pensar que no tengo este virus, parecerá una suerte, teniendo en cuenta el número de muertes que cada vez es más alto. Pensar la muerte. Qué difícil se hace pensarlo. Parece que la muerte está hecha para los demás. Nos creemos invulne-rables, pero esto no es real. La gente muere, cada día. Ahora la muerte tiene el disfraz del Covidien-19. Como el tráfico está paralizado, no hay accidentes de coche. Todavía hay infartos, o dando malas noticias a personas que se le diagnostica un cáncer. La muerte es nuestra compañera inseparable. Nadie piensa en ella, claro, pero existe. A partir de una cierta edad, empieza a hacerse visible. Todos tenemos amigos o conocidos que mueren, y tú, empiezas a pensar que esto también te tocará. Vivimos con una sociedad que la esperanza de vida es de las más altas del mundo, pero con esta pandemia, los mayores mueren solos y abandonados, como si fueran trastos que van derechos el olvido, destino todos nosotros.]