dilluns, 26 d’abril del 2010

El hombre sonriente.


La novela de Mankell  titulada “El hombre sonriente” aborda una nueva temática. ¿Qué tipo de personas hay detrás de las grandes corporaciones? En esta nueva entrega Wallander  se enfrenta a un nuevo tipo de criminal. Éste ya no es el clásico delincuente si no que estamos delante de una tipología nueva. Aquel que tiene poder y cree que pueda hacer cualquier cosa porque está por encima de toda sospecha.

El punto de arranque de la novela es la muerte de un abogado, Gustatf Torstensson. En la investigación preliminar se determina que ha sido un accidente. Wallander que ha pasado por un infierno personal debido a los acontecimientos provocados por su anterior investigación en la que tuvo que hacer frente a un asesino implacable y, para defender su vida, tuvo que matar. Éste hecho lo llevó a una profunda depresión pensando seriamente en dejar la policía.

En las playas de Jutlandia, en Skagen, intentando asimilar su experiencia traumática, es abordado por el hijo del abogado muerto aparentemente en accidente, Sten Torstensson, que conocía a Wallander. Le confiesa sus dudas acerca de ese accidente. Tiene el presentimiento de que detrás de ese accidente haya algo más pero no tiene ni certezas ni pruebas. De la conversación que tienen detecta miedo.

Cuando Wallander se reincorpora a la policía y se ve inmerso en la  investigación del presunto accidente del padre  de Sten Torstensson. Poco después es asesinado Sten  en su despacho de un tiro en la cabeza. A partir de aquí, empieza a pensar en la conexión entre el accidente el padre y el asesinato del hijo. Reconoce el lugar del accidente y descubre accidentalmente la pata de una silla. A partir de ahí, toma conciencia de que el presunto accidente no era tal.





Las pesquisas llevan a una conclusión: la causa de la muerte del padre y el hijo tienen que ver con su actividad profesional. Gustatf Torstensson tenía como cliente exclusivo a un magnate de la industria, Alfred Harderberg. Es a partir de aquí que Wallander intentará establecer nexos de conexión entre estas muertes y el magnate. Este vive en el castillo de Farnholm. El magnate atiende a sus negocios por todo el mundo. La economía global hace que los negocios, las oportunidades se encuentran en cualquier parte del mundo. Por ello necesita estar en permanente movimiento. Wallander llama al castillo para concertar una entrevista con el magnate.

La visita finalmente se realiza y en medio de la entrevista Wallander entrever la posibilidad que el culpable de esas muertes sea quien tiene delante a pesar de la falta de pruebas. La sonrisa que exhibe el magnate le parece un a Wallander un signo de culpabilidad  y por ello tratará por todos los medios que esa sonrisa se le borre de la cara.

La investigación adquiere unos perfiles borrosos, las pruebas son poco claras, se rastrea cualquier conexión entre el despacho de abogados y Alfred Harderberg. El jefe de Wallander, Björk, así como el fiscal, le piden que vaya con cuidado, pues, delante tienen a un prohombre de las finanzas suecas. En una de las entrevistas a la antigua secretaria de los abogados asesinados la señora Dunér, Wallander descubre una mina en el jardín de la señora Dunér. El listín telefónico será la prueba que confirma que han puesto una bomba. La inquietud se adueña de la investigación. Además Wallander y Ann-Britt Hölglund son vigilados por un coche mercedes cuando acuden a una entrevista para seguir una de las pistas. En ella aparece el nombre de Lars Borman, que había aparecido en la investigación. Sin embargo, éste había muerto, oficialmente se había suicidado. Era auditor de cuentas y había investigado un desfalco en la administración. Wallander tiene la convicción que todos cabos sueltos de la investigación debían tener su origen en el castillo de Farnholm y a Alfred Harderberg quien los movía.

¿Por qué alguien  que  tiene poder económico y social puede ser el instigador de los asesinatos?  Los hechos, excepto, la muerte de Gustatf Torstensson, Harderberg se hallaba fuera del país. ¿Podía ser alguien ajeno al castillo? Wallander creía que no. Había que seguir buscando, pero el tiempo para investigar se estaba acabando.

Logran introducir a alguien en el castillo. Y esa voz dará una señal que marca el principio del fin para la investigación. En el castillo se preparan las maletas para marcharse. Wallander lo interpreta como un signo más que van por la buena dirección. No voy a seguir contando lo que sucede.

Finalizo, Henning Mankell es un escrito que utilizando un género literario, la novela negra, va más allá de ella, para hacer un análisis de su sociedad, la sueca, y por extensión, nuestra sociedad. Sus radiografías son una buena muestra de lo que le sucede, de las paradojas a las que se enfrentan, de los dilemas morales en los que se ven envueltos los protagonistas, especialmente, Wallander, hacen de Mankell un autor de primer orden. Además, son aditivos, por ello conviene atenerse a las consecuencias, si empiezas, después no vale quejarse de que no hay manera de dejarlo. ¡Quién avisa no es traidor!

dilluns, 19 d’abril del 2010

Wallander y el enigma Sudafricano


¿Qué relación existe entre el asesinato de una agente inmobiliaria, la aparición de un asesino profesional negro y la ominosa  aparición de un auténtico agente de la guerra fría?

La respuesta a estas cuestiones son las que trata de desentrañar la novela de Henning  Mankell “La leona blanca”. La novela adquiere perfiles internacionales e indaga sobre el final del régimen racista de Sudafrica al final del mandato de F. De Klerk y la necesaria transición de poder desde la minoría blanca a la mayoría negra de N.Mandela.

La novela es extensa e intensa. Wallander será un peón más en una conspiración tramada en Sudáfrica por blancos que no quieren perder el poder absoluto. Traman un golpe que de acabar con éxito supondría un baño de sangre y una escisión insuperable entre negros y blancos. Y es que desde la perspectiva de estos boers fanáticos la lógica es sencilla: cuanto peor, mejor.

¿Qué tiene que ver todo esto con Ystad (Suecia)?  La novela se desarrolla en paralelo entre Ystad y Ciudad del Cabo, así como otras ciudades sudafricanas, la conexión se llama Victor Mabasha. Éste lleva de cicerone en Suecia a unos de los personajes antológicos de la novela,  Anatoli Konovalenko. Éste es un fósil de la guerra fría que tiene como radiante porvenir afincarse en la Sudáfrica racista.Y es que los extremos se tocan. Del paraíso soviético al jardín sudafricano. Para ello está conectado en Jan Kleyn que es miembro de los servicios secretos de Sudáfrica y principal cabecilla de la conspiración que ha puesto en marcha.


Todos tenemos nuestros secretos. También Jan Kleyn. Se llama Miranda. Es negra. Y la Sudáfrica del apartheid es delito los matrimonios mixtos. Para Jan Kleyn es una pasión que se queda encerrada entre cuatro paredes. No sabe que Miranda lo odia hasta la médula. Esa es la debilidad del apartheid. Los blancos lo toman como sumisión, pero ésta atiza una pasión profunda contra ese sistema que embrutece a los blancos y deja a los negros en las puertas de servicio de cada vivienda de los blancos. Son invisibles en su propio país. La grandeza de N.Mandela fue pedir un gesto de generosidad sin precedentes. Para Mandela Sudáfrica es lo suficientemente grande para que convivan blancos y negros. No hubo revancha como algunos temían, la revolución que se llevo a cabo fue de índole democrática.  El gesto de reconciliación entre Mandela y De Klerk , entre negros y blancos, sello la posibilidad de una transición políticos sin precedentes.

En toda trama siempre aparecen víctimas colaterales y en esta novela no faltas. La primera se llamaba Louise Ǻkerblom. Su asesinato será el punto de partida para que Wallander vaya adentrándose en un mundo cada vez más violento e incomprensible.

A medida que investigan la desaparición de Louise parece que no hay pistas a seguir, pero la casualidad, quiso que accidentalmente fuese encontrada en un pozo con un tiro en la frente. Es evidente que la desafortunada Louise se encontró en el lugar inadecuado y en el momento más inoportuno. El asesino que la mato podía haberse ahorrado el trabajo, pero no quería ningún cabo suelto. Así que decidió por lo seguro, matar. Konovalenko es el artífice de un reguero de muertes, entre ellos a policías, a su pupilo Víctor.
Los planes de Sudáfrica llevan su curso y se espera lo mismo en Suecia, por ello Konovalenko quiere impresionar a Jan Kleyn. Le miente diciendo que todo va bien, pero las cosas se le van de las manos. Víctor no da la talla a pesar de ser un asesino a sueldo. Su muerte supondrá la aparición de un nuevo sustituto Sikosi Tsiki. Suecia es el escenario del entrenamiento para atentar en Sudáfrica. Wallander avanza en sus investigaciones y está llegando a la figura ominosa de Konovalenko.

Wallander descubre la casa franca donde ha huido del  anterior cerco policial. En la persecución Wallander tendrá que sobrevivir a su prueba de fuego. En medio de la niebla y dentro de un campo cercano al mar, tendrá que hacer uso de las armas para poder salvar su vida. Mata al socio de Konovalenko.  Éste ya había preparado diferentes escenarios alternativos para salir airoso, secuestra a la hija de Wallander, Linda. La mujer de Rykoff, Tania, logra que puede escaparse de lo que sabe una muerte segura, pero su acción le costará la muerte a manos de Konovalenko que se ensaña con ella.  Hay persecuciones y carreras y finalmente Konovalenko se estrella con su coche que se incendia y muere abrasado.

El asesino sudafricano logra escapar hacia Sudáfrica, la suerte y la negligencia de la policía logra alcanzar su objetivo. El día previsto está en posición de tiro para acabar con cualquier esperanza entre negros y blancos. Sin embargo, la policía sudafricana logra dar con el asesino desbaratando en el último instante la catástrofe.

En fin, una novela que va más allá de la literatura, pues, su mensaje es de esperanza: la reconciliación es posible. La vida en común es necesaria y puede llevarse a cabo a pesar de una historia que hacía presagiar desastres, la sociedad liderada por políticos que tuvieron el coraje de mirar hacia el futuro y no al pasado pudieron construir los puentes necesarios para pasar de una sociedad basada en el apartheid a otra sociedad democrática donde todos sin excepción son necesarios.

dijous, 8 d’abril del 2010

La pesca de salmón en Yemen

La obra de Paul Torday editada por quinteto/Salamandra es un buen ejemplo de periodismo-literario. La novela tiene una estructura formal novedosa. Se utilizan en ellas fragmentos de diferentes fuentes: emails, fragmentos de diarios personales, entrevistas, correspondencia, interrogatorios, y el resultado es una novela inconclusa. Vale, tiene un final inesperado, pero el resultado no es literatura. Un collage que no acaba de llegar a su masa crítica. Siendo su opera prima, hemos de esperar que el escritor sea capaz de llegar a esa masa crítica, que supone algo más de lo que aquí aparece. 

La obra se centra en una propuesta descabellada, la pesca de salmón en Yemen. ¿Es posible? La respuesta del protagonista Alfred Jones, es inequívoca, no. Pero, cuando diferentes actores se ponen en marcha para conseguir un objetivo, los planes cambian. Del no radical, acaba convirtiéndose en un sí apasionado. A lo largo de la obra, nos enteramos del proceso vital del salmón.



Unos buscan la viabilidad del proyecto y otros buscan notoriedad y publicidad en nombre de las buenas relaciones entre Inglaterra y los países islámicos. Hay un jeque que tiene un sueño, pescar en su tierra en la zona de wadi Aleyn. Tiene medios y una determinación basada en su fe. Los personajes que aparecen son planos, pero hay destellos, entre ellos destaca la extraña pareja del protagonista, y la señora Jones, Mary. Los emails que se envían son sin duda de lo más interesante. No porque se digan cosas profundas, sino por lo que no se dicen. Los demás personajes cumplen su función, especialmente, Peter Maxwell, portavoz del primer ministro. Sus apariciones son un buen cliché de soberbia y manipulación. Si todo va bien, el mérito será nuestro, si se fracasa, nosotros no hemos tenido nada que ver en ello.




Finalizo, no vale la pena leer el libro. Hay muchos libros. Sigo leyendo la serie Wallander de Menkel, que si es literatura y ante la posibilidad de elegir, mejor  Menkel. En la próxima entrega hablaremos de “La leona blanca” de Menkel.

Zarité...........Allende: La Isla bajo el mar


La novela de Isabel Allende, “La isla bajo el mar”, es la historia de Zarité una esclava que con su mirada,  su empeño por sobrevivir  a la adversidad eleva su historia a la condición de un mensaje de esperanza.

La historia se desarrolla en la antigua La Española, cuya denominación por los franceses es Saint-Domingue, y posteriormente Haití. La novela se inicia con una confesión de la propia Zarité sobre lo que ha sido su vida. En su balance escueto afirma: “En mis cuarenta años, yo, Zarité Sedella,  he tenido mejor suerte que otras esclavas” (pág.9).

La historia es también el retrato atroz de la esclavitud. Su inhumana presencia en las virtuosas casas de los terrateniente blancos es un ejemplo de las ideas que destruyen la dignidad humana.  El terrateniente de la historia es Toulouse Valmorain. Llega a la isla en 1770, era joven e ingenuo, sin saber nada del origen de sus riquezas. Su padre lo llama para que se ocupe de su hacienda. La historia va narrando el paisaje de degradación personal y moral de Toulouse.  Zarité entra en la hacienda denominada Saint-Lazare con nueve años. Es esclava de nacimiento y su condición la hace invisible para los blancos.

La historia adquiere perfiles comunes al trato dado por los blancos a los esclavos. No se permitían pensar por un instante lo que se les hacía. Eran una propiedad como los muebles, o los árboles. Se los utilizaba y explotaba sin ningún miramiento ni remordimiento. Tal vez al inicio el joven Valmorain tuviera escrúpulos, pero rápidamente los dejará atrás. Zarité es una sombra que trabaja diligentemente. Valmorian contrae matrimonio con una española Eugenia García del Solar. Zarité será su ayuda de cámara. Sin embargo, Eugenia se adaptará mal al entorno de Saint-Lazare, y lentamente irá perdiendo la cordura. En está situación Toulouse Valmorain buscará desahogo en Zarité.  No importa si la viola, porque para el amo es algo que se hace. Está en su derecho. De esas noches donde el amo penetra a Zarité queda embaraza pero el amo no quiere saber nada y arrancan al bebé de las manos de su madre. Le dicen que lo darán a una familia que pueda acogerla. Los escogidos son el teniente Étienne Relais y Violette Boisier, Zarité había estado al inició al servicio de la bellísima Violette. Ésta era mulata, había conocido a Toulouse anteriormente, pues, ella se dedicaba a dar placer a los que podían permitírselo. Y el teniente había quedado prendado de su bella y vitalidad.


La salud de Eugenia hizo necesario trasladarla a Cuba donde residían anteriormente, junto a su hermano Sancho. Lo cierto es que después de su momentánea recuperación vuelven a la isla. Allí concebirá un hijo. Las esperanzas de Toulouse renacen ante la llegada de su primogénito que permitirá que el apellido Valmorain y sus propiedades pasen a sus descendientes. Lo llamaron Maurice.



La misión de Zarité fue ciudar a Maurice, pues, Eugenia volvía a un estado de melancolía infinita. La isla corría aires de revuelta. Los esclavos intentaban huir a las montañas en busca de la libertad.  Los desgraciados que cogían eran ajusticiados. En Saint-Lazare el lado siniestro lo representaba la figura de Prosper Cambray. El jefe de capataces era la perfecta herramienta para imponer el terror. En Saint-Lazare aparecía un ilustrado el doctor Parmentier. Él era la voz de la conciencia de Valmorain. Sus discusiones acerca de la esclavitud habían removido ligeramente la conciencia Toulouse Valmorian. El médico aprendía del saber de Tante Rose que vivía en la plantación y era hechicera oficial. Su saber de plantas y recetas caseras sorprendían al doctor por su eficacia y simplicidad.

Zarité seguía cumpliendo los deseos de su amo, ciudar a su hijo y calentarle su cama. Las revueltas se suceden. En las montañas se refugian los esclavos huidos que sueñan con la libertad. En las cocinas descubrirá Zarité el verdadero amor, Gambo.  Pero esté quiere la libertad. Zarité queda en cinta de Gambo, de esa unión nacerá Rosette.

El levantamiento de los esclavo lleva a Gambo a las montañas. Zarité piensa en el futuro y su hija. Cuando los esclavos abandonan Saint-Lazare, Zarité toma el mando de la situación y convence a Toulouse de abandonarla antes de que sea demasiado tarde. Hacerle caso, salvará la vida de ellos. En su huida tendrán que salvar los peligros de unos caminos inseguros. Llegan a Le Cap, la batalla parece inminente, los blancos con la ayuda del ejército esperan vencer, pero la unión de los esclavos hace batalla sea sangrienta. Logran huir en el caos hacia uno destino.

El nuevo destino será Luisiana, Nueva Orleans será el nuevo escenario. Sancho había adquirido tierras en nombre de su cuñado. Se proponen reconstruir su hacienda en la nueva tierra prometida. Aparecen nuevos personajes, el más importante es, Hortense Guizot que se casará con Toulouse Valmorian. Y con Hortense en escena, Zarité queda relegada con su condición de esclava. Toulouse había escrito en un papel la libertad de Zarité y su hija. Y Zarité le recuerda su promesa. Maurice y Rosette con sus juegos de niños crean lazos que los conducirán a un exilio forzado. La suerte está echada. El destino ha querido que los dos hermanos de padre se echen en brazos el uno del otro. Maurice sale en busca de fortuna, pero la fortuna no ha acompañado a Rosette que ha caído en las redes de Hortense que hace que la detengan y la encierren bajo una acusación falsa.

Zarité es ahora libre, también ella ha redescubierto el amor con Zacharie. De esa relación nacerá Honoré. Rosette sale de prisión debilitada y destruida, pero aún es capaz de dar a luz a Justin Solar. La da vida, pero ella muere. Zarité ha nacido esclava, pero ahora es libre. Por eso, su vida, a pesar de todos los horrores y humillaciones que ha sufrido, es feliz, por eso baila y acompañada de Erzuli, “vamos juntas galopando a visitar a mis muertos en la isla bajo el mar. Así es.” (pág.511)