dilluns, 14 de juny del 2010

Cercas y el 23-F

Javier Cercas.- Anatomía de un instante.

Javier Cerca se aproxima a lo que Thimothy Garton Ash habla de la “historia del presente”. El propio Cercas nos dice que no es estrictamente un libro de historia, pues, no es un historiador profesional. Tampoco es una novela de ficción que tiene como escenario el 23-F.

La ocasión para analizar el 23-F es la imagen del aún Presidente del Gobierno, Adolfo Suárez en el hemiciclo del Congreso solo junto a Gutiérrez Mellado y Carrillo en sus escaños. Esta imagen de desolación y abandono hace que Cercas se plantee diferentes preguntas que al mirar a ese pasado no tan lejano nos da la sensación que la memoria nos ha jugado una mala pasada.

Dice Cercas: “Es difícil acumular más falsedades en menos palabras, –hace referencia a la declaración institucional del Congreso- o eso pensé cuando leí ese párrafo: yo tenía la impresión de que ni el golpe carecía de respaldo social, ni la actitud de la ciudadanía fue ejemplar, ni el comportamiento de los partidos políticos y sindicatos fue responsable, ni, con escasísimas salvedades, los medios de comunicación y las instituciones democráticas hicieron nada por frustrar el golpe” (pág.15). Al leer ese párrafo caí en la cuenta que esa descripción tan poco halagadora no era la que creía que había sido. ¿Cercas nos describe con simplicidad lo que ocurrió? ¿Es verdad esa descripción de los hechos?

La narración de los hechos llama la atención especialmente la aventura disparatada de unos partidos políticos que jugaron con fuego. ¿Puede entenderse que el general Armada se reuniera en Lérida con Enrique Múgica –PSOE- para dar el visto bueno a un gobierno de concentración, saltándose la Constitución? (pág.62-63).  Resulta irónico que hoy Enrique Múgica sea el Defensor del Pueblo y haya interpuesto un recurso de inconstitucionalidad a lo votado en Cataluña por referéndum del pueblo de Cataluña. ¿He de suponer que Enrique Múgica y por extensión Felipe González desalentarán cualquier intento por acabar con el gobierno de Suárez?

La crónica de los hechos, los análisis que realiza y las elucubraciones que hace para rellenar los vacíos son todos verosímiles. La narración es de novela negra. La catástrofe siempre estuvo más cerca de los que nos hemos podido imaginar o nos han hecho suponer.

Uno de los elementos interesantes del relato es el papel del CESID y de Alberto Cortina, jefe de la AOME, que salió indemne del juicio a pesar que tres subordinados suyos adscritos a la AOME lo había señalado con integrante del intento del golpe.

La coartada de Armada y Milans era el Rey. En la noche del 23-F la Monarquía se jugaba su legitimidad, su ser o no ser. Y su apuesta fue la Constitución. Su mensaje era nítido. El orden Constitucional no puede ser dañado ni alterado por nadie. La intentona golpista estuvo cerca del éxito, pero afortunadamente no prospero. Las causas las enumera Cercas y sus elucubraciones son verosímiles.


El retrato de Suárez es soberbio. No porque sea la Verdad caída de los cielos, sino por la fuerza de convicción. Al final del texto aparece el secreto de Suárez y el porqué fue capaz de encandilar y hacer posible la transición: “Porque era como nosotros. Era de pueblo, había sido de Falange, había sido de Acción Católica, no iba a hacer nada malo, lo entiendes,¿no?”. (pág.428)






¿Qué hacías el 23-F de 1981? Recuerdo que iba desde Masnou a Sabadell. Iba por la Conrería en coche hacia casa, estaba escuchando la Cadena Ser por la radio del coche mientras se celebraba en el Congreso de los Diputados la investidura del nuevo presidente Leopoldo Calvo Sotelo. Y de golpe se oye: “¡Quieto todo el mundo!”. Lo impensable había ocurrido. Como dice Cercas, la parálisis general hizo mella en la ciudadanía. Tampoco fui una excepción, no tuve que esconderme ni nada parecido. Estuve pegado a la radio y al televisor hasta que apareció el Rey para anunciar que la Corona estaba en contra de cualquier aventura golpista. Me fui a la cama con el convencimiento que el golpe había fracasado, pero no sabía con exactitud lo que había pasado. Gracias a este libro me hago una idea de lo que pasó y pudo haber pasado. Y me dio cuenta asimismo de la pasividad con que todos nosotros actuamos. No salimos a las calles a protestar ante el golpe que había paralizado la vida social. Esa pasividad y su mala conciencia acompañará a toda nuestra generación.

Una obra imprescindible de la España actual. No es un libro de historia, pero es la historia contada por un escritor que sabe llevarte al escenario del 23-F de 1981 y te explica los entresijos que llevaron a la ejecución del intento de golpe de estado del 23-F.

dimarts, 1 de juny del 2010

Israel y el gobierno gamberro



El Estado de Israel ha vuelto a actuar. Y lo hace como es su mala costumbre. La palabra de desmesura. La hybris de la prepotencia y la soberbia que sabe que no pasara nada.

Sus acciones son siempre represalias. No busca ni contención, ni medida. Lo suyo es el juego de los desafueros. Ahora la comunidad internacional tendrá que hacer lo que hace siempre en el caso israelí. Nada. Desde luego, las cancillerías europeas deben preguntarse como es posible ese desprecio absoluto a las reglas que los demás siguen con más o menos fortuna. Israel es un auténtico estado gamberro que se le permite todos los excesos. Al menos diez muertos en el asalto del ejército israelí.

No puedo imaginarme que cualquier otro estado se permita lo que tiene por costumbre actuar Israel. El caso que aquí nos ocupa es sencillo: Una flota enemiga con destructores y portaviones, fragatas y dragaminas dirigiéndose hacia Israel para liberar a los prisioneros que mal viven en Gaza. Ante está amenaza organizada por Hamas y otras organizaciones terroristas y ante la evidente pasividad y complicidad de los gobiernos europeos y países propalestinos el gobierno israelí ha intentado evitar un guerra.





Israel ha aplicado las medidas adecuadas. Además nos ha tranquilizado. Los muertos eran todos terroristas. Cuando sigue la estrategia del enloquecido el resultado deja sin palabras a los posibles interlocutores. ¿Qué consecuencias tendrá en los territorios ocupados por Israel? ¿Mejorará las condiciones de vida de los palestinos encerrados en Gaza? La comunidad internacional hace como si la situación en esos territorios fuese algo normal, pero lo cierto es que incumple todos los mandatos de Naciones Unidas.

La opresión y la humillación a los que se les someten los habitantes de la franja de Gaza por parte del ejército israelí expresa hasta que punto Israel es un caso a parte de las sociedades democráticas. Gaza se ha convertido en una parodia de “Gobierno General” en épocas pretéritas. ¿Hasta cuándo esta impunidad que no tiene parangón ninguno?

España de momento ha actuado como el resto de países, a pesar de que en el barco de bandera turca había tres españoles. ¿Piensa llamar a consultas al embajador israelí en España? ¿Llamará a consultas al embajador español en Israel? ¿Hará algunas cosas para salvaguardar a esos tres ciudadanos españoles? La intervención israelí fue en aguas internacionales. La Audiencia Nacional podrá actuar de oficio para depurar responsabilidades?

Israel se ha convertido en el único país democrático que utiliza la fuerza desproporcionada para resolver cualquier cuestión. Israel es una anomalía en el funcionamiento de las sociedades modernas y democráticas. La razón de ello está en la confluencia de dos elementos que con el tiempo se han convertido en estructurales: una, la idea de impunidad y la otra es una mezcla de mesianismo religioso que está adquiriendo un papel rector en la política israelí y es el fanatismo religioso que guía la acción de la política.