dijous, 8 de novembre del 2018

Rama entra en el sistema solar


La noticia evoca para los aficionados a la ciencia ficción, las novelas de Arthur C.Clake y Gentry Lee, la saga Rama. Uno quisera pensar en esas extrañas coincidencias entre la representación del asteroide y la nava alienígena Rama. 

La primera entrega, Cita con Rama de Arthur C.Clarke, nos explica la aparición de un objeto cilíndrico inmenso de 50 km de largo por 10km de ancho, que entra en nuestro sistema solar en una dirección que lo coloca hacia el sol, hace que el objeto sea bautizado con el nombre del dios hindú Rama. Una nave humana se acercará para poder hacer fotografías. Nadie duda que sea alieniegena. Las dimensiones son aterradoras y las consecuencias de su existencia generan inquietud.

La nave humana  Endeavour se coloca en posición de abordar la gigantesca nave. La misión consiste en tomar todos los datos posibles y si se diera el caso, contactar con los tripulantes de la nave extraterrestre.

No voy a contar la novela, pero la intriga y descripción de las peripecias dentro de la nave Rama son muy interesantes. ¿Cómo comprender lo que tenemos delante cuando nos es totalmente desconocido? 

La realidad es que no tenemos información suficiente para que el asteroide Oumuamua, que en hawaiano significa 'primer mensajero', represente ningún objeto artificial. Habrá que seguir atentos a las informaciones adicionales sobre este asteroide.


dimecres, 7 de novembre del 2018

El hoy es ayer (I): dedicado a los plumillas de la caverna

Matonismo periodístico

"Jamás hubo en España tantos periódicos como ahora. Sobre todo el número de semanarios ha aumentado en proporción desmesurada. Los kioscos aparecen inundados de estas publicaciones hebdomadarias [semanales]. He ahí un fenómeno que a primera vista os llena de optimismo. El pueblo español –pensáis- se ha reconciliado por fin con la letra impresa. Ya comienza a sentir la avidez de la lectura síntoma de robustez espiritual. ¿No hay razón para confiar en el porvenir de España? 

(...) Abrid sus páginas, y vuestro optimismo se os caerá a los pies, como un pobre pájaro herido. Un denso vaho de mentecatez os azotará el rostro. Sentís la sensación de haberos asomado a una cloaca. Arrojáis las inmundas hojas con asco y os quedáis meditando tristemente en su existencia, como fenómeno de la sociedad española.

¿Cómo se explica la cantidad y la naturaleza de estas ínfimas publicaciones? En primer término, ello se debe a la relativa baratura de las artes gráficas. Un puñado de pesetas basta para infectar la calle con tres o cuatro números de estos periódicos. Esto quiere decir que cualquier bergante puede disponer de esa terrible arma que se llama las prensas. (...)

 Pero hay, mejor dicho, se cree que hay una vía corta del éxito: el escándalo. Estos semanarios de escándalo, o tienen vida propia a los cuatro números, o sucumben forzosamente. Para atraer al público -a una zona del público cuyos gustos y urdimbre espiritual son aún cavernarios- se utiliza el lenguaje más soez posible, se ataca a la gente en la forma más bárbaramente estúpida y se estampan las calumnias más monstruosas. (...) Antaño practicaban la exacción de dinero mediante amenazas epistolares; hoy se usa el chantaje periodístico. En política antigua, la manera de deshacerse de un adversario era pagar a un asesino para que lo matase; hoy basta con pagar a cualquier mercenario de la pluma para que le injurie y le calumnie; a ser posible para que le mate civilmente.

Jamás el idioma castellano escrito cayó tan bajo. Hasta ahora el hecho de ser escritor público que denotaba cierta distinción espiritual,; pero ya está siendo una vergüenza. Siempre, en todos los pueblos y en todas las lenguas, hubo creaciones satíricas; pero el aguijón iba oculto en galas del arte y buen gusto; actualmente, en España, la sátira se ha hecho sinónima de estercolero.  Citemos un solo ejemplo.  . Uno de estos semanarios, uno de tantos, (...), le aplicaba a un político español, diputado nacional, cuyo nombre omitimos por delicadeza, todos estos calificativos: bellaco, cobarde, croupier, ladrón, difamador de mujeres. Y lo estupendo es esto: que este lenguaje insuperablemente injurioso no afecte en nada a la posición social y política del aludido, ni éste se sienta impulsado a llevar al banquillo a los autores de tales violencias.

Todo esto revela un relajamiento en la conciencia pública española que induce a amargas reflexiones. Un pueblo dotado de alguna sensibilidad moral no permitiría una de dos, o que hubiese periódicos que escriban esas cosas, o que hubiese hombres de los cuales tales cosas pueden escribirse sin ventilarlas ante los Tribunales. (...)

¿Cuál podría ser el remedio contra este cáncer social? ¿Cómo podría contenerse esta ola de inmundicia que ha anegado la vida pública? (...) No hay más salvación que en los Tribunales de justicia. Reanímense las leyes contra el libelo infamatorio. Vayan al banquillo los que injurian y calumnian. (...) Si todos los hombres que son moral y estéticamente pulcros no se unen para devolver las gentes de esos semanarios a su elemento natural, los garitos, los presidios y las tabernas, el alcantarillado roto que sus periódicos significan va a hacer irrespirable la atmósfera de la vida pública en España. Y el público, el que siente la fruición del escándalo, ¿no adquirirá conciencia de su innoble complicidad? "(pág.895-897)

Publicado sin firma, España, 16 de julio de 1915





José Ortega y Gasset, Obras Completa, Tomo I-1902/1915, Taurus/Santillana/Fundación Ortega y Gasset, 3ed. Madrid, 2005.

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¿Se pueden imaginar lo que diría Ortega y Gasset, sobre los blogs, internet y la redes sociales, las televisiones de tertulianos que nos invaden con sus libelos? ¡No estamos mejor que en 1915 sino muchísimo peor! Una de las lecciones de estos tiempos es que como se dice en el “Manifiesto comunista”, de Karl Marx: “Todo lo que se creía permanente y perenne se esfuma, todo lo consagrado se desacraliza, y, al fin, los hombres  se ven obligados a contemplar con ojos desapasionados sus propias vidas y sus relaciones con los demás." (Cap.I)

Cada conquista que aparentemente se consolida, resulta que en estos tiempos líquidos (Z.Bauman) se evapora. El presente es cada vez más ominoso a pesar de tantos cantos de sirenas que nos hacen creer en otras cosas. ¿Qué nos espera en el futuro? Nadie lo sabe. La razón de ello es que la idea de progreso ha desaparecido.




dijous, 1 de novembre del 2018

Poesía: Luis Feria

A una muchacha*

                                  Si alguien sabe qué puede destruir a la muerte,
qué puede cercenar su mano vengativa,
venga ahora y lo diga cuando estamos a tiempo
de rechazar su fuego que cada vez se aumenta.

Si alguien supiera detener al tiempo
lo diga en este instante.

Cuando toque tu piel el daño no hay remedio;
será como el aceite que se extiende
y no puede volver al vaso donde estuvo.

Donde vivió la rosa vivirá para siempre
una raíz callada.
Donde el rumor de guijas por el río
silbará sólo el aire llorando por los huesos.

Que nadie escuche el ruido de lo que se destruye
si nada puede hacer por evitar la ruina.
Mejor venga la muerte y te corte de un tajo
y te transplante así donde nadie te vea
que no este grano a grano deshacer tu hermosura.



*VV.AA. Las ínsulas extrañas. Antología de poseía en lengua española (1950-2000). Luis Feria (pág.544).  Galaxia Gutenberg/Círculo de lectores, Barcelona, 2002