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dimarts, 15 d’agost del 2017

Reseña: Stephen King, 22/11/63

Vivimos tiempos difíciles. ¿Quién puede gastarse 10,95 €? Es verdad que hay gente que se lo gasta en cosas que desde la perspectiva del otro, son superfluas, pero, ¿quién puede decirlo? Ahora que se habla de liberalismo desde filas poco liberales, dicha doctrina afirma, siguiendo a J.S.Mill (s.XIX) que no hay mejor juez que uno mismo. Lo que no quiere decir que al elegir, nos podamos equivocar. En eso consiste la libertad. La posibilidad de meter la pata.

Tengo 10,95 €, ¿qué hago? La elección, en economía, supone coste de oportunidad. Puedo hacer muchas cosas –es un decir-, pero ciertamente tengo un amplio abanico de posibilidades. Si están dudando, tengo la respuesta.




Gasten esos 10,95 € en el libro de Stephen King, 22/11/63 ed.Debolsillo. El libro juega con el viaje en el tiempo. El protagonista quiere salvar a JFK. Si están leídos sabrán a quien me refiero. Si no, busquen en Google, ES LO PRIMERO QUE SALE.




No voy a contarles nada, excepto que la novela consta de 852 páginas, más un epílogo, merece ese esfuerzo económico. No saldrán defraudados. Los personajes, las situaciones, los contextos, nos muestran a un King en plena forma más allá del encasillamiento a que nos hemos acostumbrado.

Menos reseña, y empiecen a sumergirse a las 11.58 de la mañana del 9 de septiembre de 1958. Historia y biografías se confunden en una narración memorable. QUE SE LO PASEN BIEN.


divendres, 23 de juny del 2017

Reseñas: Don Delillo, Mao II

Reseña: Don Delillo, Mao II, col.Austral, Barcelona,2013.

La literatura de Don Delillo, no es fácil. Lo hemos comentado en otras ocasiones, y en esta novela (1991), tampoco es la excepción. Si uno mira la contraportada del libro, dan una sinopsis breve, pero eficaz. Sin embargo, se pierde lo esencial. Los detalles. La novela traza diferentes líneas donde el autor desarrolla a sus personajes, el escritor maldito y obsesionado por su labor creativa, dos personajes que viven a la sombra del escritor (Bill Gray), Scott, interesado, en sí mismo y Karen una chica con una vida errática, en busca de un camino que parece no encontrar.

En la novela aparecen el ojo de Brita Nilsson, fotógrafa que se dedica a fotografiar escritores.  El ojo de Brita, penetra en el santuario que se ha convertido la casa de  Gray.

¿Qué hace que una novela se pueda dar por finalizada? En la novela aparece este dilema de manera obsesiva por parte del protagonista. Bill Gray parece que no quiere darla por finalizada. Lleva años puliendola, reescribiéndola, en una espiral interminable. El propio Bill es incapaz de dar por terminada su obra. Ello le obligaría a replantearse su propia actividad como escritor y persona.

El mundo de Bill Gray empieza a desmoronarse cuando después de Brita, le llama su editor Charle Everson, le habla de ese libro que no se acaba nunca, pero también de un secuestro en Beirut. Quiere que Bill se involucre, su nombre tiene peso, para su liberación.



Bill, acepta hablar con Charle, y sale sin decir nada a sus ayudantes. New York, Londres. Su desaparición deja a la intemperie a Scott y Karen. Buscarán a Bill infructuosamente. Karen va en busca de Brita, no se le ocurre otro sitio a dónde ir. Brita no tiene ni idea de dónde haya podido ir Bill. Karen se sumerge en otro mundo, muy cercano a Submundo.

Entre los secuestradores y Charle Everson, aparece como intermediario George Haddad. Vive en Atenas. Conoce la zona. Beirut. Un hervidero de grupos y grupúsculos cada uno haciéndose la guerra por su cuenta. Haddad le dice a Bill:

“-No. El terrorista como proscrito solitario constituye puramente un mito. Todos estos grupos se encuentran apoyados por gobiernos represivos.(…) Conservan la vieja perspectiva delirante de la destrucción total y el orden total.”. (pág.214)


Bill Gray se embarca a un destino desconocido. Bill desubicado en un mundo enloquecido. Dejo para el lector que descubra el final. Brita y Bill aparecerán en Beirut. Mientras tanto Scott y Karen, se sienten en la obligación moral de esperar, a Bill, aunque sea hasta el fin de los tiempos.



dimecres, 7 de juny del 2017

Reseña: Don Delilo

El libro de Don Delillo, Los nombres, col. Austral, nos deja con la sensación que Delillo es un escritor soberbio, pero no se deja domar. Cuesta seguir sus andanzas, los personajes, sus historias entrecruzadas, sus obsesiones, en este caso, una misteriosa secta, si se les puede llamar así, que juegan a ser dios, y por ello, se ven en la obligación de sacrificar, a un chivo expiatorio. La obsesión por esa secta, se hunde en la obsesión por los nombres, las palabras, el lenguaje. “Esto es lo que traemos al templo. No se trata de oraciones, ni cánticos, ni carneros sacrificados. Nuestra ofrenda es el lenguaje” (pág.433).



Delillo no es complaciente con la sociedad. Sus novelas le permiten hacer un diagnóstico de esta sociedad global. En la novela el epicentro es Atenas. Desde ahí, el personaje central James Axton, se traslada al Próximo Oriente. Axton es analista de riesgos. Los bancos quieren saber donde invierten el dinero. Por eso dice:"(...). En Oriente Medio, atacan a los norteamericanos. ¿Qué significa eso? Quería saber si el analista de riesgos tenía una opinión al respecto. - Los préstamos bancarios, los créditos armamentísticos, las mercancías, la tecnología. Los técnicos son infiltradores de antiguas sociedades. Hablan un lenguaje secreto. Traen consigo nuevas formas de muerte. Todas las finanzas, la tecnología, el dinero del petróleo, crean una corriente inquietante a lo largo de toda la región, una compleja estructura de dependencias y temores. Está todo ahí. Pero los otros carecen de cierta calidad mística que los terroristas encuentran atractiva.
- Norteamérica es el mito vivo de este mundo. No existe sentido alguno de culpa cuando matas a un norteamericano o cuando echas la culpa a Norteamérica de quién sabe qué calamidad local. En esto consiste nuestra función, en ser tipos característicos, en encarnar cuestiones recurrentes que la gente pueda utilizar para reconfortarse a sí misma, para justificarse,etcétera. Estamos aquí para complacer. Sea lo que sea lo que la gente necesite, nosotros se lo suministramos. (...) La gente espera de nosotros que absorbamos el impacto de sus propios agravios.  (pág.155-6)





Delillo es barroco en sus descripciones, sean interiores, como sus personajes, cargados con todos los tics de nuestra sociedad global, y exteriores, sus descripciones detalladas de todo lo que les rodea. Los detalles son importantes, dice uno de sus personajes.

dilluns, 9 de febrer del 2015

L’obscè i el macabra (I)

Reseñas: L’obscè i el macabra

Joan Sales. Incerta glòria. Club Editor. 4 ed. Barcelona, 1971. Existe edición en castellano, ed.Planeta.

¿Cómo es posible no haber oído hablar de esta obra? Lo cierto es que la causalidad y la curiosidad hizo que escuchando la radio dieran en leer fragmentos de esta obra.

Incerta glòria (Incierta gloria) es una obra inmensa, literatura en estado puro, una obra que desgraciadamente no ha sido valorada en su justa medida. Alguien podría preguntar por su aparente invisibilidad en las letras catalanas. Y la razón que se podría dar son todas ellas mezquinas y miserables. Así somos también los catalanes, tan cainitas como nuestros hermanos del resto de la península. Una obra tan formidable que hace palidecer a “Jo confesso” de Jaume Cabré, una obra, brillante y potente, pero que al lado de esta “Incerta glòria”, resulta una obra menor.




¿Cómo resumir una obra enorme en calidad y también en extensión? Novecientas diez páginas para hablar de nuestra Guerra Civil. La visión de Sales también es la de los perdedores. Todos perdimos. La mirada de Sales pretende ser ecuánime, un notario que toma nota de todo lo ocurrido. Los personajes que aparecen van desde los anarquistas, socialistas, catalanistas, “gent d’ordre” (gente de orden), sacerdotes que ven peligrar su vida, y que narran historias. Un elenco de personajes imprescindibles para comprender el abismo que nos llevo a la destrucción moral y social.

Como el propio autor confiesa que, The uncertain glory of an april day, la frase aparece en “Los dos hidalgos de Verona” de Shakespeare, resume su obra.

El propio autor trata de explicar las claves para comprender su obra:

Un fosc afany ens mou durant aquells anys turmentats i difícils; busquem, conscientment o no, una glòria que sabríem definir. La busquem en moltes coses, però sobretot en l’amor –i en la guerra, si la guerra se’ns entravessa. Tal va ser el cas de la meva generació.” (pàg.10)

El autor sigue precisando las motivaciones del por que de su obra:

“La set de glòria es fa, en certs moments de la vida, dolorosament aguda; tant més aguda és la set com més incerta és la glòria de què estem assedegats; vull dir, més enigmàtica. La meva novel·la tracta precisament de copsar algun d’aquest moments en algun dels seus personatges.” (pág.10)

Sales tiene en mente ese día de abril en que se proclama la República. Toda su generación quedará marcada para siempre. De la gloria de ese día al espanto de los extremos y de ahí la interminable Guerra In(civil). La novela se sitúa en esas fechas, aunque bucea en el pasado y llega a nuestra atroz posguerra.

La obra se estructura como un Diario en el que se anotan los hechos relevantes del día. Así en la primera entrada aparece anotada el lugar Castel de Olivo, 19 de juny. Una parte de  la obra se desarrolla en la descripción de una guerra de trincheras, en los paisajes del Bajo Aragón, donde casi nunca pasa nada. Hasta que naturalmente, pasan cosas.

¿Cómo hacer justicia de esta obra monumental? La respuesta es dar pinceladas de lo que se dice. De esta manera se intenta dar una ligera idea de su envergadura:

I
Castel de Olivo, 19 de juny

“ (...) No sabem res dels altres, ni ens importa; en canvi, voldríem que els altres ens coneguessin a fons. El nostre afany de ser compresos només es pot comparar amb la nostra desgana per comprendre ningú.” (pàg.20)

“ No ho neguis, la nostra família et feia tant fàstic com a mi; i et vas fer germà de Sant Joan de Déu per la mateixa raó que jo anarquista.” (pàg.21)

21 de juny

(...). Els primers dies m’hi perdia, fins que vaig descobrir que aquests paisatges no pertanyen a l’espai, sinó al temps; no són, doncs, paisatges, sinó instants. Cal saber-los mirar com qui mira un instant; com qui mira l’instant fugaç cara a cara” (pàg.26)

Dimarts, 22 de juny.

“- Bah, quan hauràs vist que en aquests pobles les dones mengen dretes perquè seure a taula és cosa d’homes, i no poden beure ví davant d’un home ni que sigui el marit...
-¿Ho diu de debò?
(...)
- Fa bé d’avisar-m’ho. Cada terra fa sa guerra.
- Sí, però el pitjor és la brutícia. Una dona que es banya queda jutjada, perquè en aquestes comarques només ho fan les perdudes” (pàg.30)

Dimarts, 23.

(...). L’essencial de l’emoció, saps: llegir-la en uns altres ulls. Aquesta és una de les nostres falles més sensibles: que les nostres emocions, per ser-ho de debò, necessitin un còmplice” (pàg.34)

(...) En canvi, no veig gaire clar que la guerra en sigui una; la primera batalla pot agradar per la novetat, la segona encara passi, però quan ja t’has trobat en unes quantes...Hi ha detalls d’una vulgaritat deplorable que, repetits, t’acaben la paciència.” (pàg.35)

“-Tot és porqueria, s ho vols dir així: obscè i macabre. Escolta, Lluís, ¿et penses que vas néixer d’una altra manera que tothom? (...) Ja ets prou gran per saber-ho: l’entrada obscena, la sortida macabra. L’entrada gratis, la sortida a garrotades. (...) “.
(pàg.38)

8 de juliol.

“ “Sento i experimento que sóc etern”, paraules de Spinoza. Sé aquesta cita de Spinoza per en Soleràs, ¿qui, si no ell, seria capaç d’empassar-se Spinoza? I la immensitat del nostre desig, ¿com explicar-se aquest misteri? ¿Com explicar-se que sentim aquest desig immens si no sabem de què el sentim, què desitgem?” (pàg.44)

“”Haig de viure”, em deia a mi mateix. (...); haig de viure, però ¿com es fa, per viure? ¡Viure! Un any de guerra, un any sense saber el que és una dona” (àg.46)

Dijous, 5 d’agost.

“Un home sol a peus embla un maniàtic; a cavall, es guanya el respecte general” (pàg.51)

(...) La nostre època, que és imbècil i extraordinària, ha volgut esquinçar els vels que cobrien la mort i la naixença, l’obscè i el macabre; si encara no ho has comprès, és que no comprens res de la nostra època.” (pàg.55)

“¿Què venia a fer aquí, exposant-se a ser afusellat pels anarquistes? ¿Pràctiques d’imbecil·litat? “El 1917 ha marcat el principi d’una nova Era, l’Era dels Imbècils: benaventurats els imbècils, perquè es faran amos del món..” –tal era una de les seves “profecies predilectes”; perquè ni caldria dir-ho, una de les seves flaques és profetitzar” (pàg.56)

Olivel, 7 d’agost.

(...) La flor de magraner hi és d’un vermell de glòria –i vaig pensar en la carlana. ¿Per què? ¿De quina glòria? ¿La glòria del pecar i la tragèdia? Quin melodrama, Déu meu. ¿The uncertain glory of an april day? (pàg.65)

Olivel, 10 d’agost

“-No sé si t’has fixat que el ciri pasqual s’encén el dissabte de glòria i s’apaga el dijous de l’Ascenció, i fins l’any que ve. Tots vivim amb l’esperança que cada any, el dissabte de glòria, es tornarà a encendre; el dissabte de glòria, és a dir, a principis de la primavera. Però vindrà un any que no s’encendrà. Un any no tornarà la primavera. ¿No has pensar mai que l’abril, el de la incerta glòria, se’ns està escapant dels dits? I incerta o no, és l’única glòria.” (pàg.80)

“L’abril se’ns escapa, creu-me, i aquesta porca guerra ens ho acaba d’esguerrar; pot durar molt de temps, prou per fer-nos la guitza a tots nosaltres. (...) El que vindrà després serà la nàusea, ¿o potser no n’has sentit a parlar? (...) (pàg.81)

“ Per què ens irrita tant, la religió? Una religió falsa no irritaria, més aviat divertiria; allò que ens irrita és que ens furguin la nafra –i precisament la nafra que ens cou més. Perquè, no t’hi dacis il·lusions, ells hi veuen just; per això ens irriten.” (pàg.83)

II

“-La pobra se’m va posar a plorar. No és pas dolenta; és tonta. En aquest pobles es f més mal per tonteria que per malícia.” (pàg.93)

“-¿Com li pot agradar un país així?
-De la mateixa manera que agrada una música trista o un capaltard de novembre o un record molt llunyà ...o una dona amb molt de passat.” (pàg.94)

11 d’agost.

“- El teu oncle m’ha parlat d’una estudianteta amb qui fas llargues passejades. Només en sé el que ell me n’ha explicat, que és una anarquista, que té males idees. ¿Saps què et dic, jo? Estima-la, però amb tota l’ànima; estima-la tant com puguis. Si no pots creure en res més, creu almenys en l’anarquisme. La qüestió és creure i estimar; si creus en alguna cosa, si estimes amb tot el cor, prou que aniràs trobant el bon camí de mica en mica”. (pàg.106)



dimarts, 30 de juliol del 2013

Reseña: Las costuras de María Dueñas


He leído el libro de María Dueñas, “El tiempo entre costuras”. También he leído de la misma autora “Misión Olvido”. Los dos libros parecen escritos por dos autoras diferentes, aunque tengan el mismo nombre. “El tiempo entre costuras” se deja leer con interés; mientras que “Misión Olvido” es una novela que parece hecha por encargo, y su resultado es muy insatisfactorio.

La historia de “El tiempo entre costuras” transcurre, en el inicio de la Guerra Civil. La protagonista Sira Quiroga se verá en vuelta en un torbellino de acontecimientos que la llevarán de Madrid a Tánger de allí a Tetuán, para posteriormente volver a Madrid, Lisboa..

Ella misma narra su peripecia personal: (...) Candidata apenas incipiente a funcionaria, beneficiaria del patrimonio de un gran industrial, amante trotamundos de un sinvergüenza, ilusa aspirante a directiva de un negocio argentino, madre frustrada de un hijo nonato, sospechosa de estafa y robo cargada de deudas hasta las cejas y ocasional traficante de armas camuflada bajo la apariencia de una inocente nativa. En menos tiempo aún debería hacerme con una nueva personalidad porque ninguna de las anteriores me servía” (pág.150)

La novela entretiene, la Guerra Civil no es más que el telón de fondo de una realidad que apenas se ve. Personajes históricos y literarios se dan la mano para ilustrar una historia entre otras muchas historias entrecruzadas.

Hablemos claro: se trata de una novela de espías, de fidelidades e infidelidades en una España rota. Desde su “atelier” de alta costura, Sira o Arish entretejerá sus habiliades de costurera al servicio del espionaje inglés. La novela entretiene, lo que no es poco, da pinceladas de unos entresijos que se desconocían, por ejemplo, Juan Luis Beigbeder, primer ministro de Asuntos Exteriores de la España de Franco, o bien, el personaje de Rosalinda Fox, amiga de Sira que en virtud de la imaginación puede convertirse en amante de Beigbeder. Así, como el Alan Hillgarth, que dirigía la red de espionaje en España.
Personas entrañables nos los encontramos con Candelaria, la matutera, Ignacio Montes el novio formal que será arrinconado por  culpa de una máquina Hispano-Olivetti, el novio volverá aparecer en la novela habiéndose convertido en otro, como todo el mundo después de la Guerra Civil; Félix Aranda, su amigo y confidente en Tetuán, otros personajes tienen un carácter menos amable, especialmente, Ramiro Arribas. Sira quedó hipnotizada por su labia y don de gentes. Lo dejó todo por él. Y acabó perdiéndolo todo gracias a él. No hay mal que por bien no venga, y la novela reconstruye como Sira se rehace. El amor, la intriga, las medias verdades y mentiras, se construyen para que Sira salga de todos los entuertos. Con Marcus Logan el amor volverá a la vida de Sira. Lo encuentra en Tetuán, pero Sira no quiere cometer los mismos errores que con Ramiro, lo deja ir. Sin embargo, el destino los vuelve a enlazar en Lisboa. Sira jugará para que se le vuelva a escapar.
No cuento más para no estropear la novela. Con la cantidad de títulos en las librerias este merece que se le lea. En cambio desaconsejo encarecidamente que no malgaste el dinero en el otro libro: Misión Olvido. Es prescindible y además es olvidable.

dilluns, 1 de juliol del 2013

Reseña: Andreu Martín


Cada día se publican libros. La industria editorial no puede dejar de producir, es la lógica del mercado, pero hay títulos olvidables al cabo de muy poco tiempo. Dentro de unos años, esos libros tendrán como destino el reciclaje. De hecho todo acaba en el reciclaje, pero eso es otra historia.

Esta disquisición, también olvidable, me sirve para comentar el libro de Andreu Martín, Cabaret Pompeya, col.El balancí 660, ed.62. Barcelona, 2011.

 Una historia en las que se entrecruzan otras historias, y encuadradas en las coordenadas de Barcelona y abarca buena parte de nuestra historia (1909-1976). Miquel, Víctor, Fernando.


La novela es un prodigio de situaciones y personajes, Andreu Martín, exhibe u maestría en su obra más acabada y más ambiciosa. Una Barcelona que reconocía por lo que me decía mi padre. Unas historias que la Guerra Civil marcarán de forma atroz. Miquel es una de los personajes centrales, es el infiltrado, juega siempre a caballo ganador, traición es para él, una palabra. Víctor, su pasión por la vida, el amor, los amigos, sus ideales, acaban pasándole factura, y por último Fernando, que vivirá el dolor de la guerra y sus consecuencias.


Un momento crucial de esta historia, los bombardeos de la aviación italiana contra Barcelona es la narra Andreu Martí de la siguiente manera:

“ (...).  La Teresa va pensar que no podien estar bombardejant allà, estar-la bombardejant a ella, perquè allà no hi havia cap objectiu militar i se suposava que a les guerres els militars es mateven entre ells, i encara que li havien dit que els feixistes no ho feien així, que Franco i els alemanys i els italians eren partidaris de la guerra d’extermii i havien deixant anar bombes sobre col·legis i hospitals, no s’ho podía creure, no s’ho podía creure.

Deu metres més endavant, d’una portería va sortir un home gran alarmat, va agafar l’Elena de la màniga i la va estirar cap a dins.

-Fiqui’s aquí, per Deu, que la matera!

Tant el vell com l’Elena com el Tomasín es van girar cap a la Teresa i, en veure l’enormitat del que la perseguía, van obrir tant els ulls i la boca (...) i va veure sobre la Gran Via els sis bombarders Savoia S.79, els “Falchi delle Baleari”, i l’explosió en ple bulevard que va destrosar la façana de la Mútua General d’Assegurances (...) Que la casa ja no hi era. La casa on s’havien amagat l’Elena i el Tomasín, i l’home gran que pretenia salvar-los la vida, el número 451 de l’avinguda de les Corts Catalanes, ja no hi era. Al seu lloc hi havia una muntanya de runa, maons, bigues i mobles destrossats. I l’Elena i el Tomasín ja no hi eran. Ja no hi eren. (...)” (pág.359-360)





Andreu Martín, se ha convertido en un escritor sólido que alcanza en esta novela una maestría enorme. Vivencia de personajes que viven al límite porque límite se convirtió en lo cotidiano en la Guerra Civil, y su posterior secuela. Martín utiliza una intermediario para explicarnos esas historia. El hijo de uno de los personajes del Cabaret Pompeya. Si atroz fue la guerra, la postguerra no fue precisamente, una etapa de reconciliación. La novela desarrolla las vidas y sus esfuerzos para salir de esas situaciones que los personajes han entretejido a través de Miquel.

La novela está a la par de otra obra esencial La noche de los tiempos de Antonio Muñoz Molina. Son un complemento perfecto para saborear literatura de primera en una realidad que parece de segunda.

diumenge, 23 de juny del 2013

Auto de fe (3)


En el tercer capítulo se titula “Confucio el casamentero”.

Tratar de resumir el libro es imposible, porque la belleza del texto, su manera de expresarse, hacen de ella una tarea prohibitiva. Y sin embargo, ahí va el resumen:

Como cada día Kein sale a dar su paseo matutino, como es domingo, las calles se encuentran felizmente vacías. A él este días le incomoda, pues, no sabe cómo gastar un días que los demás gastan inútilmente. El niño de la escalera ha ido a casa de Kein para poder contemplar los libros que le había vagamente dicho que vería. Teresa lo ha echado, pues, el señor no estaba en casa.

Habla de la educación o mejor, de la mala educación que todo lo invade.Teresa utiliza sus palabras para lanzar una diatriba contra los malos modos de los jóvenes y por extensión de todo el mundo. ¡Nadie está dónde debería!  Mientras Teresa sigue hablando, Kein que no escucha con facilidad acaba por prestar oídos a lo que dice Teresa.


Al escuchar esas palabras Kein va en busca de un libro Ari Hakuseki y lee lo que dijo el erudito japonés. Hablado de la forma de trabajar, del esfuerzo y la concentración necesaria para acabar el trabajo. Kein se fija en que Teresa está concentrada en la lectura. Kein siente la tentación de ser Pigmalión, enseñar a la que no sabe.

El niño vuelve a llamar a la puerta, pero Teresa lo despacha con cajas destempladas para admiración de Kein. Kein empieza a pensar en la posibilidad de ayudar a Teresa en la aventura del saber: “viejas estudiantes tardía”. Kein se debate ante la posibilidad que Teresa pueda interesarse por los libros, pero “Los libros están totalmente indefensos ante la gente inculta” (pág.42).

Kein tiene un largo sueño donde las pesadillas se dan la mano. Aztecas, fuego, libros ardiendo, demonios, espantosas imágenes de los condenados y Kein intentando salvar a los libros que arden con suma facilidad.

Después del sueño, empieza a cavilar sobre la posibilidad horrorosa que su biblioteca pudiera ser pasto de las llamas. ¡Veinticinco mil volúmenes! Kein es previsor, la biblioteca está asegurada...

Kein empieza a recomponer su sueño en un ejercicio de introspección:

“ (...). Dos días antes, Kein había mirado unos códices miniados mexicanos, uno de los cuales representaba el sacrificio de un cautivo por dos sacerdotes disfrazados de jaguares. El encuentro casual con un ciego, ocurrido pocos días antes, le había hecho pensar en Eratóstenes, el anciano bibliotecario de Alejandría. El nombre de Alejandría evoca en cualquiera el incendio de la famosa biblioteca. En una xilografía medieval, cuya ingenuidad le hacía reír siempre, se veían unos treinta judíos que, entre las llamas de una hoguera, seguían salmodiando tenazmente sus plegarias. Admiraba a Miguel Ángel, cuyo Juicio Final ponía por encima de todo. En él, los pecadores eran brutalmente arrastrados al infierno por demonios despiadados. Uno de los réprobos, quintaesencia de la angustia y la desolación, se cubría con la mano su cobarde cabezota, mientras unos demonios tiraban con fuerza de sus piernas: nunca había querido ver la desgracia ajena ni tampoco la propia, que ahora lo abrumaba. En lo alto, un Cristo nada cristiano condenaba con brazo firme y poderoso. Con todos estos elementos se había elaborado aquel sueño” (pág.46)


Es evidente que Kein había de haber leído, con mucho provecho, sin duda, la Interpretación de los sueños de S.Freud. Su pesadilla no era más que una mala pasada de sus temores y ansiedades, pero ¿qué es lo que provocaba semejante estado?


En la vida de Kein, empezaba siempre con la frase “¿Ya levantado?” que Teresa pronunciaba cada mañana. Kein recordaba que le había dicho que le prestaría un libro. Concluye que lo que debe leer es una novela. Pero ve peligros: “acaban por erosionar el carácter más firme” (pág.46). “Las novelas son cuñas que el escritor, ese histrión de la pluma, va clavando en la hermética personalidad de sus lectores” (pág.47).

Kein de manera brusca, le entrega un libro Los calzones del señor Von Bredow. El libro era de su época escolar, cuando aún deja los libros a otros. ¡Estaba desgastado y sucio!

Teresa cogió el libro y lo cubrió como su fuese un bebé. Forró el libro, Kein no daba crédito a lo que veía. ¡Teresa trata los libros mejor que yo!. Ante semejante muestra de cariño por parte de Teresa para con los libros, Kein la pone a prueba. Le pregunta que haría en caso de incendio, y la respuesta de Teresa es ¡Salvar la biblioteca! (pág.48). Kein estaba desconcertado ante las muestras de inteligencia de Teresa. Tenía dudas acerca de la sinceridad de Teresa.  Con la excusa de beber agua entró en la cocina, Kein observó como el libro estaba abierto por la página 20, y Teresa llevaba unos guantes para no dañar al libro. Teresa le dice a Kein que “-Releo doce veces cada página, si no, una no disfruta” (pág.50)

Kein pide consejo ante esta nueva situación, y se la pide a Confucio. Kein tenía la manía de hablar con sus sabios enclaustrados en su biblioteca. Teresa lleva ocho años a su servicio, pero hasta ahora no se había dado cuenta que existía. Confucio le da el siguiente consejo:

“ Observa el comportamiento de la gente, considera los móviles de sus acciones, examina aquello que los satisface. ¿Cómo podría alguien ocultarse? ¿Cómo podría alguien ocultarse” (pág.52)


Kein se pregunta que hasta ahora nunca se había fijado en nadie, pero Teresa le ha despertado. Ocho años ciego, ¿para qué sirve el saber? Confucio: “Errar sin enmendarse es lo que se llama errar. Si cometes una falta, no te avergüences de enmendarla” (pág.53)

Kein parece resulto a deshacer esos ocho años ciego,  entra en la cocina como un elefante en una cacharrería y le espeta: “¡Quiero que sea mi esposa!” Teresa no había esperado una decisión tan rápida. Inclinó, conmovida, su cabeza al otro lado y replicó con orgullo, luchando contra el tartamudeo: “¡Servidora!” (pág.54)

dissabte, 28 de maig del 2011

La caída de la literatura

Intentar hacer una reseña de “La caída de los gigantes” de Kent Follet parece demasiado para mí. Por eso me limitaré a explicar lo que me parece más significativo de una obra que nos ha dicho el mismo autor que es la primera parte de una trilogía.

La trama –muy sintéticamente- es la siguiente: La historia empieza simultáneamente con la coronación del rey Jorge V el 22 de junio de 1911. La familia Williams, la familia Fitzherbert, la familia Von Ulrich, familia Peshkov, Gus Dewar, Josef Vyalov, estas familias y personajes serán descritos por Follet de una manera que interesa la historia y sus peripecias, pero que le falta hondura y profundidad. Las descripciones que hace de los personajes femeninos resulta chocante. Todas ellas son bellezas forjadas por la naturaleza. Las historias de estas familias se irán tejiendo con enfrentamientos en el interior y exterior de esas familias.




En el libro aparecen dosis de historia, de modas y maneras de hacer a principios del siglo XX. El lenguaje que utiliza pretende reflejar la alta aristocracia de los Fiztherbert a un lenguaje más popular de los Williams o los Peshkov. Pero el resultado no parece demasiado conseguido. Repito, las historias se dejan leer. Lo que cuenta lo explica en 1017 páginas (ed.Círculo de Lectores), pero podría haberse ahorrado ochocientos y no hubiera pasado nada. No debe ser fácil escribir una novela que pretende ser naturalista, pero que no pasa de ser un gigantesco folletín. Hay amores y desamores, matrimoniales y extramatrimoniales. Hay guerra. Una parte importante del libro no describe la Primera Guerra Mundial. Describe el campo de batalla. Pero el resultado no emociona. Le falta intensidad y pasión.


De la misma manera que asistimos al desarrollo de la Primera Guerra Mundial, también somos partícipes de la revolución rusa. Describe los acontecimientos de tal manera que tiene uno la impresión de una descripción valorativa. Hay escenas dramáticas, pero en general hay más folletín que drama.


Follet nos cuenta el ascenso de una nueva clase que desde la servidumbre, Ethel Williams, acaba en el Parlamento de Westminster como diputada en la Cámara de los Comunes. Esta historia expresa las transformaciones que supuso el final de la Primera Guerra con el advenimiento de la clase trabajadora a un nuevo estatus debido a las transformaciones del laborismo inglés. Mineros que se juegan la vida en minas de carbón para alimentar al Imperio, una aristocracia que cree que están ahí por la gracia de Dios. Conflictos que aparecen larvados, o que salen a la luz, huelga minera. Como ese ejército de clases subalternas es llevada a la guerra para regar con sangre los ideales de unas élites caducas.
Esto aparece en la novela pero de manera excesivamente superficial.


Hay amores prohibidos, Ethel y Fitz; Maud y Walter. Hay más parejas. Diferencias de clase de religión, de países. Adulterio e hijos ilegítimos. Es decir, los ingredientes necesarios para que el folletín tenga salida. La novela se deja leer, pero después de tantas páginas te entra una sensación de vacío. Supongo que los editores deben pensar que ese vacío se llenará con las nuevas entregas.

divendres, 1 d’abril del 2011

Dinero sucio

He leído con interés a John Le Carré, y su “Un traidor como los nuestros”, ed.Círculo de Lectores. La novela no defrauda. He seguido la trayectoria de Le Carré. Una trayectoria vital que coincide con los cambios extraordinarios de estos tiempos. La Guerra Fría y la lucha por otros medios que eran los servicios secretos. Pero incluso la Guerra Fría se enfrió para dar paso a un mundo sin norte. Los espías también han sentido que les querían quitar de sus sillas de privilegio. Afortunadamente desde el 11-S de 2001 el terrorismo es el nuevo negocio de los espías. El terrorismo como excusa y pretexto para seguir en sus sillas. Desgraciadamente, el terrorismo ha creado toda una paranoia que ha sido utilizada de forma poco escrupulosa por los gobiernos democráticos. Pero ahora estamos en otro escenario, no es que la Guerra contra el Terror haya acabado, pero nuevos actores entran en liza. Y aquí es donde la novela se centra.



¿Qué pasaría si pudiéramos tener información de primera mano de un experto (delincuente) que mueve los hilos del blanqueo de dinero de todos los negocios sucios que se mueven en el mundo (global)? Esta es la inquietante pregunta que plantea la novela. La historia es sencilla. Perry y Gail son una pareja que está de vacaciones en Antigua (isla caribeña) y conocen “casualmente” a Dima un excéntrico millonario ruso. Dima pide a esa pareja inglesa que contacte con su servicio secreto para que a cambio de su seguridad y de su familia, pueda divulgar con todo lujo de detalles –cuentas cifradas, nombres, lugares, empresas, etc.,- los movimientos de capital de las sociedades que emplean los servicios de Dima para el blanqueo de capitales. Descubriremos como en cualquier otro trabajo las zancadillas dentro del servicio secreto. Matlock y Hector son los que tratan cada uno a su manera de mantenerse en sus parcelas de poder. Incluso el servicio secreto se ve –ver para creer- inmersos en los recortes  presupuestarios y de plantilla . París y Berna son lugares donde se va fraguando la historia. Una historia que desgrana con soltura maestra Le Carré. Finalmente, la operación sigue adelante y Luke es el agente de Hector que dirigirá sobre el terreno la deserción de Dima y su posterior traslado a Londres. A medida que la novela se desarrolla se ve claro que hay reticencias, dudas y sospechas sobre la operación. Antiguos cargos del servicio secreto salen a relucir en el caso Dima. Dima sabe que si no logra convencer a los británicos es hombre muerto así como su familia. Mientras los dos buenos samaritanos juegan un papel del que no saben nada. Naturalmente no explico como acaba la historia porque es digna de reflexión.

divendres, 14 de gener del 2011

Ficción y realidad: Indignación

Tranquilos no va de filosofía, ¡ No salten a otros bloggers ! El título quiere hacer referencia a la novela de Philip Roth "Indignación"(1). La presente novela trata de las reflexiones de nuestro joven protagonista Marcus Messner. No voy a indicar desde donde realiza sus reflexiones, porque entonces perdería su gracia. Marcus es el hijo de un carnicero kosher que huye de un padre cada vez posesivo y obsesivo.

Busca horizontes lejanos, en medio de la la Guerra de Corea (1950-1953), y lo encuentra en Winesburg. Una pequeña Universidad alejada de su casa. La Universidad era uno de los pocos lugares donde uno podía escapar del reclutamiento para la Guerra. Marcus es listo e inteligente, pero también impulsivo. En Winesburg la tradición pesa como una losa. Por eso a Marcus le va a costar adaptarse. Quiere ser abogado, pero sobre todo quiere estar lejos de los problemas familiares, quiere estudiar y construirse un radiante porvenir y quieren que no le recluten para la Guerra de Corea y Winesburg le parece un lugar como otro cualquiera para conseguirlo. Pero las dificultades de la vida van hacer difícil su estancia.


Conoce a Olivia Hutton, una chica moderna que le rompe el esquema de lo que debe ser un chica decente. Unos compañeros que no son de fiar. Cuantos actos realiza Marcus para pasar desapercibido son interpretados en clave de desafío. Al final tiene que hablar con el decano Caudwell, que le interroga sobre sus dificultades de convivencia con sus compañeros. Marcus le intenta explicar que sus compañeros de habitación o son ruidosos y no le dejan estudiar o bien son insoportables y por esa razón ha decidido buscar otra habitación sin las molestias que suponían sus antiguos compañeros. Caudwell lo ve como síntomas de orgullo y superioridad. Discuten sobre una de las normas sagradas de la Universidad, la necesidad de asistir al servicio religioso.

Marcus es intervenido de apendicitis, ocasión que la madre de Marcus aprovecha para visitarlo. Le explica que está decidida a dejar a su marido porque se ha vuelto loco. Olivia también acompaña a Marcus en su convalecencia. La madre de Marcus le hace prometer que dejará a Olivia Hutton porque a nadie le conviene una muchacha que ha intentado cortarse las venas. Marcus la contenta diciendo que sí la dejará. La madre le confiesa a Marcus que no puede dejar a su marido en esas condiciones. Así que todo parece volver a la normalidad.



En sus oídos aún resuena la conversación entre su madre y él en el hospital: " (...). Tienes conciencia y eres compasivo, y también dulce...así que dime, ¿sabes cómo hacer con esa chica lo que tal vez debas hacer? Porque la debilidad del prójimo puede destruirte tanto como su fuerza. Los débiles no son inofensivos. Su debilidad puede ser su fuerza.(...)" (pag.126). Marcus recuerda esa conversación pero también sabe que no puede resistirse a los encantos de Olivia Hutton.  Pero Olivia ha desaparecido. Nadie es capaz de decir por qué se ha marchado.  Incluso es su desesperación por saber noticias de Olivia, Marcus llama a la puerta del decano Caudwell. La discusión entre ellos se encamina por derroteros inesperados. Sale de allí indignado. Los acontecimientos se precipitan. Mientras cae la nieve en noviembre se desata un estallido de algarabía y resentimiento que se conocerá con el nombre de "el Gran Saqueo de Bragas Blancas de la Universidad de Winesburg" (pág.144). Estos hechos tendrán consecuencias en la suerte de Marcus Messner.

Hay palabras que cambian nuestras vidas: "Váyase a la mierda" (pág.164) Y hay una lección que hay que saber: "la terrible, la incomprensible manera en que las elecciones más triviales, fortuitas e incluso cómicas obtienen el resultado más desproporcionado" (pág.164). La novela está escrita de manera ligera pero que  conduce de forma inexorable a Marcus a su destino. Una América orgullosa después de la victoria de la Segunda Guerra Mundial y un desarrollo extraordinario de los niveles de bienestar que iban a darse de bruces con una Guerra que aún no ha acabado en términos estrictos. Winesburg es como esa América orgullosa de ser provinciana y a la vez el centro del mundo, porque no hay más mundo que ese. Esta novela nos habla de las debilidades de la sociedad americana, de sus contradicciones, de sus obsesiones, de como combinar individualidad con solidaridad, una sociedad que tiene pendiente por resolver muchos problemas que se dibujan en la novela y que la realidad ha hecho más difíciles de solventar.

(1) Philip Roth. Indignación. Traducción Jordi Fibla. Contemporánea. Debolsillo, Barcelona 2010.

dissabte, 23 d’octubre del 2010

Tiempos difíciles: La novela de la Guerra Civil

“La noche de los tiempos” es la última novela de Antonio Muñoz Molina. La novela es muchas cosas, para empezar, una novela soberbia. Una historia intensa y extensa. Unos personajes que se muestran como son a lo largo de la historia. Una historia que nos refleja como españoles. El inicio de la guerra civil. Es la historia de un adulterio, pero también una historia de amor y desamor, de odios y mezquindades, de actos generosos y heroicos.

La intensidad del lenguaje impresiona. Cada palabra parece que está buscada para ser esa palabra y no otra la que tiene que estar ahí. Los personajes y sus circunstancias marcan sus destinos. La novela no es un panfleto político. Hay descripciones de los protagonistas históricos, especialmente, la figura de Juan Negrín que murió en el exilio.



La historia es simple, no como está estructurada y escrita, el protagonista de la historia es Ignacio Abel arquitecto, se enamora de Judith Biely, norteamericana que lo conoce en una charla sobre arquitectura popular en la Residencia de Estudiantes. La mujer de Ignacio Abel es Adela una mujer que cumple con el papel asignado a una condición subalterna, propia de la época. Adela descubrirá la infidelidad. Adela e Ignacio Abel tienen dos hijos, Lita y Miguel.

El proyecto de Ignacio Abel se llama “Ciudad Universitaria”, la aparición de Judith trastorna completamente la vida de Ignacio Abel. Éste había huido a Alemania para ampliar estudios, dejando a Adela al cuidado de su hijo pequeño. Allí tuvo una aventura. No esperaba volver a encontrar el amor y el deseo a estas alturas de su vida acomodada a la rutina.



Las circunstancias van creando las condiciones que acabarán por imponerse a todos. La guerra se va imponiendo lentamente, casi filtrándose en las vidas de todos los ciudadanos de Madrid. Ignacio Abel ajeno a los acontecimientos que tiene delante sólo piensa en su amor ciego y culpable.

Hay un recuerdo que aparece a lo largo de la novela una frase que taladra la memoria de Ignacio Abel: “ Ignacio, por lo que más quieras, ábreme, no dejes que me maten”. La trama de esa frase y el porque de lo que sucede es uno de los cabo bien atados de la novela.

Abel habla con Negrín sobre la situación y éste le dice: “bastarán dos generaciones para mejorar la raza, y nada de eugenesia, ni de planes quinquenales. Reforma agraria y alimentación saludable. Leche fresca, pan blanco, naranjas, agua corriente, ropa interior limpia; si nos dejaran tiempo, los otros y los nuestros...”(pág.585). He aquí sin duda un plan auténticamente revolucionario.

Negrín insiste: “ [hablando de los políticos]. Y para poner en práctica su delirio particular cada partido y cada sindicato lo primero que ha hecho ha sido inventarse su propia policía, sus propias cárceles y sus propios verdugos. Pero me niego a creer que todo esté perdido” (pág.704). Abel no es que se haya rendido es que simplemente aún no sabe lo que está pasando. El destino le tiene preparada una carta. La posibilidad de ir a EE.UU para construir un edificio en una universidad americana. Negrín se quedará, mientras que Ignacio Abel deja a su familia en la Sierra, no sabe si está en zona republicano o ha caído en el otro bando. No lo sabe, y no quiere saberlo, porque lo único que busca desesperadamente es a Judith. Finalmente, Abel llega a su destino....

Tengo la secreta convicción que una segunda parte de la novela no sería nada descabellado. El arte literario que derrocha Muñoz Molina es impresionante. Pocas novelas provocan el sentimiento de estar delante de una obra total. No es una novela de historia, pero retrata perfiles grises de una época que aspiraba a otra cosa de lo que acabo sucediendo. Ese legado envenenado del que aún cuesta desprenderse. Esta novela no es moralistas, no marca quienes son buenos y malos, los muestra como son, y al hacerlo, los deja sin coartadas de ningún tipo. Somos los lectores quienes podemos redimirlos o condenarlos, pero eso ya no es asunto del escritor.