dijous, 11 d’abril del 2019

Egipto: Templo de Kom Ombo

Día 4

A las 16.30h hemos llegado a la siguiente parada obligatoria, en Kom Ombo (Aswan). La motonave paraba casi delante del tempo, podías contemplar su silueta. Bajar de la motonave, ascender las escalinatas donde atracan las motonaves y dirigirnos al templo, junto a un montón de turistas sincronizados con los demás cruceros.





Nuestro guía Ahmad nos ha dado la prescriptiva charla interminable, llena de detalles que se me olvidan rápidamente. ¡Suerte que siempre hay la guía de Christian Jacq!


Un poco de historia..



A 50 km al norte de Asuán, el templo de Kom Ombo, construido en un gres muy claro, se levanta sobre un promontorio desde el cual se controlaba la circulación de los barcos por el Nilo. El templo actual, que sustituyó a un edificio construido por Tutmosis III, sólo fue excavado en 1893, hecho que le libró de ser aniquilado. Era el centro de la ciudad de Nubit (Ombo) donde se trabajaba el oro, la carne de los dioses (el verbo nebi significa, por lo demás, «fabricar», «crear»).






A causa de su carácter dual, hay una leyenda particular vinculada al paraje. Dos hermanos ejercían su autoridad sobre la ciudad de Nubit. El uno era bueno, el otro perverso. Éste se las arregló para que expulsaran a su competidor, que buscaba la paz y la armonía, pero la población se negó a obedecer a un mal señor. Prefirió el exilio y siguió al hermano bueno. Quedándose solo, el malvado se dio cuenta de que su nuevo poder era vano. Le era imposible por sí solo cultivar los campos. Pero su espíritu retorcido no andaba corto de ideas diabólicas. Recurrió así a la magia negra e intentó utilizar a los muertos para convertirlos en sus esclavos. Enojados al haber sido turbados en su eterno reposo, éstos sembraron granos de arena en los cultivos e hicieron estéril la tierra. Es fácil reconocer a Seth en el mal hermano y a Horus en el bueno. Pero Seth debe tener su dominio, como Horas, y éste será el desierto, sacralizado por la construcción de las moradas de eternidad.



Seth y Horus

Detalle de Seth

Sobek y Hathor


Tutmosis III tradujo esta realidad en forma de una dualidad. Horus el Antiguo y Sobek, un halcón y un cocodrilo, cada uno de ellos a la cabeza de una tríada compartían el templo. Las dos divinidades son terribles y poderosas por igual. Halcón de garras que desgarran al adversario, con inigualable velocidad de ataque, Horas aparecía en las alturas del cielo para matar a los enemigos de Faraón. Cuando Ra, en lucha contra el mal, buscó a un dios para vencer al adversario, la respuesta de su divino escriba, Thot, fue clara y precisa: recurrir al halcón de Kom Ombo.






 “La potencia luminosa es unas veces halcón y otras cocodrilo. Horus extirpa el mal de la berra, da luz para que todo crezca; Sobek, surgido del océano primordial, es una «gran forma secreta». Fue amamantado por una diosa y se hizo tan robusto que puede llevar a todos los seres en sus lomos. Ayuda a la resurrección de los muertos y hace subir el agua de la crecida para que la tierra sea fértil. 






Sobek

Posición parto

Instrumentos quirúrgicos


“En la cara interna de la segunda muralla, en el extremo norte, un relieve único en su género: en tres registros superpuestos se representan dieciocho instrumentos quirúrgicos entre los cuales se reconocen con facilidad pinzas, garfios, tijeras, curetas [instrumento dental] y unas balanzas. Se trata del botiquín de un especialista divino, Horus el Antiguo, que se encarga de curar el ojo herido y dispersado por la locura, la vanidad y la codicia de los hombres*.”


Los turistas...






El templo es de la época helenística. El dios cocodrilo, Sobek aparece en mucho de los grabados que aparecen en las paredes. Ha habido la charla preceptiva, el sol ha ido aflojando y hemos podido tomar diversas fotografías. Destaca el jeroglífico dedicado a la medicina con instrumental médico. ¡No deja de sorprender el nivel de la medicina de la época.

La relación con nuestro guía se ha ido haciendo cada vez más tensa. Los diferentes puntos de vista, las excursiones demasiado caras, han deteriorado hasta cierto punto la relación. Se hacen esfuerzos para restablecer los lazos de amistad y confianza necesarios. Hemos vuelto al crucero, antes hemos visitado el museo de los cocodrilos. Hay expuestos cocodrilo momificados. La imagen eran desconcertante. 




Hemos vuelto al crucero, caminando, pues, estaba al lado del templo. En la orilla del Nilo. Había cena y fiesta “árabe”. La cena ha sido magnífica y los dulces estaban sobresalientes. Hemos subido a la cubierta para realizar fotografías de la luna. También he podido fotografiar la puesta de sol. 






Hemos estado en la cubierta, contemplando el paisaje del Nilo en una noche, plácida y serena, hemos atravesado el puente en Aswan. Hemos pasado por un canal que ha permitido al crucero salvar el desnivel. Hemos tomado fotografías con la cámara del móvil, son formidables las fotografías que se puede hacer con ella. Al ritmo que vamos, dentro de poco, ir con cámaras pesadas y costosisimas, será cosa del pasado.








Sobre las 10.30 hemos vuelto a entrar a nuestro camarote. Un camarote en el que cada noche nos tenían preparado sorpresas en forma de imaginativas figuras hechas con las toallas. Internet no funcionaba, seguramente, nuestro grupo, había hecho caer la red. Mañana nos toca el templo de Philae.






Nota:

* Los textos en cursiva son si no se dice otra cosa son de Christian Jacq, La guía de viaje al Egipto de los faraones, ed.Planeta.

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