dijous, 4 d’abril del 2019

Egipto: Luxor (Colosos de Memnón y Al Dair Al Bahari)

Día 3

Luxor y Karnak se encuentran en el lado oeste del Nilo, eso significa, la frontera de la vida. La vida humana y los templos se encuentran ubicados a este lado del río de la vida que es el Nilo. Para acceder al lado oeste es preciso atravesar el Nilo. Allí se encuentran la necrópolis. 






Había dos opciones de viaje para llegar a los templos del lado oeste, o bien por carretera, o bien unas barcazas, hemos utilizado este medio de transporte por ser el más rápido. Mucha gente, atravesando el río, algunos adolescentes conducían las barcazas. El desplazamiento ha sido exótico y lleno de encanto. Para los adolescentes, era trabajo.

En el trayecto hacia Al-Deir Al-Bahari, junto a la ladera de una montaña, quemada por el sol implacable, hemos recorrido el camino lleno de vida y vegetación, el trabajo humano se nota gracias al agua que riega estas tierras. Hemos parado para contemplar a los gigantes de Memnón.






Campos de cultivo: filtro


Colosos de Memnón

© FOTO: HASSAN AMMAR / AP PHOTO / GTRES


La visión de los gigantes, muy deteriorados, resulta incongruente con el paisaje agrícola que lo rodea. “Dichos colosos son vestigios del gran templo de los millones de años construido para Amenhotep III por su maestro de obras, Amenhotep hijo de Hapu. Los canteros utilizaron un único bloque de gres para cada estatua.”

El ka de Amenhotep III está sentado en un trono gigantesco donde figura un acto ritual esencial, la unión de las Dos Tierras: dos dioses Nilo vinculan el lis, símbolo del Alto Egipto, y el papiro, que lo es del Bajo Egipto. Como animadoras de la energía real, la madre y la hija del rey están presentes a uno y otro lado de las estatuas.”

En el año 27 a. J. C., un terremoto sacudió la región tebana y dio una inesperada reputación a los colosos. Bajo el impacto del choque, el coloso situado más al norte sufrió importantes daños. Las fracturas hicieron «trabajar» la piedra, creando un curioso fenómeno por el cual el coloso parecía emitir sonidos, una especie de canto al salir el sol.”


                     

Alguien pensó entonces en Memnón, el héroe etíope muerto durante la guerra de Troya, y se le atribuyó aquel desgarrador lamento que se oía cada vez que nace el día. Su nombre, en efecto, se aproximaba al egipcio menu, «el monumento», un término que servía para designar a los colosos. Su madre, la aurora de rosados dedos, respondía a la llamada creando el rocío que devolvía la vida a su hijo. ¿Acaso el ka, presente en los colosos, no revivía también cada mañana al pronunciar las palabras rituales: «Despierta en paz»?”

El milagro se hizo célebre en el mundo antiguo, en 130 a. J. C., cuando el emperador Adriano, un apasionado del orientalismo, acudió a escuchar en varias ocasiones el extraño concierto de la piedra. Y fue otro romano, Septimio Severo quien en 199 d. J. C., cometió lo irreparable… ¡restauró los colosos! Su intención fue buena; el resultado, sin embargo, deplorable: el canto cesó*”.

En el espacio del templo, se sigue trabajando y han aparecido algunos vestigios, entre ellos una sorprendente esfinge con cola de cocodrilo; finalmente, se encontraron dos colosos más, tendidos en el suelo, por detrás de los «de Memnón». "Precedían sin duda al segundo pilono y representaban también al faraón. Podemos esperar que muy pronto quedarán desenterrados y serán erigidos de nuevo, es decir, resucitados*. “

 Dair el-Bahari

138 Hatshepsut 2. El templo de Deir el-Bahari
U. SKRZYPCZAK / AGE FOTOSTOCK
 
Olaf Tausch
                       
                       Deir el-Bahari

Proyecto Djehuty


Un poco de historia

Dair al-Bahari se encuentra en la orilla occidental del Nilo, frente a Karnak, en un anfiteatro natural dibujado por un acantilado que pertenece a la cordillera líbica. Al sur, la montaña más sagrada entre todas, la Cima de Occidente, donde vela una diosa que acoge a «los justos de voz».”

“Nada concreto sabemos sobre el paraje con anterioridad al reinado de Mentuhotep (XI dinastía, hacia 2050 a. J. C.). Cinco siglos antes de Hatsepsut, este faraón construyó en Dair al-Bahari un primer santuario cuyos vestigios pueden verse justo al lado del templo de Hatsepsut.”

“«Primera de los nobles», «La que besa a Amón», «Poderosa en fuerzas de vida», «Verdeante de años», «Divina de apariciones», Hatsepsut era la esposa del rey Tutmosis II. A la muerte del rey, ella fue primero regente antes de convertirse en faraón, de 1498 a 1483 a. J. C.”


ARALDO DE LUCA

Hatsepsut


Detalle del templo de Hatshepsut



Przemyslaw "Blueshade" Idzkiewciz


“No hubo ni guerra civil ni enfrentamiento de facciones; se estableció una época apacible y próspera, durante la cual Hatsepsut y su genial maestro de obras, Senen-Mut, emprendieron la construcción de un templo con terrazas unidas por una rampa que subía hacia el acantilado. Recibió el nombre de djeser-djeseru, «el sagrado entre los sagrados». Y Hatsepsut lo colocó en el eje de su tumba del Valle de los Reyes*.”

Los turistas

Subir al autobús, el calor empezaba su labor de zapa. Nos hemos dirigido a uno  de los fiascos del viaje. Nuestro guía, Ahmad, nos ha dado una pequeña clase, sin duda, no llena de malicia acerca del Al-Deir. Se trata de una reconstrucción de la arqueología polaca, en la etapa socialista de Egipto, donde el templo fue profundamente trastocado. Nuestro guía, repito, estaba muy descontento del resultado final, sin embargo, ha insistido en cumplir con los monumentos escogido –no por nosotros-. Colas, una guagua que permite acercarnos desde la entrada de acceso hasta el recinto el templo. Antes hay que pasar por un bazar turístico. ¡Al menos estábamos a cubierto del sol! Eran las 11h, pero el sol era justiciero.

https://www.nationalgeographic.com.es/personajes/hatshepsut/fotos/1/12
KENNETH GARRETT / NGS









Hator







Lo cierto es que no hemos inspeccionado por dentro del templo. No sé si la sugestión de nuestro guía ha hecho el  milagro funesto de no comprobar por nuestros ojos lo que allí se exponía. Todo lo más nos hemos acercado a la primera rampa del templo. Vi cómo trabajan en el lado izquierdo, excavando. Ahora veo que tenía que haberme acercado hasta el final del recorrido. El calor y esas palabras revoloteando en mi cabeza, hizo el resto.


Nota:

* Los textos en cursiva son si no se dice otra cosa son de Christian Jacq, La guía de viaje al Egipto de los faraones, ed.Planeta.



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada