dissabte, 5 de març del 2011

Desde el balneario...

Lo que sucede en Libia es una página trágica sobre la condición humana. Un dictador y sus huestes del terror que pretenden mantenerse a toda costa. Una sociedad que lucha por su libertad y que están pagando carísimo, en vidas, este deseo. Y una comunidad internacional que está enfrentada a sus propios intereses. España, por supuesto, no pinta nada en todo lo acontecido. Antaño éramos los amigos de los pueblos árabes, eso es lo que se decía, ahora no somos más que comparsas. Cierto, en Libia hay intereses de empresas como Repsol y Gas Natural que nos hacen la vida a todos más fácil sí he de creer en su propaganda interesada. Petróleo y gas a cambio de armamento y silencios cómplices. Nada de lo que otros países europeos no hagan.


El régimen sigue enrocado hay cientos de muertes entre los civiles en un escenario de guerra civil encubierta. Desplazados que huyen hacia Túnez –trabajadores de otros países-. Mientras la “comunidad internacional” trata de decir algo, pero no se sabe qué. El factor tiempo juega a favor de Gadafi y su camarilla. Los  mercados ha dictaminado que el precio del petróleo suba de forma imparable. Nuestro presidente se va a los Emiratos árabes en busca de financiación y en su gira aterriza en Túnez para hablar de transición y promesas que no puede cumplir ni liderar. España que es dependiente en un 80% del petróleo ha puesto en marcha un plan para reducir en un ilusorio 5% su dependencia. Parece muy poca cosa. No nos hemos plateado un plan más ambicioso y de larga duración. Siendo un país de sol y con una orografía propicia para los vientos, se ha avanzado muy lentamente en fuentes energéticas limpias –energía solar y eólica-. Las nucleares pudieran ser una opción, pero se requiere una financiación que las empresas eléctricas no están dispuestas a financiar, acostumbradas como están a subvenciones eternas. Seguramente, la propia dinámica de las cosas, empujará a realizar medidas más audaces e impopulares.

dimarts, 15 de febrer del 2011

Erase una vez....

Aquel, pues, que si la locura de las musas acude a las puertas de la poesía, persuadido de que, como por arte, va a hacerse un verdadero poeta, lo sera imperfecto, y toda obra que sea capaz de crear, estando en su sano juicio, quedará eclipsada por la de los inspirados y posesos (Platón, Fedro, 245 a)

Allí dónde dice poesía se podría substituir por novela, cuento o lo que corresponda. Decir lo que hay que decir, decirlo bien y decir lo justo. Somos “homo loquens. Contar cuentos es una asunto especialmente difícil porque son unidades cerradas. Como la vida misma. Toda esta introducción viene a cuento de la lectura de “Enemigues de l’ànima” editada en Proa. El libro es una colección de cuentos que se narra como si fueran fotogramas de una historia que se parece a la cotidianidad. Su autora, Clara Soley, nos ofrece un conjunto de historias que dibujan un panorama de la conducta de los hombres y mujeres de nuestro tiempo. Habría que decir más de las mujeres que de los hombres. Temporalidad y contingencia son términos abstractos que la literatura ha abordado de forma mucho más adecuada que la filosofía. La literatura no pretende acceder a un ámbito de la Verdad o la esencia de la naturaleza humana, cuando intenta esa aproximación el resultado es siempre deficiente. Habría que decir que la filosofía no ha ido más allá de lo que ha hecho la literatura. La literatura explora la diversidad de formas de vida, de expresiones de la fantasía. Reinventarnos a nosotros mismos. Por ello, lo que nos ofrece Clara Soley es un conjunto heterogéneo de visiones sobre nosotros, nuestros fantasmas y nuestras frustraciones.

Uno de los ejes centrales de estos cuentos es ¿qué papel tienen las mujeres en nuestra sociedad? Buena parte de los textos nos describen esos papeles. Así, por ejemplo, en l’Ester (pág.25-29) una radiografía de nuestros propios conflictos: La historia es simple, hablan de l’Ester que no comparece a la reunión de antiguas alumnas en un restaurante. La ausente será suplantada por l’Àngels Moix, la antagonista en la historia de desencuentros. Hay momentos intensos, se cuentan las trasgresiones de una heroína con mala suerte. La Moix volverá a triunfar porque su antagonista no puede responder. La Moix es mezquina, cruel, y sin embargo, todos conocemos a una Moix, nosotros mismos también lo somos y lo podemos ser.

En “La Librada va tenir un somni” (pág.31-36) aparece una historia intensa y dramática. He conocido a la “Librada”. Y mientras leía el cuento me parecía estar viendo los sufrimientos que la Librada padece por sus hijos. Sin duda es para mí el texto más intenso y emotivo. La Librada es una especie de madre coraje que en medio de las penalidades trata de salir a flote. Lo singular de este cuento es que los personajes hablan en castellano.  En este cuento es donde aparece una escritora con carácter. Un cuento que bien se podría convertir en una novela. Por decirlo así, adquiere una autonomía literaria que por momentos se podría comparar a Andreu Martí. El cuento adquiere vida propia porque la autora alcanza inspiración.


Uno de los cuentos más convincentes es “El circ australià” (pág.37-42). La historia es emotiva la Tere va con sus hijos al circo. Y en el circo aparecen su ex y la Alícia. Hector y Jan descubren también a su padre Albert. La Tere querría convertirse en la mujer invisible, pero ya es tarde se han visto y no puede disimular. Los hijos bajan a dónde está Albert y su compañera Alícia. La Tere se queda sola. La Tere convertirá lo que siente al presentarse al faquir para realizar el truco final.

En “Mares al capvespre (pág.85-89) se habla de las dificultades de ser madre. Mientras que la figura del hombre es siempre marginal. Hay una etapa en que las madres son conocidas por ser la madre de Sergi, de la Ingrid o del Oscar, reaparecen misteriosamente junta a la puerta del colegio para recogerlos. ¿Qué hacen cuando no están en esa puerta?  ¿Qué hacen esos maridos o compañeros sentimentales? Hay un cuento, “Les mentides bones” (pág. 91-95) que parece salido de la película  Stepmom y que se tradujo en  “Quédate a mi lado”. Enfermedades incurables, mentiras piadosas  “tots repetim que quan et “recuperis”..”, Descripciones de la enfermedad “les ruines del cos” y a la vez se infiltra un hilo de esperanza. En la “Habitació 324” (pag.121-124) el protagonista es un anciano moribundo y la muerte representada en una joven. La historia parece que corresponde a un capítulo de la serie “La dimensió desconeguda”. La verdad, si he de morirme preferiría esa habitación y que la muerte fuese tan solícita como es con el moribundo. En “L’Arcadia” (pa´g.107-109) nos habla de un arquetipo, una especie de “Nani” de los enredos amorosos. En “L’hora greu” (pág.111-113) vuelve aparecer una constante de muchos de los cuentos, la mujer sola, una mujer vulnerable, que tiene miedo de todo. Hay que imagen inquietante, junto a un lago ve aparecer un grupo de cisnes y uno negro que va en dirección contraria al resto. Ella por nada del mundo querría ser ese cisne que va a su aire.  El papel de las mujeres vuelve en “Sortint del teatre”(pág.125-127) nos habla de la invisibilidad de la mujer. La sociedad –los hombres- consideran que a determinadas edades  a partir de los sesenta las mujeres deben convertirse e invisible. ¿Cómo se puede salir de esa invisibilidad?   y “D’ombres” (pág.129-139) nos cuenta la historia de dos hermanas y como la aparición de Gabriel destruye la idílica relación entre ellas. Alba es la ingenua que será abducida y atrapada en las redes del siniestro Gabriel. Su hermana intentará romper el hechizo. Pero Alba no entiende a su hermana porque ella jamás ha sido más feliz...

En “Entre els teus braços” (pág.115-119) aparece uno de los protagonistas masculinos. Un personaje seductor en horas bajas. No quiere viagra, quiere otra cosa. Un Don Juan en declive. Su vida de conquistador parece que llega a su fin. El quiere que lo acunen, lo mimen, pero su personaje que se ha creado se lo impide. Tiene que demostrar a todos que sigue siendo alguien que no conoce la rutina de un matrimonio insípido. La búsqueda de aventuras le cansa y querría dejarlo, pero ¿dónde encontrar esa mujer que lo acune?

En Fruit Saborosos (pág.81-84) Nos habla de la adolescencia y de las dificultades que supone esa situación en la que ya no puedes volver atrás y aún no has entrado en el mundo de los adultos. Un profesor y un alumno Roger mantienen una conversación difícil. Roger conmovido por la pérdida de su amiga  Ariadna no le encuentra sentido a nada. Hay una frase que resume el estado de los nuestros jóvenes: “Sap que els adolescents són com ocells, temorencs, esqueps, que els has de deixar que s’acostin al seu ritme, però que, si fas un moviment estrany o brusc, volen” (pág.83).   Esa descripción de nuestros adolescentes vale más que toda esa palabrería al uso de las nuevas pedagogías que quieren descubrir el Mediterráneo.

Acabo. Los cuentos que cuenta les falta una voz propia, aunque hay voces más interesantes que otras, más intensas, más emotivas, más inspiradas,  eso hace que en algunos no acaban de funcionar. Sin embargo, a lo largo de los cuentos se destilan momentos intensos donde la literatura quiere coger forma. En otras hay una cierta búsqueda de efectismo de juego pirotécnico que arruina la historia, así en “I va manar a ca l’August perquè ens expliqués física quàntica” (pág.73-79), o “Un suïcidi col·lectiu “ (pág.97-105). Hay en esta colección de cuentos suficientes ingredientes literarios para esperar nuevos cuentos que profundicen en un estilo que aún está por consolidar. El arte de escribir requiere de un estilo que lo da el seguir buscando esa voz personal que salga de memoria, sin tener que aprender lo que no se puede de oídas. ¿Cómo escribir historias si parece que todos podríamos hacerlo?. Escribir historias que además interesen a los lectores es un auténtico misterio. Clara Soley deberá desvelar en próximas entregas ese misterio .

dissabte, 12 de febrer del 2011

Desde el balneario (III)

Viernes 11 de febrero H.Mubarak sale de Egipto después de la combinación de la presión social representada en la plaza Tahrir, que simboliza el corazón de una auténtica revolución social y el otro factor que ha posibilitado la salida del rais ha sido el ejercito. Cerca de tres semanas intensas y llenas de incertidumbre han puesto en escena a Egipto en el centro del mundo.

Revolución es una palabra que a pesar de la importancia política que conlleva ha sido en los últimos tiempos vilipendiada por casi todos. La revolución egipcia ha sido como dice Timothy Garton Ash en su artículo que hoy aparece en El País una combinación de factores: individuos valientes y buena suerte. La revolución está en una encrucijada histórica. Puede ser el inicio de una nueva etapa que habrá de llevar con todas las dificultades hacia una sociedad más abierta, democrática y justa. O bien puede deslizarse hacia otro régimen de tipo islamista como Irán. Seguramente habrá otros posibles escenarios intermedios que supondrían el fracaso de una revolución que muchos hemos visto como la exigencia de dignidad y libertad que toda sociedad se merece. También hemos comprobado como los gobiernos han actuado de forma pusilánime –Europa- y otros rechazaban el grito unánime de la población, como es el caso de Israel.


El futuro no es está escrito. No hay determinismo de ningún tipo. Lo imprevisible ha sucedido. Una sociedad árabe –Túnez – y ahora Egipto ha sido capaz desde la ciudadanía expresar su rechazo a una situación de opresión política y miseria económica que exige un cambio. Vivimos en una sociedad globalizada. Seguramente lo sucedido primero en Túnez y ahora en Egipto no habría ido demasiado lejos en una etapa donde los estados-nación eran los únicos agentes de la escena política, pero esta etapa ha sido desbordada por la globalización, los medios de comunicación, las redes sociales, el teléfono móvil han sido instrumentos para propagar mensajes de ánimo y romper el miedo. Las vidas de más de trescientas personas y miles de heridos han pagado el precio de la libertad. Una libertad que ahora empieza construirse y que la comunidad internacional debería apoyar sin reservas en todos los ámbitos. No hacerlo así sería un cheque en blanco para que volviera a reaparecer lo sucedido en Irán.

dissabte, 5 de febrer del 2011

Desde el balneario (II)


Las semana ha sido pródigas en acontecimientos. Por un lado, la revuelta social se ha extendido a Egipto. Mientras que en Túnez parece que la revuelta ha tenido efectos limitados pero significativos, veremos como acaba, lo que está sucediendo en Egipto tiene una mayor repercusión en el orden internacional al ser uno de los países en los que confía EE.UU y por extensión Europa. No les importa que el tirano de turno –H.Mubarak- lleve tres décadas al frente de un país pobre y donde las esperanzas de la sociedad ha llega a un límite. Los manifestantes son eminentemente jóvenes que rechazan el “estatus quo” impuesto por un orden inamovible con el visto bueno de las democracias occidentales. En un gesto sin precedente en los treinta años de mandato Mubarak ha cambiado de gobierno. El régimen ha actuado de tal forma que el resultado es de aproximadamente de cien muertos. Los manifestantes ya no quien un simple cambio de gobierno, quieren un cambio de régimen. Las posibilidades de un gobierno democrático pasa por un apoyo de los gobiernos occidentales que están más pendientes del “día después” que la construcción de un gobierno democrático. La figura de El Baradei, el antiguo presidente de la comisión de energía nuclear es la principal figura. Hoy mismo ha asistido a las manifestaciones (29/1/2011). Mubarak intenta por todos los medios aferrarse al poder a través del ejercito. Egipto ha se convertido en el aliado fiel y servicial de EE.UU en su lucha antiterrorista. Cerca de mil millones de dólares en “ayuda” a Egipto la convierten en una pieza clave de la geoestrategia americana. El que sea un régimen autoritario no es un problema esencial. Europa sigue muda en estos movimientos sociales que se producen en el norte de África. Si todo este movimiento que expresa la frustración de la parte más dinámica de las sociedades no se da voz, ni en lo social y político, el resultado podría ser un proceso que derivase hacia la vía religiosa del fundamentalismo. Porque la percepción de esas capas sociales es que Europa prefiere estados autoritarios que democráticos, prefiere sociedades tuteladas que países con aspiraciones para entrar en era de la globalización. Es llamativo que Egipto haya cerrado internet y las redes sociales por las que se han canalizado las protestas. El efecto contagio es posible por las condiciones de vida de estas sociedades que quieren ser protagonistas de su propia historia. Veremos cómo deriva todos estos acontecimientos. Israel de momento está a la expectativa. Una democracia inmersa en territorios gobernados por regímenes autoritarios, ahora empezamos a vislumbrar que eso ha sido así, porque los gobiernos occidentales prefieren que los demás países no puedan acceder a la democracia porque dejaría sin excusa la ocupación de los territorios ocupados en Palestina.


Las manifestaciones se han sucedido durante esta semana (29 al 5 de febrero). El martes y miércoles apareció la violencia orquestada -es un recurso clásico- para amedrentar a la población y un aviso a la comunidad internacional. Una decena de muertos en los "enfrentamientos". Misteriosamente han desaparecido desde el viernes. Mubarak sigue aferrado al poder. La calle sigue siendo de los manifestantes que quieren verlo marchar. La cúpula del partido de Mubarak ha dimitido, al futuro sucesor, su hijo, también ha sido descartado. El tiempo juega en contra de los manifestantes. El ejercito se mantiene a la expectativa. EE.UU y la comunidad internacional piden gestos al gobierno egipcio para buscar una solución. Israel debe tene estar conteniendo su ira. No queda claro que saldrá de todo esto. Los Hermanos musulmanes parecen que pueden ser los grande beneficiados de este proceso. No parece lo más conveniente, pero sólo el tiempo lo dirá, para que no lo sean se requiere una oposición laica y ésta no existe gracias a los desvelos del régimen.


diumenge, 23 de gener del 2011

Desde el balneario...


Las noticias se acumulan y no dejan ver lo que es importante y lo que es accesorio. En el tiempo instantáneo en el que vivimos, todo parece importante porque nada nos parece decisivo. Toda esta digresión viene a cuento de los que está sucediendo en Túnez, en Haití, amén de los desastres en Brasil a causa de las lluvias torrenciales que castiga a los de siempre. Es decir, a los más pobres. No recordaré lo que sucede en los territorio ocupados de la franja de Gaza ni en las condiciones de vida de los palestinos, mientras que la comunidad internacional insiste en mirar a otro lado. 


Haití sigue demostrando al mundo el desaguisado que supone la aparición del antiguo dictador Jean-Claude Duvalier. Que aparezca en escena y se pasea por el país que ayudó a devastar y asesinar a sus conciudadanos, que salió del país después de saquearlo para ponerse a buen recaudo en la antigua metrópoli: París. Ha vivido en el exilio dorado sin que nada ni nadie perturbe su vida plácida y tranquila durante cerca de veinte años. Nadie ha acusado al dictador de nada, nadie ha movido un dedo por afear su conducta sanguinaria y brutal. Francia ha sabido compensarlo con la tranquilidad e impunidad que todos estos dictadores siniestros saben. ¿Cómo es que vuelve a Haití? ¿Quién o quienes le han llamado? Incluso algunos nostálgicos de ese régimen dictatorial de los Duvalier que gobernó con mano sangrienta desde 1957 hasta 1971 (padre) y desde 1971 hasta 1986 hijo Jean-Claude Duvalier, aspiran la vuelta a ese régimen. Lo único que realmente indica este desbarajuste es la falta de un estado. Como ha habido sorpresa y estupor internacional el propio gobierno ha tenido que montar una farsa jurídica con la detención del antiguo dictador baja acusaciones etéreas de corrupción. Nada ha impedido que siga en libertad. Diferentes medios periodísticos afirman que su llegada está íntimamente relacionada con la posibilidad que puedan desbloquear sus cuentas en Suiza.


El otro punto de interés es Túnez. ¿Para qué sirven las revoluciones pacíficas si Europa o la comunidad internacional mira para otro lado? La movilización social hizo huir cargado de toneladas de oro al dictador Ben Alí. Su gobierno ha seguido controlando todas las esferas del poder. El propio primer ministro Mohamed Ghannouchi ha declarado su intención de abandonar el cargo después de las elecciones. Lo más llamativo es que un estado árabe haya habido una revolución social exigiendo cambios políticos y sociales. Incluso la policía se ha manifestado. Sin embargo resulta inquietante que: “Los manifestantes recitaron igualmente pasajes del Corán en memoria de los más de cien víctimas mortales registradas en las revueltas populares que forzaron la caída de Ben Alí.” (ABC). No deja de ser llamativo que la policía ha sido la responsable de las masacres de civiles en estas revueltas sociales. Lo decepcionante es la absoluta ignorancia por parte de Europa sobre lo acontecido allí. La posibilidad de instaurar una sociedad democrática y laica en un país del Magreb parece contrariar los intereses europeos. La mezquindad de la que hace gala Europa hacia los deseos de libertad y bienestar contrasta con su indiferencia o servilismo con regímenes totalitarios (China) o dictaduras teocráticas (Arabia Saudí). Parece que los gobiernos europeos esperan que los países árabes les confirmen en su superioridad moral, mientras que de estos se espera de ellos que acaben haciendo los trabajos sucios que se puedan requerir en determinados momentos.

divendres, 14 de gener del 2011

Ficción y realidad: Indignación

Tranquilos no va de filosofía, ¡ No salten a otros bloggers ! El título quiere hacer referencia a la novela de Philip Roth "Indignación"(1). La presente novela trata de las reflexiones de nuestro joven protagonista Marcus Messner. No voy a indicar desde donde realiza sus reflexiones, porque entonces perdería su gracia. Marcus es el hijo de un carnicero kosher que huye de un padre cada vez posesivo y obsesivo.

Busca horizontes lejanos, en medio de la la Guerra de Corea (1950-1953), y lo encuentra en Winesburg. Una pequeña Universidad alejada de su casa. La Universidad era uno de los pocos lugares donde uno podía escapar del reclutamiento para la Guerra. Marcus es listo e inteligente, pero también impulsivo. En Winesburg la tradición pesa como una losa. Por eso a Marcus le va a costar adaptarse. Quiere ser abogado, pero sobre todo quiere estar lejos de los problemas familiares, quiere estudiar y construirse un radiante porvenir y quieren que no le recluten para la Guerra de Corea y Winesburg le parece un lugar como otro cualquiera para conseguirlo. Pero las dificultades de la vida van hacer difícil su estancia.


Conoce a Olivia Hutton, una chica moderna que le rompe el esquema de lo que debe ser un chica decente. Unos compañeros que no son de fiar. Cuantos actos realiza Marcus para pasar desapercibido son interpretados en clave de desafío. Al final tiene que hablar con el decano Caudwell, que le interroga sobre sus dificultades de convivencia con sus compañeros. Marcus le intenta explicar que sus compañeros de habitación o son ruidosos y no le dejan estudiar o bien son insoportables y por esa razón ha decidido buscar otra habitación sin las molestias que suponían sus antiguos compañeros. Caudwell lo ve como síntomas de orgullo y superioridad. Discuten sobre una de las normas sagradas de la Universidad, la necesidad de asistir al servicio religioso.

Marcus es intervenido de apendicitis, ocasión que la madre de Marcus aprovecha para visitarlo. Le explica que está decidida a dejar a su marido porque se ha vuelto loco. Olivia también acompaña a Marcus en su convalecencia. La madre de Marcus le hace prometer que dejará a Olivia Hutton porque a nadie le conviene una muchacha que ha intentado cortarse las venas. Marcus la contenta diciendo que sí la dejará. La madre le confiesa a Marcus que no puede dejar a su marido en esas condiciones. Así que todo parece volver a la normalidad.



En sus oídos aún resuena la conversación entre su madre y él en el hospital: " (...). Tienes conciencia y eres compasivo, y también dulce...así que dime, ¿sabes cómo hacer con esa chica lo que tal vez debas hacer? Porque la debilidad del prójimo puede destruirte tanto como su fuerza. Los débiles no son inofensivos. Su debilidad puede ser su fuerza.(...)" (pag.126). Marcus recuerda esa conversación pero también sabe que no puede resistirse a los encantos de Olivia Hutton.  Pero Olivia ha desaparecido. Nadie es capaz de decir por qué se ha marchado.  Incluso es su desesperación por saber noticias de Olivia, Marcus llama a la puerta del decano Caudwell. La discusión entre ellos se encamina por derroteros inesperados. Sale de allí indignado. Los acontecimientos se precipitan. Mientras cae la nieve en noviembre se desata un estallido de algarabía y resentimiento que se conocerá con el nombre de "el Gran Saqueo de Bragas Blancas de la Universidad de Winesburg" (pág.144). Estos hechos tendrán consecuencias en la suerte de Marcus Messner.

Hay palabras que cambian nuestras vidas: "Váyase a la mierda" (pág.164) Y hay una lección que hay que saber: "la terrible, la incomprensible manera en que las elecciones más triviales, fortuitas e incluso cómicas obtienen el resultado más desproporcionado" (pág.164). La novela está escrita de manera ligera pero que  conduce de forma inexorable a Marcus a su destino. Una América orgullosa después de la victoria de la Segunda Guerra Mundial y un desarrollo extraordinario de los niveles de bienestar que iban a darse de bruces con una Guerra que aún no ha acabado en términos estrictos. Winesburg es como esa América orgullosa de ser provinciana y a la vez el centro del mundo, porque no hay más mundo que ese. Esta novela nos habla de las debilidades de la sociedad americana, de sus contradicciones, de sus obsesiones, de como combinar individualidad con solidaridad, una sociedad que tiene pendiente por resolver muchos problemas que se dibujan en la novela y que la realidad ha hecho más difíciles de solventar.

(1) Philip Roth. Indignación. Traducción Jordi Fibla. Contemporánea. Debolsillo, Barcelona 2010.

dijous, 6 de gener del 2011

Preguntas que dan que pensar............o no


Leyendo a mi filósofo de cabecera me ha interrogado acerca de si hay personas que tienen un sexto sentido ético-político que les hace estar siempre en la "buena dirección". Pienso en Camus, Orwell, etc., autores que siempre han estado en el lado "bueno". Hay autores que han estado en el "lado oscuro", por ejemplo, Heidegger, L.F.Céline, etc,. ¿Existe algún tipo de brújula ética que les marca la dirección adecuada?



  
La cuestión es interesante. Cada vez estoy más convencido -creencia- que no existe una razón pura práctica (Kant) que nos marque la hoja de ruta hacia la moralidad. No existe una estación término que alcanzar. No hay caminos que nos indiquen qué dirección tomar. Somos seres contingentes en un mundo cambiante y también contingente. Eso no quiere decir que uno deba adoptar una postura cínica ante los problemas que agobian a cada uno de nosotros y a la sociedad en la que vivimos. No podemos esperar que nos salve un dios, tampoco un rey-filósofo.

*Agradezco a Miquel Andrino su aportación gráfica para ilustrar este comentario.