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dijous, 29 d’octubre del 2020

Frases intempestivas: Los obsolescentes

 "Lo nuevo nos amenaza con su brillo, como el quirófano en el que se disponen a abrirnos las entrañas; lo antiguo nos lo barnizan como el féretro en el que querrían tenernos ya encerrados, para poder sepultarnos de una vez, porque quizá ya estemos atufando a muerto; lo viejo, en fin, rápidamente, a los primeros indicios de desgaste, es arrojado sin más a la basura. En la basura está lo único que queda de todo lo que nos era maternal*". (pág.65)






* Rafael Sánchez Ferlosio. Campo de retamas. Pecios reunidos. Contemporánea. Debolsillo, Barcelona, 2016.


dimecres, 6 de febrer del 2019

¿La cara espejo del alma?


Legado de  Pablo Bosch. Anónimo  (1450)

El cuadro legado por Pablo Bosch al Museo del Prado, nos ofrece una imagen insólita. El martirio de San Vicente. La escena parece de un grupo de tranquilos pescadores, pero en realidad, los verdugos tratan de ahogar al santo. Lo extraordinario del cuadro es la imagen que ofrecen sus rostros. Unas caras angelicales en medio de una acción demoníaca. En el cuadro, la aureola del santo es la única señal que marca la diferencia entre el santo y sus verdugos. Nada delata en sus caras, ni odio, ni ensañamiento, desprecio. Unas caras inocentes, también pueden ser heraldos del mal.

Juan de Juanes (1507-1579)

El lienzo de Juan de Juanes, es en el momento de la conducción de San Esteban al suplicio. En este cuadro sí hay unos rostros que quieren expresar ese odio y animadversión contra el santo. Las expresiones son un buen ejemplo de lo que quiere expresar el pintor. En medio de estas figuras con las bocas abiertas y los ojos  enloquecidos, aparecen dos figuras cuyas caras son el contraste de la santidad. El santo se reconoce con la aureola, aquí esbozada, suficiente para comprender que es él el centro de esas miradas airadas. En el centro de la imagen, otra cara es la de Saulo o san Pablo antes de su conversión. Su mirada es serena, como si estuviese sopesando que Esteban gozarán en la otra vida de una vida de bienaventuranzas.

¿La cara es el reflejo del alma? Si en el primer cuadro, no hay señales de maldad en esas caras, son  las acciones que realizan -ahogarlo con una piedra al cuello-, sin gesticulaciones ni alardes fisiognómicos, el segundo, es un ejemplo de lo contrario, la maldad se expresa en las caras, el alma sórdida de los verdugos, tiene su correlato externo en la cara. Hoy, a pesar de múltiples esfuerzos por detectar la maldad, no hay manera de determinarla a priori. Ninguna cara nos dice nada de sus intenciones. No vivimos en el experimento del Minority Report, tampoco en la obsesión por detectar malvados o supuestos genes asesinos.

Precisamente porque no podemos detectar el mal, sólo a posteriori, es posible imaginar que esa cara que vemos tenía en sus rasgos la semilla de la maldad humana. Así, al delincuente, se le hace pasar por las fotografías que hemos visto en las películas policíacas. Nuestras mentes son muy hábiles para reconstruir perfiles imaginarios sobre lo que corresponda. Estas líneas, tienen que ver con la lectura de Sánchez Ferlosio, Ensayos 1*,  (pág.70-71), en el que plantea la cuestión de la predestinación. Cuestión crucial en los albores de la modernidad y que supuso en enfrentamiento entre la Reforma y Contrarreforma, a propósito de la salvación.

Dice Sánchez Ferlosio: "Acaso un día se venga a descubrir que las "facciones de criminal nato" son el producto preciso de una manera especial de dirigir los focos y apuntar la cámara que por instinto aprenden los fotógrafos de la policía" (pág.71). La afirmación del autor no deja de ser inquietante y nos transportaría a un mundo orwelliano, lleno de posibilidades insospechadas hasta ahora.

* Rafael Sánchez Ferlosio, Altos estudios eclesiásticos. Ensayos 1, Debolsillo, Barcelona, 2018.

dissabte, 8 de setembre del 2018

Filosofía y poesía


GLOSAS A HERÁCLITO
1
Nadie se baña dos veces en el mismo río.
Excepto los muy pobres.

2
Los más dialécticos, los multimillonarios:
nunca se bañan dos veces en el mismo
traje de baño.

3
(Traducción al chino)
Nadie se mete dos veces en el mismo lío.
(Excepto los marxistas-leninistas)

4
(Interpretación del pesimista)
Nada es lo mismo, nada
permanece.
                            Menos
la Historia y la morcilla de mi tierra:
se hacen las dos con sangre, se repiten.



(Ángel Gonzalez.  Antología poética. Madrid: Alianza Editorial, 1996)


(Seguidilla)

Caminito de Ela
va una tortuga,
con veinticinco siglos
en sus arrugas.

Zenón me llamo;
si veis venir a Aquiles,
que apriete el paso.

(Rafael Sánchez Ferlosio, Campo de retamas. Pecios reunidos. Debolsillo. Barcelona, 2015)




Die Vorsorkratiker, de Wilhelm Capelle

Otros, en fin, parecen sobrevivir a los siglos. Así: Zenón de Elea, inventor de la carrera perpetua de Aquiles y la tortuga. (Es común enunciarla de este modo: Aquiles, símbolo de rapidez, no puede alcanzar a la tortuga, símbolo de morosidad. Aquiles corre diez veces más ligero que la tortuga y le da diez metros de ventaja. Aquiles corre esos diez metro, la tortuga corre uno; Aquiles corre ese metro, la tortuga corre un decímetro; Aquiles corre ese decímetro, la tortuga corre un centrímetro; Aquiles corre ese centrímetro, la tortuga un milímetro, Aquiles el milímetro, la tortuga un décimetro de milímetro, y así infinitamente, sin alcanzarla... Wilhelm Capelle, en la página 178 de este volumen, traduce el texto original (A 26) de Aristóteles. "El segundo argumento de Zenón es el llamado Aquiles. Razona que el más lento no puede ser alcanzado por el más rápido, pues el perseguidor tiene que llegar antes al punto de que el perseguidor acaa de evacuar, de suerte que el más lento siempre  le lleva una determinada ventaja") (pág.949)

(Jorge Luis Borges, Miscelánea, Textos cautivos/ Borges en El Hogar, Debolsillo. Barcelona, 2011)

dijous, 6 de setembre del 2018

Fenomenología del juego del parchís y la oca

(Hay juegos y juegos)



[Reflexiona sobre el juego del parchís y el juego de la oca] (…) Es, en efecto, un juego carnicero, ferozmente competitivo, en torno al cual se engendran los más sordos y sórdidos rencores, los más perdurables odios familiares. (…) Por el contrario, el rechazo de la oca sólo se puede comprender pensando que los católicos no reconocen ya sus propias representaciones, puesto que es evidente que el juego de la oca no es sino una bellísima alegoría del camino del alma hacia la salvación. (…) Nadie destruye a otro como en el parchís, devolviéndolo al principio del arduo ascenso hacia la santidad (pág.101)”. 



Rafael Sánchez Ferlosio, Campo de retamas.Pecios reunidos. Debolsillo, Barcelona, 20126

dimecres, 5 de setembre del 2018

Dialéctica: ciencia y milagro

(Fides et scientia)

Santuario de Nuestra Señora de Lourdes


“(…) Esta misma carencia de prejuicios ante la ciencia empírica la ha demostrado la Iglesia, ya en el siglo XX, al confiar a los más prestigiosos laboratorios químicos el análisis de las aguas del santuario de Lourdes, de tal suerte que, no habiéndose encontrado enn ellas ni el más pequeño rastro de sales medicinales o cualquier otra clave de virtudes curativas, ha podido acreditarse y legitimarse, con las más exigentes garantías de rigor científico, la estricta naturaleza de milagro de las curaciones producidas mediante la inmersión de los enfermos en la laguna del célebre santuario. (pág.100-1)”

Rafael Sánchez Ferlosio, Campo de retamas.Pecios reunidos. Debolsillo, Barcelona, 20126

dimecres, 1 d’agost del 2018

Banderas al viento

(De vexillis, 1)

-La bandera no es más que un mero símbolo.
-Mero símbolo, mero símbolo... ¡De tales meros" nos guarde Dios!



De vexillis, 2)

-Las banderas no son más que retales de tela coloreados.
- Ya, ya, coloreados... ¡Coloreados por el Diablo!





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De vexillis (Las banderas)

Rafael Sánchez Ferlosio, Campos de retama. Pecios reunidos.  Contemporánea, Debolsillo, Barcelona, 2016, (pág.93-4)