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dilluns, 14 de setembre del 2020

Chistes filosóficos (XVI)

 Existencialismo







Los chistes*...


[1]

Abe y su amigo Sol salen a dar una vuelta. Pasan junto a una iglesia católica de cuya fachada cuelga un cartel: 1000 DÓLARES PARA TODO EL QUE SE CONVIERTA. Sol decide entrar y ver de qué va el asunto. Abe le espera afuera. Pasan las horas. Finalmente, sale Sol.

—¿Y? —pregunta Abe—. ¿Qué ha pasado?

—Me he convertido —dice Sol.

—¡No fastidies! —dice Abe—. ¿Te han dado los mil pavos?

Y Sol responde:

—¿Es que no sabes pensar en nada más?


[2]

Tres amigos mueren en un accidente de automóvil y se encuentran en una sesión informativa en el cielo. El moderador les pregunta qué les gustaría que sus amigos y parientes dijeran de ellos ante su tumba.

El primer hombre dice:

—Espero que la gente diga de mí que era un médico excelente y un buen padre de familia.

El segundo hombre dice:

—Me gustaría que dijeran que, en calidad de maestro, cambié las vidas de mis alumnos.

El tercer hombre dice:

—A mí me gustaría que alguien dijera: ¡Mirad, se está moviendo!


[3]

PINTOR: ¿Qué tal van mis ventas?

PROPIETARIO DE LA GALERÍA: Bueno, pues tengo buenas y malas noticias. Vino un hombre y me preguntó si eras un pintor que se revalorizaría al morir. Cuando le dije que pensaba que sí, compró todo lo que tenía tuyo en la galería.

PINTOR: ¡Vaya! ¡Es maravilloso! ¿Y las malas noticias?

PROPIETARIO: El comprador era tu médico.



*  Thomas Cathcart y Daniel Klein, Platón y un ornitorrinco entran en un bar... La filosofía explicada con humor. Trad. Núria Pujol Valls, Editorial Planeta 2ªed. Barcelona, 2008.


dilluns, 3 de febrer del 2020

Reseña: Byung-Chul Han, La expulsión de lo distinto (IV)

IV.-  Miedo

El capítulo presente, plantea el miedo a través del diálogo con Heidegger, y eso significa, dificultades en la interpretación, toda vez, que el lenguaje de Heidegger, es oscuro, porque quiere mirar un fondo insondable: “ser”.






M.Heidegger (1889-1976)



Han contrapone la positividad, característica de la sociedad neoliberal actual, y la negatividad. Para Han, la positividad no puede acceder a ese núcleo oscuro que significa la existencia. En su diálogo con Heidegger, trata de hacer un esbozo de lo que significa esa negatividad que ha sido escamoteada por la sociedad del rendimiento. El miedo es la reacción a lo “extraño, lo siniestro e inhóspito, lo desconocido”. El miedo es un sentimiento profundo, en el pensar de Heidegger. Lo que lo provoca es la “nada”. El hombre (ser-ahí) se mide a la nada, y ese enfrentamiento le provoca ese miedo existencial. Heidegger diagnosticaría que vivimos en un mundo “inauténtico”, el mundo de “hacer como todos”. La muerte es lo propio de la existencia (ser-para-la-muerte). Aceptarla, estar a la escucha de esa realidad que es nuestra, es lo propio. Sin embargo, en nuestra sociedad actual, la muerte se esconde, en aras de esa positividad que inunda nuestra existencia. Dice Han: “Cuando se niega la muerte en aras de la vida, la vida misma se trueca en algo destructivo. Se vuelve autodestructiva. “.

No podemos entrar en los análisis de Heidegger, una de las características de su obra El ser y el tiempo, a pesar de sus análisis, nunca aparece el  hombre/mujer concreto de carne y huesos, Heidegger, es incapaz de acercase a esos (Dasein = ser-ahí). Su esfuerzo por penetrar lo impenetrable, lo misterioso, le hace insensible frente a los avatares de la vida cotidiana. A él sólo le interesa pensar esa diferencia ontológica entre los entes y el ser. Los entes somos nosotros que misteriosamente hace posible que seamos en virtud del ser.

¿Por qué nos puede interesar Heidegger sí no habla de lo singular –los seres humanos concretos-? La respuesta es más bien pragmatista, porque sus análisis, a pesar de su oscuridad, puede permitirnos, describirnos de una forma completamente distinta. La filosofía, puede sernos útil, precisamente, porque pueda acceder a ámbitos que difícilmente puede acceder otras disciplinas. Es cierto, que la literatura, la poesía, pueden indagar esos misterios. En El ser y el tiempo, no hay que buscar soluciones a las cuestiones que agobian a las sociedades contemporáneas. Sin embargo, Heidegger, nos ofrece nuevas miradas, que pudieran ser útiles para quien tenga el humor de leerlo. 

Han llega a una conclusión provocativa: “La pérfida lógica del neoliberalismo reza: el miedo incrementa la productividad.”. El neoliberalismo crea esa positividad que esconde ese infierno que es la inseguridad de la vida, no hay nada sólido, todo es fluido (sociedad líquida) no hay ataduras ni compromisos, vivimos el reino de la producción y el consumo, de los integrados y los excluidos, y nuestros miedos, no provienen de un fondo oscuro de la existencia humana (Heidegger), sino más bien, del peligro –mortal- de vernos excluidos del sistema, de convertirnos en parias incómodos a los que nadie sabe qué hacer con ellos, excepto  recluirlos en campos de eternos refugiados.