divendres, 31 de maig del 2019

Inicios fulgurantes (V)

"Ojalá mi padre o mi madre, o mejor dicho ambos, hubieran sido más conscientes, mientras los dos  se afanaban por igual en el cumplimiento de sus obligaciones, de lo que se traían entre manos cuando me engendraron; si hubieran tenido debidamente presentes cuántas cosas dependían de lo que estaban haciendo en aquel momento:- que no sólo estaba en juego la creación de un Ser racional sino que también, posiblemente, la feliz formación y constitución de su cuerpo, tal vez su genio y hasta la naturaleza de su mente;- y que incluso, en contra de lo que ellos creían, la suerte de toda la casa podía tomar uno u otro rumbo según los humores y disposiciones que entonces predominarán:-si hubieran sopesado y considerado todo esto como es debido, y procedido en consecuencia,- estoy francamente convencido de que yo habría hecho en el mundo un papel completamente distinto de aquel en el que es muy probable que el lector me ve. (…)" (pág.5)

Laurence Sterne, La vida y las opiniones de caballero Tristram Shandy. Los sermones de Mr.Yorick. Prólogo Andrew Wright, Trad. Javier Marías, Clásicos Alfaguara, Ed.Alfaguara, Madrid, 1978.




dijous, 30 de maig del 2019

Inicios fulgurantes (IV)

“Una tarde de verano, al anochecer, Anceo el lélege, el de la florida Samos, fue abandonado en la costa arenosa del sur de Mallorca, la mayor de las islas Hespérides o, como las llaman algunos, las islas de los Honderos o las islas de los Hombres Desnudos. Estas islas quedan muy cerca unas de otras y están situadas en el extremo occidental del mar, a sólo un día de navegación de España cuando sopla un viento favorable. Los isleños, asombrados por su aspecto, se abstuvieron de darle muerte y le condujeron, con manifiesto desprecio por sus sandalias griegas, su corta túnica manchada por el viaje y su pesada capa de marinero, ante la gran sacerdotisa y gobernadora de Mallorca que vivía en la cueva del Drach, la entrada a los Infiernos más distante de Grecia, de las muchas que existen.”

Robert Graves, El vellocino de oro, Narrativas/Edhasa, trad. Lucía Graves, Edhasa, Barcelona, 1984.



dimecres, 29 de maig del 2019

Inicios fulgurantes (III)

"Durante el fin de semana los gallinazos se metieron por los balcones de la casa  presidencial, destrozaron a picotazos las mallas de alambre de las ventanas y removieron con sus alas el tiempo estancado en el interior, y en la madrugada del lunes la ciudad despertó de su letargo de siglos con una tibia y tierna brisa de muerto grande y de podrida grandeza. Sólo entonces nos atrevimos a entrar sin embestir los carcomidos muros de piedra fortificada, como querían los más resueltos, ni desquiciar con yuntas de bueyes la entrada principal, como otros proponían, pues bastó con que alguien los empujara para que cedieran en sus goznes los portones blindados que en los tiempos heroicos de la casa habían resistido a las lombardas de William Dampier."

Gabriel García Márquez, El otoño del patriarca. Plaza & Janes Editores, Barcelona, 1975.


dimarts, 28 de maig del 2019

Inicios fulgurantes (II)


“Cuando Gregor Samsa se despertó una mañana después de unos sueños intranquilos, se encontró en su cama convertido en un monstruoso bicho. Estaba tumbado sobre su espalda, dura y en forma de caparazón, y al levantar un poco la cabeza, vio su vientre abombado, parduzco, fragmentado por endurecimientos en forma de arco, sobre cuya protuberancia apenas podía mantenerse el cobertor, a punto ya de resbalarse por completo. Una multitud de patas, ridícula-mente pequeñas en comparación con su tamaño normal, vibraban indefensas ante los ojos”.(pág.231)

(Franz Kafka, La transformación y otros relatos, Edición de Ángles Camargo y Bernd Kretzschmar, Letras Universales 30 años, Cátedra, Madrid, 2013)

dilluns, 27 de maig del 2019

Inicios fulgurantes (I)

Hay inicios que incitan a proseguir la lectura, ya sean en forma de ensayos filosófico o novelas. No es fácil empezar como en este caso, lo hace Nietzsche:

En algún apartado rincón del universo centelleante, desparramado en innumerables sistemas solares, hubo una vez un astro en el que animales inteligentes inventaron el conocimiento. Fue el minuto más altanero y falaz de la “Historia Universal”: pero, a fin de cuentas, sólo un minuto. Tras breves respiraciones de la naturaleza, el astro se heló y los animales inteligentes hubieron de perecer.” 


(F.Nietzsche, Sobre verdad y mentira en sentido extramoral y otros fragmentos de filosofía del conocimiento. Edición  Manuel Garrido, trad.Manuel Valdés. Ed.Tecnos 2ªed. Madrid, 2012)



Nota:

El objetivo de estos "Inicios fulgurantes" no es otra que incitar a la lectura de estos textos que por diversos motivos me parecen recomendables.


dissabte, 25 de maig del 2019

Votar contracorriente

Sábado reflexivo por orden del JEC



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lo suspenderemos y nos quedaremos tan frescos!]