Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris crisis del capitalismo. Mostrar tots els missatges
Es mostren els missatges amb l'etiqueta de comentaris crisis del capitalismo. Mostrar tots els missatges

diumenge, 26 de maig del 2013

Terror en Londres....


Las “sociedades líquidas” se han convertido en sociedades en el que el miedo se ha instalado en ellas. Después del 11-S del 2001, nada es ya lo que fue. La visión apocalíptica de los aviones estrellándose en la Torres genero desconcierto y miedo. La expresión de ese miedo se resume de forma magistral en el texto de Don Delillo en “El hombre del salto” (Col.Austral) con la imagen de los niños mirando obsesivamente con los prismáticos una nueva oleada de aviones. Pero,  ¿por qué? La respuesta: “ ¿No se levantaron las torres como fantasías de riqueza y poder que algún día se convirtiesen en fantasías de destrucción? Una cosa así se construye para verla caer. La provocación es evidente. ¿Qué otra razón podría haber para llegar tan alto y luego doblar, hacerlo por duplicado? Como es una fantasía, ¿por qué no hacerla dos veces? Es como decir: “Aquí está, a ver si la derribas”.” (pág.136)

 

Dos noticias situadas en Londres y París, parece reactivar los miedos de una sociedad atemorizada por la precariedad de nuestras vidas que en esta crisis se ha instalado en todos nosotros con la ayuda inestimable de unos gobiernos obsesionados por la macroeconomía y que son capaces de sacrificar a sus ciudadanos. El asesinato de un militar en Londres y el posterior alegato del presunto asesino, con las manos manchadas de sangre delante de las cámaras de seguridad instaladas por todo Londres han dado la vuelta al mundo.  ¿Es esta acción la nueva cara del terrorismo? ¿Es necesario la escenificación de un estado de sitio, como el sucedido en Boston. Pero ¿qué clase de terrorismo es este?
 
 
Se eleva el asesinato a categoría de atentado terrorista. Se elevada la etnia como elemento esencial para entrar en la categoría de sospechoso. ¿Qué nos está pasando? Cuando los gobiernos no gobiernan porque son los mercados, el único bastión que les queda es el espectáculo de la seguridad, pero incluso ahí, cada vez son más chapuceros. Lo único que exhiben es la impotencia de una sociedad civil cada vez más encerrada en sí misma y más temerosa que se consuela pensando que los terroristas son la causa de todos nuestros problemas, pero el terrorismo es lo sucedido desde el 2008, un terrorismo respaldado por nuestros gobiernos y en nombre nuestro. Que las sociedades occidentales sufran unos recortes sociales sin precedentes, se desmantele le estado del bienestar, que la desigualdad se haga cada vez más patente –Estocolmo- , eso al parecer, no es motivo de preocupación ni de emergencia nacional, pero que una persona asesine a otra persona –militar- y se convierta en atentado terrorista y los aparatos del estado se pongan en estado de emergencia en nombre de la seguridad nacional, ¿no hay un auténtico despropósito y desproporción? La misma contundencia que parece escenificarse contra el terrorismo se podría emplear en la lucha contra una crisis que está dejando a millones de ciudadanos a los pies de la pobreza y la exclusión.

diumenge, 20 de gener del 2013

Entrevista de H y M



Leyendo textos inactuales, J.Habermas entrevistaba a H.Marcuse, hablando sobre la teoría crítica y la situación de la clase trabajadora, Marcuse responde lo siguiente:

 
“La cuestión es, y en esto radica en mi opinión el verdadero punto de prueba de la teoría de Marx: ¿ cuánto tiempo va a durar la estabilización del capitalismo tardío? ¿Se agudizarán realmente sus tensiones internas, del tipo que sean (...) o  logrará el capitalismo consolidarse en un período de tiempo no excesivamente largo sobre la base de un imperialismo político y económico más intenso, incluso tal vez con China y la URSS como mercado (el subrayado es mío)? Si esto ocurriera, entonces los dominadores pueden dormir tranquilos durante algunos siglos. Pues no habrá ninguna revolución.” (pág. 281. J.Habermas. Perfiles filosófico-políticos. (traducción de Manuel Jiménez Redondo), Taurus, Madrid, 2000) 

 

La entrevista se sitúa en 1977, es decir, su inactualidad resulta inquietante. Habla de crisis económica, justamente la que tenemos en la actualidad, o mejor la consecuencia de la crisis del 2008 que tiene su eje en el capitalismo financiero. No era una crisis de demanda, al contrario, había una auténtica fiebre consumista, debido especialmente, a causa del precio del dinero más abundante y barato que nunca. El merito de esta entrevista de 1977 es la hipótesis que los gigantes comunistas fueran absorbidos por el capitalismo, como así ha sido. Si esta crisis del capitalismo financiero que según Zarkosy debía hacer posible una auténtica revolución del propio capitalismo, ha sucedido lo contrario, ha hecho posible una auténtica contrarrevolución que en Europa está laminando el estado del bienestar y la limitación de derechos laborales en nombre de ajustes a un dios desconocido con el beneplácito de todos los gobiernos europeos, dejando a la intemperie a la sociedad civil. ¿Será posible ese dictamen ominoso que anunciaba Marcuse: “Pues no habrá ninguna revolución”, o nos contentaremos con votar cada cuatro año a un partido que nos hablará de resignación y sacrificio?