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dimecres, 8 de febrer del 2023

Reseña: El naufragio de la civilización (XIII)

 


Revolución “conservadora” –Thatcher y Reagan- y la iraní –teocrática-, hay que sumar dos nuevos acontecimientos. El primero el ascenso de Deng Xiaoping (1978) que también inaugura la nueva revolución conservadora que “se apoyaba en las tradiciones mercantiles enraizadas de toda la vida en la población china y que Mao Zedong había intentado erradicar” (pág.167). La revolución conservadora iba a cambiar para siempre las condiciones de vida de la población China. Nunca, un cambio revolucionario, iba a cambiar el rostro de una sociedad, llevándola a unas pocas generaciones, a convertirse en la segunda potencia del mundo. El otro acontecimiento, que también ayudo a cambiar el mundo fue la aparición del Papa Carol Wojtyla, y su doctrina conservadora, que dinamizó y propició cambios en la Polonia natal y de paso en el telón de acero.

Todas estas revoluciones conservadoras, generaron sus propias derivas de largo alcance, fueron revoluciones en que los actores de estos acontecimientos, jugaron un papel decisivo, no tanto porque tuvieran planeado lo que iba a suceder, pero su voluntad de cambio, desencadenó, toda una cascada de acontecimientos que fueron más allá de la clásica distinción marxiana entre la infraestructura y la superestructura. En el caso de estas revoluciones conservadoras, los factores superestructurales –culturales- tuvieron mayor calado si cabe que los factores económicos –infraestructura-.

Todos estos acontecimientos que tuvieron lugar “entre octubre de 1978 y mayo de 1979”, generaron dinámicas impensables en el momento que se jugaban estos acontecimientos. Maalouf apunta dos hechos que ayudaron a que estos acontecimientos fueran catalizadores de lo que posteriormente acabó por suceder. Se trata de la crisis del petróleo (1973) y el declive del imperio soviético.

La crisis del petróleo tuvo que ver con la guerra de Yom Kipur*, guerra del Ramadán o guerra de Octubre (1973). La victoria israelí, fue contestada por los países árabes con el embargo del petróleo y el aumento del precio que supuso un auténtico shock en las economías de Occidente. Para los países árabes, que tenían las llaves del progreso, acabó por convertirse en una maldición. 

La década de los setenta, fue escenario del enfrentamiento entre las dos grandes potencias, por países interpuestos que sufrieron las consecuencias de dicho enfrentamiento. Vietnam, Camboya, Laos, fueron escenarios del conflicto entre comunismo y el anticomunismo de EEUU. El escenario se amplió a África. Destrucción de países en enfrentamiento sangrientos capitalizados por las dos superpotencias, asolaron los países denominados del tercer mundo. 

En este escenario de Guerra Fría, los soviéticos se embarcaron en una aventura de la que iban a salir mal heridos. Afganistán (1979) iba a acabar siendo para los soviéticos lo que fue Vietnam para los norteamericanos.