En sociedades democráticas, hoy al parecer a la defensiva, que un manifestante pierda un ojo por efecto de los disparos de la policía, con “material antidisturbio” es una pésima noticia. No es la primera vez, y desgraciadamente, no será la última. Vemos a una policía cada vez más descontrolada. ¡Ellos son los profesionales! Las actuaciones indiscriminadas, golpeando de forma criminal a la cabeza, por poner un ejemplo, dice mucho de la policía, del policía que actúa impunemente y los mandos correspondientes. Que golpeen a un ciudadano, en la cabeza, con todas las fuerzas que despliegan, debería ser delito, porque quien está enfrente no puede protegerse, más allá de los brazos. Y las consecuencias que pueden ocasionarles semejantes golpes pueden ser irreversible. En el caso del joven que ha perdido un ojo es un daño irreparable. No importa si ha sido la PN o Mossos, pero el caso es que en las manifestaciones, debería haber contención por parte de las fuerzas del orden, que muy fácilmente, se convierten en causa del desorden. ¡Si alguien cree que los Mossos son todos independentistas, va bien apañado!
