dijous, 8 d’abril del 2010

Zarité...........Allende: La Isla bajo el mar


La novela de Isabel Allende, “La isla bajo el mar”, es la historia de Zarité una esclava que con su mirada,  su empeño por sobrevivir  a la adversidad eleva su historia a la condición de un mensaje de esperanza.

La historia se desarrolla en la antigua La Española, cuya denominación por los franceses es Saint-Domingue, y posteriormente Haití. La novela se inicia con una confesión de la propia Zarité sobre lo que ha sido su vida. En su balance escueto afirma: “En mis cuarenta años, yo, Zarité Sedella,  he tenido mejor suerte que otras esclavas” (pág.9).

La historia es también el retrato atroz de la esclavitud. Su inhumana presencia en las virtuosas casas de los terrateniente blancos es un ejemplo de las ideas que destruyen la dignidad humana.  El terrateniente de la historia es Toulouse Valmorain. Llega a la isla en 1770, era joven e ingenuo, sin saber nada del origen de sus riquezas. Su padre lo llama para que se ocupe de su hacienda. La historia va narrando el paisaje de degradación personal y moral de Toulouse.  Zarité entra en la hacienda denominada Saint-Lazare con nueve años. Es esclava de nacimiento y su condición la hace invisible para los blancos.

La historia adquiere perfiles comunes al trato dado por los blancos a los esclavos. No se permitían pensar por un instante lo que se les hacía. Eran una propiedad como los muebles, o los árboles. Se los utilizaba y explotaba sin ningún miramiento ni remordimiento. Tal vez al inicio el joven Valmorain tuviera escrúpulos, pero rápidamente los dejará atrás. Zarité es una sombra que trabaja diligentemente. Valmorian contrae matrimonio con una española Eugenia García del Solar. Zarité será su ayuda de cámara. Sin embargo, Eugenia se adaptará mal al entorno de Saint-Lazare, y lentamente irá perdiendo la cordura. En está situación Toulouse Valmorain buscará desahogo en Zarité.  No importa si la viola, porque para el amo es algo que se hace. Está en su derecho. De esas noches donde el amo penetra a Zarité queda embaraza pero el amo no quiere saber nada y arrancan al bebé de las manos de su madre. Le dicen que lo darán a una familia que pueda acogerla. Los escogidos son el teniente Étienne Relais y Violette Boisier, Zarité había estado al inició al servicio de la bellísima Violette. Ésta era mulata, había conocido a Toulouse anteriormente, pues, ella se dedicaba a dar placer a los que podían permitírselo. Y el teniente había quedado prendado de su bella y vitalidad.


La salud de Eugenia hizo necesario trasladarla a Cuba donde residían anteriormente, junto a su hermano Sancho. Lo cierto es que después de su momentánea recuperación vuelven a la isla. Allí concebirá un hijo. Las esperanzas de Toulouse renacen ante la llegada de su primogénito que permitirá que el apellido Valmorain y sus propiedades pasen a sus descendientes. Lo llamaron Maurice.



La misión de Zarité fue ciudar a Maurice, pues, Eugenia volvía a un estado de melancolía infinita. La isla corría aires de revuelta. Los esclavos intentaban huir a las montañas en busca de la libertad.  Los desgraciados que cogían eran ajusticiados. En Saint-Lazare el lado siniestro lo representaba la figura de Prosper Cambray. El jefe de capataces era la perfecta herramienta para imponer el terror. En Saint-Lazare aparecía un ilustrado el doctor Parmentier. Él era la voz de la conciencia de Valmorain. Sus discusiones acerca de la esclavitud habían removido ligeramente la conciencia Toulouse Valmorian. El médico aprendía del saber de Tante Rose que vivía en la plantación y era hechicera oficial. Su saber de plantas y recetas caseras sorprendían al doctor por su eficacia y simplicidad.

Zarité seguía cumpliendo los deseos de su amo, ciudar a su hijo y calentarle su cama. Las revueltas se suceden. En las montañas se refugian los esclavos huidos que sueñan con la libertad. En las cocinas descubrirá Zarité el verdadero amor, Gambo.  Pero esté quiere la libertad. Zarité queda en cinta de Gambo, de esa unión nacerá Rosette.

El levantamiento de los esclavo lleva a Gambo a las montañas. Zarité piensa en el futuro y su hija. Cuando los esclavos abandonan Saint-Lazare, Zarité toma el mando de la situación y convence a Toulouse de abandonarla antes de que sea demasiado tarde. Hacerle caso, salvará la vida de ellos. En su huida tendrán que salvar los peligros de unos caminos inseguros. Llegan a Le Cap, la batalla parece inminente, los blancos con la ayuda del ejército esperan vencer, pero la unión de los esclavos hace batalla sea sangrienta. Logran huir en el caos hacia uno destino.

El nuevo destino será Luisiana, Nueva Orleans será el nuevo escenario. Sancho había adquirido tierras en nombre de su cuñado. Se proponen reconstruir su hacienda en la nueva tierra prometida. Aparecen nuevos personajes, el más importante es, Hortense Guizot que se casará con Toulouse Valmorian. Y con Hortense en escena, Zarité queda relegada con su condición de esclava. Toulouse había escrito en un papel la libertad de Zarité y su hija. Y Zarité le recuerda su promesa. Maurice y Rosette con sus juegos de niños crean lazos que los conducirán a un exilio forzado. La suerte está echada. El destino ha querido que los dos hermanos de padre se echen en brazos el uno del otro. Maurice sale en busca de fortuna, pero la fortuna no ha acompañado a Rosette que ha caído en las redes de Hortense que hace que la detengan y la encierren bajo una acusación falsa.

Zarité es ahora libre, también ella ha redescubierto el amor con Zacharie. De esa relación nacerá Honoré. Rosette sale de prisión debilitada y destruida, pero aún es capaz de dar a luz a Justin Solar. La da vida, pero ella muere. Zarité ha nacido esclava, pero ahora es libre. Por eso, su vida, a pesar de todos los horrores y humillaciones que ha sufrido, es feliz, por eso baila y acompañada de Erzuli, “vamos juntas galopando a visitar a mis muertos en la isla bajo el mar. Así es.” (pág.511)

dissabte, 6 de març del 2010

Wallander en Riga


Los perros de Riga (1992), la novela de Mankell confirma que estamos delante de un autor que utiliza la novela negra para ir más allá de ella. En esta ocasión se adentra, literariamente, en los oscuros sótanos de los países de la órbita de Moscú.  

La llegada a la costa sueca de un bote con dos cadáveres con una bala en el corazón como recuerdo, inicia todo un recorrido, que hará del inspector Wallander, el héroe de una historia siniestra.¿Cómo se inicia una investigación criminal? ¿Qué se hace cuando no hay pistas? Cuándo se desconoce ¿quiénes son los muertos?, ¿dónde los mataron?, ¿de dónde provenían? Respuestas que requieren de tiempo y suerte. La historia se desencadena cuando una llamada anónima anuncia la llegada de un bote con dos muertos como viajeros.  





La investigación se inicia con todas las incertidumbres del caso. No hay pistas y se desconoce todo de todo. Los hilos de la investigación tejen una trama que lleva en una dirección: los países del este. Lentamente la investigación empieza a cobrar rostro. La dentadura de los asesinados demuestra que son ciudadanos del este. La cooperación internacional da sus frutos cuando desde Riga (Letonia) dan con los nombres de los asesinados. Para acelerar la investigación llega a Ystad un investigador de la policía letona.

El retrato de un país totalitario (Letonia) al inicio de un proceso incierto (1992)en el orden político, donde fuerzas divergentes, tratan de llevar cada uno a su objetivos políticos. Un Wallander que se erige en árbitro  de las maniobras entre la policía dividida como expresión de la división de país, entre la fidelidad a Moscú y aquellos que sueñan con un país independiente. Y ese árbitro que siente  en su corazón los embates del deseo.

Mankell demuestra con sobriedad y una solvencia extraordinaria las descripciones de una sociedad hundida en la miseria moral y material que el régimen comunista ha acabado por imponer. Las descripciones de la ciudad, su fealdad, el miedo que lo impregna todo, los “perros de Riga” que siguen el rastro de Hegel/Wallander, las traiciones y los golpes de efectos, son realmente notables, los ideales de emancipación acaban convirtiéndose en pesadilla  y la condición humana queda reducida a esclavitud en nombre de un radiante porvenir. Wallander que viene de una sociedad democrática y libre, se sorprende de las condiciones que la sociedad puede llegar a estar amordazada en nombre del socialismo.

De los ideales abstractos se llegan a pesadillas concretas, donde la libertad del individuo es pisoteada en nombre de un futuro porvenir. Y, Wallander, reconoce que la libertad que defiende es frágil, tanto como el deseo que siente por la mujer del oficial de policía asesinado por oficiales corruptos de la policía de un país que aún no sabe hacia dónde se dirige: hacia la anarquía social o hacia una sociedad libre, donde los “perro de Riga” están de más.

diumenge, 24 de gener del 2010

Las ocho casas de Atxaga


Acabo de leer la novela de Bernardo Atxaga "Siete casas en Francia". Novela muy recomendable tanto por la forma como por el fondo. La literatura permite viajar al Congo de la época de Leopoldo II. No se trata de una denuncia, que también, sino simplemente la ocasión de contar una historia. El arte de narrar historias parece cosa fácil, pero el asunto no es tan sencillo.


La historia es sencilla. En un puesto de la Force Publiques del rey Leopoldo II  a principios de 1903 , en el puesto militar de Yangambi, desembarca un nuevo militar Chrysostome Liège. Éste provocará una serie de sucesos que irá in crescendo a  lo largo de la novela. 

Los personajes de este drama son el capitán Lalande Biran, el teniente Van Thiegel, socio del capitán en actividades comerciales clandestinas, Richardson, Lopes, Donatien, Bamu, Livo, un obispo, un períodista, Lasalle y los ausentes: Leopoldo II, Armand Saint-Fox (Toisonet) , y Christine Saliat de Meilhan esposa del capitán. De forma indirecta aparecen los caucheros, los askaris y los rebeldes.




¿Qué sucede cuando en un entorno de monotonía  aparece un nuevo personaje? Que la situación anterior cambia. Los acontecimientos se precipitan. Las rivalidades de cada uno de los personajes tejen una urdimbre que cobra vida. El desencadenante es el rifle Albini-Braendlin. Las envidias del teniente focalizarán todas sus frustraciones. En la mente del teniente aparece una palabra que le obsesionará, Chrysostome Liège, se convertirá en pédé (marica). Su manera de ser y hacer acaba obsesionando a Van Thiegel. 

La estación militar tiene por objeto las plantaciones de caucho y el control de los nativos convertidos a la fuerza en caucheros. Todo lo que les rodea, personas y paisaje pertenece a Leopoldo II y de forma vicaria al capitán Lalande Biran, que tiene aspiraciones de poeta. A su vez quiere satisfacer a su codiciosa esposa comprándole casas. Y para ello desvía caoba y marfil para su particulares intereses. 

Los jueves el capitán se desfoga sexualmente a costa de las vírgenes nativas que las busca su mayordomo Donatien. No se plantea lo que deben pensar las desafortunadas jóvenes. La empatía no está entre las prioridades del capitán Lalande. La suerte está echada cuando el teniente Van Thiegel destruye a la única persona que Chrysostome Liègi desea en Yangambi y por extensión en todo su universo. Hay duelo y venganzas. Muertes y traiciones.

 El libro de Atxaga es un excelente ejemplo de literatura. La ficción no es más que un pálido ejercicio de la realidad. El tono entre irónico y preciso retrata a unos personajes que son los amos de un  mundo dejado de la mano de Dios. El colonialismo belga como el de los restantes países civilizados deja una nota amarga. Excelente descripción de situaciones y personajes que hacen de esta novela recomendable para aquellos que quieran sumergirse entre la ficción y la realidad. 

dissabte, 9 de gener del 2010

Novela negra...sueca


Novela negra, la expresión tiene su origen en el escritor norteamericano Raymond Chandler. Su expresión ha hecho fortuna. Y hablando de fortuna ahí está el éxito de las novelas de Stieg Larsson (1954-2004) y su famosa trilogía "Millennium".  Las novelas de Larsson son entretenidas, sus páginas se parecen a planos visuales, sus descripciones se parecen a los catálogos de venta por correo. Ameno, superficial, apto para todos los públicos. Entretiene sus peripecias truculentas, sus personajes son del todo poco creíbles. Especialmente, Lisbeth Salander. Su particular "autismo social" permite desdibujar al personaje, hasta hacerlo plano. Sale de las situaciones como un prestidigitador que saca de su chistera un conejo o una paloma. No importa lo poco creíble que sea la situación. Tiene recursos para todo. Las páginas describen hechos y situaciones de todo orden. Pero falta algo. No basta ni Mikael Blomkvist, ni la conspiración de la inteligencia sueca, ni Zalachenco...




¿Qué falta entonces? La respuesta está en la escritura. Leer una página por poner un ejemplo de Philip Roth de "La mancha humana" (ed.Debolsillo) es suficiente para ver las diferencias. En este caso, la novela negra tiene su sentido irónico. O sea, leer a Larsson, siendo agradable y entretenido, no supera ni la intensidad y la profundidad de los personajes de Roth, por ejemplo. Tampoco de Henning Mankell. La serie Wallander, es un buen ejemplo de novela negra.

Uno imagina a una Suecia en el que el Estado del bienestar hace que las injusticias sociales sean lo menos dolorosas posibles, pero al leer la novela negra sueca, parecen dibujar una Suecia que cuesta reconocer. Detrás del bienestar se esconde una sociedad doliente. Suicidios, alcoholismo, violencia. ¿Eso era el paraíso de la sociedad del bienestar? Parece que Henning Mankell y en otro registro Larsson nos dicen que no todo es oro lo que reluce en Suecia.



Acabo de leer "Pisando los talones" de Henning Mankell. El libro es un buen ejemplo de buena novela negra. Mankell no es Roth, pero tampoco es Larsson. Su novela deja que las cosas sucedan, las descripciones y las situaciones son realistas. Las reflexiones sobre Suecia son aceradas y ácidas. Hay desencanto y frustración. Reflexiona sobre la condición humana y el papel de la policía. La novela y su personaje central Kurt Wallander y los demás personajes se les ve a lo largo de la novela pasar por todas las fases de una investigación criminal. ¿Cómo saber quién es el asesino o asesinos? ¿Cómo empezar a buscar pruebas?


La violencia que describen es extremadamente desasosegante. Psicópatas astutos, fríos, calculadores. Y frente a ellos se oponen inspectores/as que tienen problemas domésticos, Wallander y su diabetes incipiente que le hace orinar terrones de azucar,etc. Radiografías de una sociedad que debería estar encantada de tener y poseer lo que tienen, pero que no acaba de estar bien consigo misma.

Leyendo a estos autores suecos parecería que en el infierno no hay fuego, sino hielo.No he leído todas las obras de Mankell, leí "Asesinos sin rostro", en el que la inmigración estaba en el trasfondo de la novela y el inspector Wallander iniciaba su andadura. Leeré más novelas de este autor, ya que desgraciadamente, la muerte prematura de Larsson ha truncado su vida y carrera como novelista.



dissabte, 1 d’agost del 2009

La inflexión posmoderna: Una estética de la representación


La posmodernidad sería la última esperanza que nos queda ante ese fenómeno que adquiere carácter de ley inmutable de la naturaleza: la globalización. Si eso es así, ¿con qué armas contamos para hacerle frente? Y la respuesta que nos ofrece este último apartado del libro de Samaniego* nos deja sin demasiadas opciones.

1.- Habíamos caracterizado a la posmodernidad como la capacidad de hacer desafinar todos los metarelatos que legitiman a nuestra sociedad líquida (Z.Bauman). Así que para empezar, la vida es vista como espectáculo. Queda descartado la intimidad. El reality show "Gran Hermano" nos ilustra sobre la idea de intimidad. Como en el "Show de Truman" todos están conectados para ver las peripecias que padece -por efecto del guión- el protagonista. La posmodernidad habría puesto de manifiesto que ese Show es el que estamos viviendo. Todos seríamos Truman Burbank viviendo esa realidad que nos parece real, pero que en el fondo es una pura "representación".





2.- ¿Quién hace el papel de Christof? Para la posmodernidad la propia dinámica de la globalización. No hay un consejo de administración que dirige la representación, sino una red difusa que se extiende y se capilariza en un poder que nos es ajeno (alienación) y a su vez nos tiene en nómina. La visión del poder no es vertical (sociedad sólida), sino horizontal (sociedad líquida).

3.- La posmodernidad es descreída, por ello reivindica desafinar en todas los órdenes de la vida. Es una forma de resistencia. ¿Cómo resistir? En el ámbito del arte, por ejemplo, se puede luchar a través de las "instalaciones". Este arte se caracteriza por ser "anamórfico" (es decir, es una forma de hacer ver al espectador aquello que nos interesa que vea). Lo característico de las "instalaciones" es su movilidad. Cualquiera podría ser un "instalador", por ejemplo, colocar en el Guggenheim de Bilbao un futbolín con figuras de barbies, y esperar que los curiosos se acercarán y jugarán, se habría creado una "obra artística total".




4.- La posmodernidad no cree en la utopía, cuestiona el presente, no le gusta y por ello quisiera integran arte y vida. OLYMPIC MAN MOVEMENT dels Joglars (1981) representaba una apuesta por integrar arte y vida en un mensaje "ambiguo". La posmodernidad hubiera rechazado esa apuesta. La posmodernidad al decir R.Hughes representa la "cultura de la queja".

5.- Si vivimos inmersos en el Show, entonces, no hay ni intención ni contexto que importen. En la etapa sólida (Z.Bauman) esos dos caracteres eran importantes. Pero ¿qué pasa ahora en la etapa líquida (Z.Bauman)? Ahora lo que conviene es el "corta y pega". La representación ha tomado forma de fotomontaje. No se requiere ser un genio, sino tener el programa adecuado para parecer un genio. Photoshop permite hacer maravillas con las fotografías digitales. El único auténtico problema es tener imaginación, pero en esto siempre se puede "copiar" y modificar con lo que la "autoría" queda borroso.

6.- Hal Foster ha podido hablar de una segunda posmodernidad denominándola "de resistencia". Ésta se opondría aquellas corrientes posmoderna de raíz neoconservadora, cuyo objetivo sería desafinar. Es decir, parodiarse a sí misma como forma de autodestruirse. En el mar proceloso del arte, dar gato por liebre parece un ejercicio que se ha realizado con extraordinario furor. Me imagino a ese artista que hace una "instalación" con sus barbies. ¿Nos toma el pelo? ¿No distinguimos entre arte y provocación?

7.- ¿Puede esta segunda posmodernidad vincularse a la modernidad? ¿Cómo expresarla? Este intento de sintetizar arte y vida ha sido puesto en cuestionamiento. Jameson propugna "intentar elaborar mapas cognitivos de esas misma reestructuración social producida por el capitalismo como sistema global".

8.- La posmodernidad quiere pero no puede, alberga el espíritu de resistencia pero no parece estar en condiciones -ante el avance del capitalismo global- de hacerle frente. Sin embargo, la sociedad posmoderna (sociedad líquida) deberá enfrentarse ante sus propias contradicciones. ¿Debemos rendir pleitesía a las fuerzas económicas como si fuesen leyes intemporales? ¿Se podrá seguir manteniendo la asimetría existente en el mundo globalizado? ¿Se podrá legitimar unos gobiernos -democráticos- que abdican de sus obligaciones sociales y políticas en aras de esas fuerzas "impersonales" de la economía?


* Alberto Ruiz de Samaniego, La inflexión posmoderna: los márgenes de la modernidad. Col.Hipecuakal, ed.Akal, Madrid, 2004.