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divendres, 22 de gener del 2021

Reseña: Un abismo en el cielo

 Un abismo en el cielo (A Deepness in the Sky), obra de Vernon Vinge, Trad. Pedro Jorge Romero, Col. Nova 152, Ediciones B, Barcelona, 2002. 




La novela ha obtenido todos los premios de la SF, Hugo, John Campbell Memorial y Prometheus del año 2000. La novela es ambiciosa y la trama es compleja. La historia no se deja resumir fácilmente, excepto, si reducimos al máximo, las complejas relaciones que existen. Una estrella On/Off que no se comporta de manera natural, produciendo apagados y encendidos, de ahí su nombre. Un planeta Arachna, donde habitan seres inteligentes que desde la perspectiva humana, se asemejan a las arañas. Dos expediciones humanas que llevan en sí mismas diferentes planes para la exploración del planeta, los Qeng Ho y los Emergentes.

Como toda novela que se precie, requiere verosimilitud para que la historia tenga sentido y consistencia. Por eso, las tramas de los diferentes personajes y grupos son descritos con cierta precisión y agudeza de análisis. Los Qeng Ho, son comerciantes de la galaxia, su interés es comerciar con cualquier grupo humano y ahora en Arachna, con posibles criaturas extraterrestres. El temporal que Vinge nos propone es suficientemente lejano, 10.000 años en nuestro desarrollo. La Tierra es ya la vieja Tierra, se han colonizado otros planetas y estrellas, sin embargo, no hay nada parecido a viajes instantáneos a lo largo del espacio, pues, el límite de la velocidad de la luz, sigue siendo un muro infranqueable. Las naves que viajan a lo largo de siglos, requiere mantener a las tripulaciones, largo tiempo dormidas. 

Uno de los personajes clave –Pham Trinli- explica su larga vida y las enseñanzas que le ha proporcionado, para ofrecer una interesante reflexión:

—Aquí en Namqem, hemos roto la rueda de la historia. En un millar de mundos, la humanidad ha luchado y luchado, y casi se ha extinguido. Lo único que salva a la especie es el tiempo y la distancia… y hasta ahora también la había condenado a repetir sus fracasos.

—Las viejas verdades siguen siendo válidas: sin el apoyo de una civilización, ningún grupo aislado de naves y humanos puede reconstruir el núcleo de una tecnología. Pero al mismo tiempo: sin ayuda del exterior, ninguna civilización sésil puede persistir.” (pág.494)

¿Qué la humanidad haya podido sobrevivir, sería una buena noticia, pero, los instintos humanos no se han esfumado. Hay personajes centrales en una novela coral, especialmente, Pham (Nuwen) Trinli,  los Qeng Ho, son, si es que tiene algún sentidos decirlo, de origen asiático, sea lo que sea ese término anacrónico en ese futuro tan lejano. Viajan en naves enormes con una gran tecnología, nadie duda que en el futuro, la tecnología aún tenga mayor peso que en la actualidad. El problema es naturalmente, los propios límites del conocimiento. Los Qeng Ho, no les interesa la guerra, especialmente, lo que quieren son socios comerciales. Muchos filósofos han visto en el comercio, una vía para la civilización de las sociedades. El otro grupo humano que también llega a OnOff, son lo Emergentes. Un grupo que en comparación son más políticos, que utilizan la tecnología para sus propios fines que no es otro que la conquista. Esa conquista tiene una pieza clave de su capacidad para gobernar a los conquistados, es el Enfoque. Utilizan un arma biológica, la psicorrosión, que altera la bioquímica del cerebro, quedando el sujeto expuesto al virus, a merced de los Emergentes. 

“¿Conoces las células gliales? De hecho, hay más de esas en tu cerebro que neuronas. En cualquier caso, la psicorrosión emplea las gliales como una especie de caldo, las infecta casi todas. Después de cuatro días más o menos…

—… ¿Tienes un cabezahueca?

—No. Tienes la materia prima para un cabezahueca; muchos de los Qeng Ho acabasteis en ese estado… Desenfocados, perfectamente saludables, pero con la infección permanentemente establecida. En esas personas, cada neurona del cerebro está adyacente a células infectadas. Y cada célula con psicorrosión posee un menú de neuroactivos que puede segregar(…).” (pág.292)

La alteración crea un efecto feliz para los conquistadores. El sujeto expuesto a la psicorrosión, es puesto a trabajar en una determinada área de conocimiento o trabajo, y se convierte en esclavo de esa área, sólo está interesado en su trabajo desconectando de su anterior personalidad. Son los esclavos ideales –cabezahuecas- para los fines militaristas de los Emergentes. 

“Mira, para nosotros los Emergentes, los cabezahuecas son la siguiente capa de sistema por encima del software. Pueden aplicar inteligencia humana, pero con la persistencia y paciencia de una máquina. Y es por eso que los especialistas no Enfocados, especialmente técnicos como yo, son importantes. El Enfoque es inútil a menos que haya gente normal para dirigirlo y encontrar el equilibro de hardware, software y Enfoque. Hecho correctamente, la combinación está mucho más allá de lo que los Qeng Ho hayáis conseguido.” (Pág.289-290)

El encuentro entre ambos grupos en las mediaciones de On Off que tiene un período de 250 años para apagarse otros 215, acabará en guerra. Momentáneamente, los Emergentes salen victoriosos gracias a la psicorrosión.

Las arañas, que el autor, es capaz de humanizar, al darles nombres vagamente humanos, permite adentrarnos en su mundo. Ver como progresan tecnológicamente, ser capaces de superar sus propias tradiciones y leyes, para llegar a los límites, que supone vivir en la oscuridad, cosa que anteriormente, las arañas quedaban en suspenso hasta la siguiente eclosión de OnOff.  También su mundo sufrirá el encuentro con extraterrestre que pondrán en cuestión todas las ideas y esquemas de las arañas, que con el paso de las generaciones, van adquiriendo tecnología que les permitirá destruirse a ellas mismas en una analogía con nuestro mundo.  Lo desconocido se conoce a través de lo conocido, al menos en un primer momento. El desenlace de la obra es tal vez demasiado previsible, pero aún así, hay la suficiente carga emocional e intriga para leer las cerca de 763 páginas de esta magna obra. ¡No se la pierdan! (Si eres del clan de los amantes de la ciencia ficción)