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diumenge, 18 de juny del 2017

Diari de Mallorca (V)

Lunes 

El día ha sido maratoniano, variado e interesante. Hemos cogido el coche a las 8.30h. Salida hacia Son Servera, Sant LLorenç des Cardassar, Felanitx, Campos y Llucmajor. Carreteras bastante llenas de vehículos, grandes extensiones de zonas agrícolas.

El primer objetivo era la Torre de Vigía de Cap Blanc. Carreteras muy estrechas. Antes de llegar hemos parado en las ruinas de Talaiots, “Talaiot Capocorb Vell”, en la carretera Ma-6014, el lugar es un paisaje alejado de todos los sitios, eran las 10,10h, cuando hemos entrado en el complejo de los Talaiots. Una señora mayor atendía, la venta de los tickets para entrar, cuesta 2€. La entrada tenía un estilo muy a los “Picapiedras”.


                                                       http://www.talaiotscapocorbvell.com

El conjunto de construcciones, o mejor, de reconstrucciones son muy impresionantes. Sobre todo porque piensas que hace más de mil años, ya existían asentamientos en estas tierras. A la entrada la señora nos proporcionaba una hoja sin gracia ni cuidada, con explicaciones del asentamiento. A la salida la entregabas. 





Después hemos continuado el camino, por la misma Ma-6014, hacia la Torre de Cap Blanc. La torre está cerrada, porque los faros están automatizados.[ http://www.farsdebalears.org/]. En esta página se puede ver la historia, parca en explicaciones.







El lugar es espectacular, hemos accedido, no éramos los únicos, saltando un pequeño obstáculo y nos hemos dirigido al acantilado. Desgraciadamente, había mucha neblina que imposibilitaba la panorámica. Parecía que la niebla, al estilo de S.King, estuviera jugando con nosotros. Hemos hecho fotografías, pero no era lo mismo si el día hubiera acompañado. Nuestro gozo en un pozo de niebla.




Después hemos ido a “Cala Pi”, los trayectos por esta zona son largos y tediosos, hay que volver a desandar el camino entre 7 y 10 km cada vez que te internabas en estas zonas. El paisaje es muy agrícola. Había muchas zonas de coto de caza, todas estas zonas están valladas. Después de un recorrido largo, hemos llegado a “Cala Pi”, lugar turístico, y bastante alejado de todas partes, pero, la cala es muy bella y fotogénica, de aguas claras y cristalinas. En ese momento no había nadie dentro del agua. La gente empezaba descender las escaleras que conducen hasta la cala desde los hoteles y residencias que pueblan esta zona. Las escaleras que conducen a la cala están bien perfiladas. En pleno verano debe ser interesante ver cómo se las arreglan para no provocar atascos en esas pendientes. En toda la zona la neblina seguía persistiendo en su empeño por no dejarse ver en todo su esplendor.







Hemos hecho las rigurosas fotos, para dar fe y testimonio de nuestra estancia, y no hemos encaminado hacia Ses Salines, camino de Santanyí, por la Ma-6102 hasta llegar a Cala Figuera. Sorpresa porque el lugar es magnífico, a pesar de la neblina seguía emborronando el paisaje. Hemos aparcado a una cierta distancia del “centro”. En ese momento, no parecía augurar nada bueno, por eso la sorpresa ha sido mayúscula. Hemos ido a comer junto a una terraza que veías la cala junto a unos veleros anclados en sus aguas cristalinas. La estampa es idílica y bellísima. La terraza donde hemos comido era espectacular, no por ella misma, sino por la panorámica que ofrecía. La comida era muy buena y contundente. Tendré que hacer régimen cuando vuelva a casa.






Después de una comida notable, hemos ido a caminar por la calle principal que es paralela a la Cala. Hemos llegado a s’Observatori, un lugar donde la Cala se encuentra con el mar abierto, lleno de rocas que permiten ver el mar de manera espectacular.



De Cala Figuera, hemos  tomado la Ma-19, Santanyí,  s’Alqueria Blanca, Calonge, s’Horta y Porto Colom. Nueva sorpresa. Una entrada a la bahía llena de pequeños y no tan pequeños barcos. Nos hemos paseado por la calle Cristófor Colom, la hora no era la mejor, hacía demasiado calor. Hemos fotografiado la bahía. Era fácil imaginar el gentío en la época de vacaciones. Hemos vuelto a coger el coche para acercarnos hasta nuestro último objetivo, Porto Cristo.







Siguiendo la Ma-4014, hemos llegado a Porto Cristo. Hemos podido aparcar cerca del Passeig des Cap des Toll, un brazo de mar, donde se cobijan los barcos, pequeños y grandes. En este brazo de mar, no sé si es artificial, lo custodiaban multitud de restaurantes y sus terrazas de toda clase.






Un criterio para los restaurantes es si ofrecen sangría como bebida principal, entonces estamos delante de un restaurante especialmente dirigido a los “guiris”. Otro criterio es si la carta del restaurante toda ella está en cualquier idioma menos el de la tierra. De hecho muy pocos hay la carta en catalán, y menos utilizar esa lengua. Todo en alemán e inglés como idiomas principales. Parece difícil de entender o tal vez no. Por supuesto, el castellano no tiene la consideración de idioma exótico como el catalán.

Dentro de Porto Cristo hemos llegado a una pequeña playa, junto a la calle d’En Bordils. Todo muy colorista y mediterráneo. En la playa un monitor hacía sudar a un grupo que practicaba vóley-playa. Había mucha gente en esa pequeña playa. Hacía un calor del demonio.


                      
Después nos hemos dirigido al parking, gratuito, medio vacío, esto por supuesto es imposible en plena estación veraniega, y nos hemos encaminado hacia Son Servera y Canyamel. Eran las 20.15h. El día ha merecido la pena. Toda Mallorca merece la pena conocer.

Mañana es el último día de estancia en la isla. A la tarde cogemos el vuelo a casa. Pero antes queremos hacer una pequeña excursión en la zona que hasta ahora no hemos estado, nuestro objetivo es acercarnos hacia Andratx y Sant Elm.