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divendres, 21 d’abril del 2023

Reseña: Los abusos de la memoria

 Reseña: 

Tzvetan Todorov. Los abusos de la memoria. Trad. Miguel Salazar Barroso, Colección, Contextos. Ed.Paidós, Barcelona, 2013.  




En la sinopsis se puede leer lo siguiente:

"Es una reflexión abierta a todos los públicos. En nuestra época, los occidentales, y más concretamente los europeos, parecen obsesionados por el culto a la memoria. Sin embargo, Todorov afirma que, aunque hay que procurar que el recuerdo se mantenga vivo, la sacralización de la memoria es algo discutible. Debemos permanecer alerta para que nada pueda apartarnos del presente, y también para que el futuro no se nos escape de las manos.”

Al inicio de la obra se abre con una cita de Le Goff que resume exactamente el parecer del autor:

"La memoria intenta preservar el pasado sólo para que le sea útil al presente y a los tiempos venideros. Procuremos que la memoria colectiva sirva para la liberación de los hombres y no para su sometimiento."

JACQUES LE GOFF


La historia está hecha de olvido y recuerdo. Los monumentos nos recuerdan hechos y gestas. Recordar el pasado permite que este no se repita. Sin embargo, la glorificación del pasado puede llevarnos a la parálisis y la inacción. El pasado debería espolearnos ante el presente y dirigirnos hacia el futuro. Se viven tiempos confusos que parecen querer que el pasado se instaure en el presente. Algunos echan en cara que se quiere pasar página del pasado. Pero, ¿cómo vivir en la nostalgia eterna? 

Todorov nos hable de dos tipos de memoria: la memoria literal y la memoria ejemplar. A la primera, el pasado se congela, no sirve para compararla con otros hechos, por ejemplo, el holocausto-, según este tipo de memoria literal, le hecho es único e irrepetible. No existe posibilidad de compararlo con otro hecho semejante. El segundo, “permite utilizar la lección del pasado para actuar en el presente”  (Todorov). 

En Occidente, la idea del pasado va unida también a las víctimas. Ser víctima se ha convertido en una epidemia. Ser víctima de victimas  permite acceder a un universo simbólico, pero no solo, también material, en su caso. Todos se sienten víctimas del “Otro”. Por esta vía, no parece muy prometedora la posibilidad de levantar el duelo –la pérdida-. Se hace crónica y cualquier crítica se considera una afrente a las víctimas originarias (esclavitud, judío, comunista, mujer, homosexual, etc.).

La memoria debe permanecer como recordatorio que el mal acecha. La guerra de la ex Yugoslavia o la actual guerra en Ucrania son guerra que podemos rastrear en el pasado, pero, quienes hoy han dado las órdenes son dirigentes del presente que utilizan el pasado para sus propios planes y autojustificaciones. ¿Qué haremos con esos dirigentes cuando acabe la guerra? Una de las características de los gobernantes, es que nadie se responsabiliza por nada. Es la propia Comunidad internacional que debería sancionar a quienes cometen crímenes contra la humanidad. El problema es siempre el mismo, el TPI de la Haya, no lo reconoce ni EEUU, ni China, ni por supuesto Rusia. Como dice Todorov al finalizar este breve ensayo, “lejos de seguir siendo prisioneros del pasado, lo habremos puesto al servicio del presente, como memoria –y el olvido- se han de poner al servicio de la justicia”.