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dissabte, 11 de maig del 2013

Educación y paro juvenil


Aulas vacías. Aunque la huelga en el sector de la enseñanza haya podido parecer un fracaso, lo cierto es que no lo ha sido. En Cataluña el Departament establece unos servicios mínimos –emulando sectores que tienen poco que ver con la educación- que exigen a las direcciones de los centros que al menos uno de ellos este presente. Uno puede pensar en una situación estrambótica donde los padres envían a sus hijos a la escuela o instituto y sólo este el director/ra. ¿Qué se supone que tendría que hacer? El peligro es obvio, pues, una sola persona que además, es responsable de la seguridad de los alumnos en los centros, tendría la tarea imposible de vigilar a un montón de alumnos. Afortunadamente, los padres que tienen más “seny” o sentido común que nuestros dirigentes, los días que hay convocadas huelgas, no envían a sus hijos a la escuela o instituto.






De ahí que las cifras de paro de los docentes tenga un efecto multiplicador –lenguaje economicista- en las familias que no envían a sus hijos a la escuela. Lo que es trágico es que desde la crisis en Cataluña, el sueldo de los docentes se ha recortado en un 27%. Además,  cada nuevo gobierno se cree en la obligación de cambiar el sistema educativo. ¿Cómo es posible el cambio continuo? Estos cambios tienen que ver con la ideología, se pretende configurar imaginariamente los deseos de nuestros gobernantes. Se introduce un estilo de “management” en las direcciones, la escuela es la antesala de la empresa, y por ello, el modelo de empresa debe imponerse.

 El Departament está reclutando  a los nuevos gestores de los centros de enseñanza. Lo hace simplemente porque lo que quiere son centros adictos a la política de turno. Pretenden imponer un “modelo empresarial” cuando la propia Administración se blinda contra la mala gestión, el despilfarro, y el trasvase de recursos hacia los centros concertados. Uno de los centros de referencia de Sabadell, por ejemplo, en una de las pancarta que adornan el centro se puede leer lo siguiente:


Profesores
Alumnos
Presupuesto
Curso 2007-2008
83,5
902
100%
Curso 2012-2013
70,5
973
??????

  
La crisis está logrando el milagro de los panes y los peces (Mc. 6. 31-44 Lc. 9. 10-17 Jn. 6. 1-13) es el lema del President de la Generalitat Artur Mas: más por menos. Tiene cierta gracia que el President tenga como apellido uno de sus lemas favoritos. Lo trágico es que el profesorado se vea desbordado por el aumento de las ratios, por la sensación que su sueldo sea moneda corriente para salvar los presupuestos anuales y como campo de batalla de los partidos políticos y sus insensatos cambios educativos. Se les llena la boca de la importancia de la educación, pero a la hora de la verdad no son capaces de consensuar una ley que tenga el compromiso de estabilidad. Vivimos en “tiempos líquidos” (Z.Bauman), la escuela y los institutos tienen la difícil tarea de educar a los ciudadanos del futuro en medio de la incerteza. ¿Qué valores podemos dar en estas condiciones?

 Desde la Administración educativa, la respuesta es sálvense los de siempre, y para el resto, buena suerte. Vivimos en tiempos de crisis e incertezas, la Administración ve a los funcionarios como parásitos enquistados en el sistema, que viven del presupuesto que trabajan poco y mal. También nosotros podríamos decir lo mismo de los políticos, ampliándolo además como corruptos y delincuentes en muchos casos. Pero me desvío del problema central. ¿Qué escuela queremos?  Los partidos políticos se han convertido en empresas donde reclutar a las elites políticas que se perpetúan elección tras elección, las listas cerradas ayudan a perfilar el político adecuado. La escuela y los institutos se forman parados que se pueden camuflar como estudiantes en la FP y la Universidad. Las tasas de paro juvenil son simplemente indecentes y escandalosas: 57,22%. Se considera paro juvenil hasta los 25 años.

 El desaguisado está en que mientras la tasa de paro juvenil sigue creciendo, el gobierno aumenta la edad para la jubilación. ¿No es absurdo? La situación no parece tener solución a corto y medio plazo. Sin embargo, el gobierno prepara la Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), que supone un cambio sin más apoyo que la mayoría absoluta en el Parlamento. Si fuera la oposición anunciaría la no aplicación de esta Ley y el anuncio de una nueva cuando volviese a gobernar.

Llama la atención el mantenimiento de la religión como materia a estudiar ¿no es una cuestión de fe?, mientras se lamina a la nada a la Historia de la filosofía. La nueva Ley tiene en su Exposición de motivos la siguiente afirmación : “(...) debe ir dirigido a formar personas autónomas, criticas, con pensamiento propio”. Supongo que se refieran a aquellos que hagan religión, porque el pensamiento crítico desaparece alegremente entre otras materias con la Historia de la filosofía.