diumenge, 25 de maig del 2014

Conclusiones (I)

 1.- El tema central es el eclipse del “otro” que a través del concepto griego atopos, quiere expresa lo que nos dice Platón en el Banquete. El amante desea aquello que no es, quiere enajenarse, porque el otro, da sentido a la vida. Sin embargo, para Byung-Chul Han, la sociedad del rendimiento hace desaparecer al otro en beneficio de un yo narcisista, que nuestra sociedad capitalista cultiva y explota.

2.- Ese yo narcisista busca la positividad, concepto clave en Han, lo igual, el éxito y el consumo son los ejes de coordenadas en los que se mueve ese yo. Allí donde no hay Eros, no puede haber reconocimiento del otro. Ese yo narcisista se ve abocado a la depresión, enfermedad metáfora de nuestro tiempo. El peso del yo hace derrumbarse bajo el peso de sí mismo.

3.- En la sociedad del rendimiento la palabra mágica es poder. EN la etapa sólida (Z.Bauman) la palabra era deber. Para Han el poder se expresa mediante “la motivación, la iniciativa y el proyecto” son más eficaces que el modelo disciplinar. El hombre que surge de esta sociedad es el emprendedor.




4.- El nuevo titán de los tiempos actuales es el empresario de su propia vida. Le han hecho creer que es libre. Por eso, sólo acepta la palabra tú puedes. Al decir de Han, está risueña palabra esconde una auténtica emboscada psíquica. ¿Por qué como dice, Han, “no es posible ninguna resistencia contra sí mismo”. Ahora el fracaso va asociado al propio individuo. Si fracaso no puede trasladar la responsabilidad ni a la sociedad, ni el Estado, ni mucho menos al sistema económico. El resultado es la depresión. Es decir, que “no puedo”, y eso, se ha convertido en anatema para nuestra sociedad.

5.- Para Han frente al poder, contrapone el no poder poder, que expresa otro de los términos fundamentales del texto: la negatividad. . Esta negatividad significa un rechazo a la lógica del rendimiento, de la positividad. El Eros desbarata la estrategia de la positividad en la que se ha instalado nuestra sociedad. El Eros reconoce la alteridad, “la atopía del otro”, que escapa al control del poder.

6.- El no poder poder se expresa en la reivindicación del otro, de la “distancia original” que relaciona a los seres humanos y que M.Buber, citado por Han, expresa melancólicamente: “principio de ser humano y constituye la condición trascendental de posibilidad de la alteridad”.



7.- La sociedad del rendimiento ha logrado hacer desaparecer al otro, borrado esa distancia original, y afirmando la necesidad de que todo este cifrado a la “fórmula de disfrute”. Huir de lo desagradable –negatividad - es el principio al que hay que atenerse en estos asuntos. 

8.- Han recuerda a Hegel en su dialéctica del amo y el esclavo que se resuelve en el nosotros. En la sociedad del rendimiento ese proceso falta la dimensión “negativa”.  En Hegel la superación implicaba el reconocimiento del “otro”, pero al decir de Han, ahora la reconciliación es imposible porque ha desaparecido el “otro”.





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