dimarts, 20 de maig del 2014

Porno (IV)



1.- Si he de creer a Google, la palabra “porno” tiene 250 millones de entradas. Mientras que sexualidad no llega a 10 millones. La palabra amor se acerca a porno en entradas. El porno para Han es la “mera vida expuesta”. Eros es la antítesis de el porno.

2.- El mundo se transforma en porno a costa del erotismo.Han hace entrar en la discusión a Giorgio Agambe, que distingue entre “secularización y profanación”, y afirma la segunda como medio para “liberar las cosas para hacerlas un puro medio sin fin”. Han crítica esta posición al considerar que Agamben “supone en todo fin una coacción”. La idea del museo como exhibición borrar su valor cultural para convertirse en puro “valor de exposición”.



3.- La desnudez, como exhibición, deja sin aliento al misterio, y se aproxima a la exhibición pornográfica. El capitalismo, afirma Han, “intensifica el progreso de lo pornográfico en la sociedad”. Se da una paradoja, una más, mientras las autoridades nos hablan de los peligros reales e imaginarios de la pornografía, por otro, las páginas de Internet van llenas de sites pornográficas. Lo pornográfico es un valor mercantil, la sexualidad, no es más que cuerpos exhibiéndose. No queda nada de Eros. Lo pornográfico es la exaltación de la mera vida en lo sexual. Ahora, cualquiera puede convertirse en “artista porno” y exhibirse en las páginas de Internet previo pago con tarjeta de crédito. En este campo hay muchísimos/as emprendedores/as.

4.- En este ámbito de exhibición, no hay espacio para las “acciones rituales”. El amor requería un proceso complejo de pasos. Ahora, se trata de ir al grano. Desnudez y obscenidad se dan la mano. El amor que propugna los nuevos tiempos tiene que tener “calor, intimidad y excitación agradable”. Por supuesto, el porno es la exaltación al límite de ese complejo proceso del amor, que Han identifica con Eros y la negatividad y que sin embargo, nuestro capitalismo centrífuga a la periferia.



Bibliografía:

Byung-Chul Han.- La agonía del Eros. col Pensamiento Herder, ed.Herder, Barcelona, 2012.

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada