dimecres, 4 d’agost del 2010

NY (2)


El día ha sido agotador. Son las 20.30h y estamos en el hotel rendidos. La mañana empezó en el propio hotel con un desayuno de lujo, a precio de diamante. Al salir del hotel hemos ido al Empire State Bulding, hacía un día radiante, hemos llegado a las 9.10h. No había sorpresas en el edificio, ni Gozilla, ni King Kong, ni nada extraterrestre para acabar con el edificio. Sólo había que hacer cola, pasando por el arco de seguridad de turno, la preceptiva foto oficial y después de serpentear hemos accedido a las taquillas, hemos comprado un ticket para ir a seis lugares turísticos a un precio de 78$, incluía el Empire State. Hemos subido a la planta 80 y después de haber hecho trasbordo hasta la 86 donde estaba el mirador. No me imagino a Cary Grant y Deborah Kerr (An affaire to remember,1957) teniendo que hacer todas las colas que hay que hacer para encontrarse arriba del mirador, pierde cualquier halo de romanticismo. Eran otros tiempos. 


 

Las vistas son extraordinarias y extensísimas, el mirador permite una panorámica de 360º NY a nuestros pies. El día era luminoso y se presentía que haría un calor sofocante. Claro que no eramos los únicos, había ya muchísima gente clicando sus digitales. Somos los turistas unos maniacos del instante. La tecnología ayuda en esa labor. No había espacios vacíos para acomodarse y disparar nuestras cámaras ya fueran de vídeo o fotográficas. Después hemos bajado y recogido la “foto oficial” (25$), hemos salido hacia Flateron. Empezaba a hacer calor, pero a la sombra de los edificios mastodónticos se podía andar, pasaba una brisa reparadora. Justo al lado del edificio Flatiron se encuentra Madison Square Park donde nos hemos tomado un merecido descanso. Hacía calor. Entre la 5ª Avenida y Broadway se encuentra el edificio que en su momento fue el más alto del mundo. Fue edificado por George A.Fuller y mide 87 metros y 22 pisos y fue acabado en 1902. Era una auténtica proeza de la arquitectura. El edificio es una construcción muy singular en forma de triángulo.
 

La caminata ha sido larga e intensa. Hemos llegado al final de la 5ª Avenida hasta la plaza Washington Square Park. Había en ese momento un grupo de personas que filmaban no sé si una serie, un spot publicitario o una película. Junto al parte se alza al inicio un arco de triunfo dedicado a George Washington. Hacía un calor justiciero. Al otro lado de la plaza, junto a una fuente, se alza la Judson Memorial Church (1890), en el Greenwich Village. Es una mezcla de estilos y destaca la torre.  

Después nos hemos ido por donde habíamos vuelto, por la 5ª Avenida, nos hemos hecho una fotografía en el edificio nº1 de la 5ª Avenida, edificios regios y exclusivos. A las 12h hemos entrado en un pequeño restaurante Danal Restaurant & Bar, el local está en el nº 66 de la 5ª Avenida. El local tenía encanto, hemos comido bien y a un precio muy razonable. Había en ese momento pocos comensales.

Después hemos girado hacia Lexington Ave, donde nos hemos encontrado con todos los restaurantes habidos y por haber. El calor en ese momento era asfixiante. Nos hemos cobijado dentro de Central Station. La palabra para describirlo es impresionante. Un auténtico coloso, las llamas estaban afuera esperándonos. Impresiona pensar en los andes de los trenes tan cercanos, he contado hasta 114 tracks (andenes). Había restaurantes  y mucho espacio. Había diferentes restaurantes y tiendas. Acceso a los trenes y al metro. Después, sobre las 14h,hemos salido hacia el exterior, el sol era en ese momento abrasador, hemos alcanzado el hotel donde hemos podido recuperarnos. Estamos agotados.

Después del descanso reparador, hemos vuelto a las andadas, aquí, la expresión es literal. Hemos ido por la 5ª Ave, en dirección a Central Park, hemos entrado en la tienda de Appel junto a Central Park y el hotel Plaza. El espacio es subterráneo pero lleno de luz debido a las cristaleras y el tragaluz en forma de ascensor que inunda de luz el recinto. Había una multitud, parecía que regalaban todos los productos de la tienda. Supongo que había más gente tenía ganas de tocar los i, que comprarlos. Hay que reconocer que el marqueting de Appel es eficaz y sugestivo. Después de dejar a Appel hemos vuelto a la superficie para seguir nuestro recorrido, a través de la calle 59 en Central Park South. Los edificios y hoteles deben tener unas vistas espectaculares. Todo tenía el aspecto de lujo. Andando hemos pasado por edificios singulares, como el restaurante Petrossian, -182 O de la calle 58-, ubicado en el edificio histórico de Alwyn Tribunal de Justicia el West Side de Manhattan, a una manzana del Carnegie Hall y a cuatro del Lincoln Center. El edificio es notable. No sé si  se come bien, aunque tenía todo el aspecto de ser caro.

Hemos recorrido la 7ª Ave, hasta llegar a Time Square. Había muchísima gente y hacía un calor enorme. Las luces de neón nos recordaban que estamos en la meca de los anuncios y las marcas. Había mucha policía en todo el trayecto, junto a los hoteles, las esquinas, se hacían notar. Hemos subido después de las fotografías de rigor hacia Broadway hasta llegar a Bryant Park un pequeño oasis de árboles y sillas para poder descansar. Detrás de nosotros, mientras nos tomábamos un granizado de limón, a nuestras espaldas la gente hacía cola para ocupar el centro de la plaza donde se proyectan películas al anochecer. Mal recuperados nos hemos puesto en marcha sobre las 19h, hemos subido por la 42 st, hasta llegar otra vea a Central Station. Hemos entrado en un restaurante cuya especialidad es el pescado. El local se llama “Oyster Bar & Restaurant”. El local es enorme nos han preguntado se habíamos reservado, como no lo habíamos reservado nos han llevado a otro salón más pequeño que el central. El suelo estaba sucio, pero la cena estaba muy bien. Al final se ha ido llenando el local donde estábamos. Había unos asiáticos – ocho hombres y una mujer- celebrando algún acontecimiento. Una de las cosas que llama la atención son las diferencias entre el personal. Había personas mayores haciendo tareas muy simples, por ejemplo, llenarnos el vaso de agua con hielo que es una tradición. No debe ser fácil sobrevivir en esta jungla. Quien nos podía agua era de origen hispano.


Después hemos ido en paralelo hacia a calle 41 st, hasta desembocar en la 5ª Ave., y vuelta al hotel. El día ha sido intenso y sobre todo extenso, por el recorrido. Es evidente que cuando queramos ir a la zona cero, habrá que coger algún medio de transporte. Mañana nos espera una excursión a Boston, habrá que madrugar. Así que mañana habrá más…



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