dissabte, 21 de gener del 2012

República "Concordia"

En el plano internacional Afganistán sigue siendo un pozo sin fondo. La muerte de soldados franceses a manos de un militar afgano lleva al gobierno francés a plantearse su retirada de dicho país. EE.UU “explora” conversaciones con los talibanes, en un ejercicio de “realpolitik”. Visto que no hay victoria militar posible, la solución es mantener un equilibrio en ese escenario imposible que es Afganistán. Las reservas en minerales estratégicos bien vale hablar con el enemigo. Muerto Bin Laden, deben pensar la Administración Obama es posible llegar a un acuerdo que mantenga el statu quo. Otro foco es Irán. Israel debe estar valorando un ataque preventivo contra Irán y sus centrales nucleares. No sé si Irán tiene “armas de destrucción masiva”. Irak no las tenía y ya hemos visto adónde han llegado. Es seguro que si Irán las tuviesen se hubiera formado una coalición contra ella. Pero aún así, la propia dinámica interna de Irán les debe impulsar para hacer alardes de fuerza como medio para apaciguar aquellos que querrían una intervención inmediata, léase Israel.



Mientras en EE.UU sigue la carrera electoral de los republicanos, con la reaparición de Newt Gingrich expresidente de la Cámara de Representantes, comiendo terreno al favorito Mitt Romney. Los Republicanos sueñan con una Administración mínima. Llama la atención esa contradicción entre el sueño por el poder político y a la vez su “alergia” por todo que supone el gobierno federal. Por su parte la Administración Obama se ha apuntado “un triunfo” al cerrar la página de descargas Megaupload cuando en la Cámara de representantes se han retirado las dos propuestas legales sobre piratería en la red y ley de propiedad intelectual Protect Intellectual Property Act, conocida como PIPA, programada para el martes 24 de febrero. El principal promotor del otro proyecto de ley que centra este debate, la Stop Online Piracy Act, (SOPA, por sus siglas en inglés) también se retira en espera de mayor consenso, que es lo que se dice ahora.


El culebrón italiano de “Costa Concordia” sigue a toda vela. Aún resuenan los videos caseros en los que después del accidente se daban explicaciones tranquilizadoras en las que todos deberían irse a sus camarotes. Mientras su capitán Schettino se había ido a tierra y es interpelado para que vuelva al barco en una grabación que ya es universalmente conocida. Ahora resulta que estuvo con una pasajera que no tenía camarote y si pasaje. Una bonita comedia de enredo si no fuese por las muertes y desaparecidos que ha costado este lamentable suceso que tendrá consecuencias negativas en el turismo de cruceros de los que tanta gente vive a su alrededor, España incluida.

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